Llevo ya algún tiempo reflexionando
sobre esta afición tan repleta de luces y sombras. Me replanteo a
menudo si me merece la pena seguir por un cauce que no sé si lleva
más o menos agua que antes, pero que a título personal tiene visos
de sequía.
Echo un vistazo a los primeros pichones
recién independizados y me vuelve a entrar ese no sé que tan
difícil de expresar que todos conocéis tan bien. Pura
contradicción ¿no?.
Son ya años con las mismas palomas,
experiencia, y porque no, un ojo atinado para esto. Palpando
pichones con 20 días de la primera ronda todavía en la taza, uno
ya puede dar fe como si de un acta notarial colombófila se tratara
de que hay parejas que no seguirán juntas ni un segundo más. Ese
sexto sentido que tenemos pero que somos incapaces de explicar pero
que en un porcentaje muy elevado te lo confirma cada año. Se trata
de una especie de Déjà vu. Sabes que ese pichón sera uno de los
elegidos o que el cruce es equivocado. Lo sabes, simplemente.
Todo esto es fruto de años de todo
tipo de experiencias, positivas y negativas, de selección, de mucho
estudio práctico, de ojos muy abiertos y en definitiva de una gran
pasión por este fascinante deporte.
Llevo ya dos meses buceando, buscando y
leyendo todo relacionado con el mejor amigo del hombre. Un animal
llamado perro. Tal y como hice cuando comencé a dar mis primeros
pasos en colombofilia. Apasionante, aunque lamentablemente,
apunta a igual de podrido. La cría de animales es un nido
mayúsculo de satisfacciones, pero la presencia humana cuando hay un
trofeo o una banda de por medio acaba por prostituirlo todo.
Cuando todo se ciñe a un simple y
entrañable cara a cara de ti mismo con tus animales o de una
relación sincera con compañeros de pasión, pocas aficiones
generan tantas satisfacciones. Luego, el tiempo ya se encarga de
acercarnos a otro tipo de concursos, la mayoría relacionados con
quien la tiene más larga. No hay más que ver situaciones tan
extravagantes y surrealistas como lo que se está viviendo en la
colombofília canaria o la catalana. Desde fuera resulta
inexplicable.
Antes de sumergirme en este mundo, el
de los perros, y ya veremos si alejarme definitivamente del de las
plumas, en el que respiro hoy, como comprador novel he picado mucha
piedra los últimos meses. Interesándome por todo, hablando con muchos
criadores, hurgando, indagando, leyendo entre líneas, etc. De la
raza de la que soy un apasionado de su mundo hace ya algunos años que falleció
una persona (mejor sin nombres) que tras escuchar atentamente su
historia y muchas de sus anécdotas me recordó enormemente a
nuestro añorado Carlos. Un señor que dedico su vida al mundo del
perro, y a una raza en concreto. Apasionado, inteligente, nato
vendedor de sueños o de lo que sea, de bolsillo desahogado, y con un
carisma sin límites. Esos tipos que te enganchan, a los que sigues
incondicionalmente porque crees haber descubierto un oasis en el
desierto. ¡Que importantes son este tipo de personas!. Curiosamente
en el caso concreto de estos dos monstruos, ambos de bolsillo
generoso, pero no, esto es mera coincidencia. Conozco a muchos con
bolsillos reforzados que ni por asomo tienen una milésima parte de
esa magia. El dinero puede que ayude en casi todo, pero ese tipo de
personas nacieron así. Eso no se compra. Gente a la que sigues
embelesado por su atractivo discurso.
Ahondando más en el tema de los
perros. De todo lo leído, escuchado y masticado estas semanas me
quedo con el tema de exposiciones, campeonatos de España, etc.
Parece ser que está casi todo, en cierto modo amañado. Exposiciones
dónde el juicio de una persona, el juez responsable de juzgar a un
grupo de animales, está de antemano dirigido, tanteado e incluso
acordado. La imparcialidad según quien juzgue o que perro sea el
juzgado, brilla por su ausencia. Perros dopados incluso en algunos
casos la presencia de posibles cirugías estéticas, y un sin fin de
situaciones que desanima al más atrevido. Supongo que estoy
quedándome sólo con la arena y que habrá algo más de cal con la
que quedarse. Seguro que así es.
