Uno de los nombres que