En el mundo canino, especialmente en lo
que respecta a reputados criadores, se maneja algo más dinero con
las camadas que en nuestra colombofilia amateur. Quizás éste sea el
origen del problema, pero me inclino más por ese ansiado prestigio
que muchos anhelan pero que en realidad ni allí ni aquí lo otorgan
los premios sino más bien los hechos.
Conozco colombófilos que ganan pero
que jamás serán idolatrados. Adolecen de todo lo que la gente
admira de un mago de las palomas. Son buenos colombófilos o no, tienen
buenos animales, pero no hay magia porque ellos mismos han provocado
que no se les juzgue como al resto. Muchos recursos pero menos “mano”.
Esa fórmula también funciona a veces. Conozco a unos cuantos de ese
corte. Ansían la gloria, "matan" por ella, pero, y con todos los respetos, no tienen ni puñetera idea.
Volvamos al perro, si, mucho mejor .
Otro dato que me ha
sorprendido muy positivamente es la gran cantidad de apasionadas
criadoras en este mundo canino. Si estas mujeres decidieran dedicarse
a la colombofilia, otro gallo cantaría. ¡Que gran salto cualitativo daría nuestra
afición!. Atesoran muchas más cualidades que la mayoría de los
hombres en el cuidado de los animales o en la gestión de una colonia. Verdaderas amantes de los
animales. Mayor sentimiento en lo que hacen.
Por otra parte, el nivel cultural del
mundo del perro, en principio y hasta donde alcanza mi opinión hoy,
nada que ver. He leído artículos de todo tipo, de investigación,
de opinión e información. Es otra cosa. Sin lugar a dudas que lo
es. Os invito a que leáis algo al respecto. De todo se aprende.
Artículos caninos son enriquecedores incluso para un colombófilo.
Y como no, también he percibido que
aquí hay arraigado un gran machismo. Entiéndaseme. Los que figuran,
los que aparecen como actores principales, como nominados a los
premios, las estrellas, los sementales son ellos, pero las buenas,
las que aportan el hecho diferencial son esas maravillosas hembras,
las perras.
Afirmo esto desde la distancia e
inexperiencia que me separa, pero hoy, antes de descubrirlo por mí
mismo, y tras haber también cotejado opiniones de criadores, creo
firmemente que es así. La diferencia entre machos y hembras entre
los cinéfilos es todavía más acusada. El macho es la estrella,
ella es el complemento. Pero vuelvo a insistir, tanto en aves como en
mamíferos, en términos estrictamente reproductivos, me quedo con
ellas. Bueno y porque no decirlo, en las mensajeras ellas son las
reinas de todo.
En mi reproducción tengo machos
extraordinarios, que se tocan, o simplemente son biznieto, nieto,
hijo y padre , como es el caso de Petronio. su padre el 92, o el
padre de éste el 77. Y ya veremos si su biznieto Sebastian, se une a
este impresionante elenco y continua la saga. O el maravilloso 57 que
se toca con el 77, o como no, el imprescindible Mickey Mickey que se
toca con el 92.
Hoy en día estos son mis mejores
machos, hay otros a los que les faltan un par de años de cría para
confirmar si están en ese escalón o en uno inferior, como Mayo,
Tritón y otros.
El 77, 92, Petronio, el 57 y
MickyMickey son machos que no fallan año tras año. Son buenos, muy
buenos. En mi opinión excepcionales. Muchísimos hijos marcados de
gran fondo con muchas hembras diferentes, señal inequívoca de calidad de
transmisión. Pero si tuviera que llevarme un pichón de mi casa, lo
primero de lo que me aseguraría en conocer es quien es su madre. No
tengo ninguna duda al respecto. Obviamente si apareamos un gran macho
con una excelsa hembra las posibilidades suben exponencialmente, pero
que no falte ella. Ella NO debe faltar. Como diría mi amigo Carlos.
De obligado cumplimiento.
¿En el haber de los machos de
cualquier especie animal? Como todo. Pueden criar más y con más
hembras. Ese es su punto más fuerte del que han sabido aprovecharse muy bien.
¿En su debe?. Los hay buenos, pero son señalados los que
marcan tendencias. Realmente soy un convencido de que su papel es,
sino secundario, menos decisivo y trascendental que si estamos en
presencia de una fantástica hembra.
Si eres uno de los afortunados que
dispone de una extraordinaria hembra, no hace falta que sigas
gastándote tu dinero. Comienza a trabajar. Cree en ella. Será el
principio de algo casi con toda seguridad. ¡Apuesta por ella!.
Pabs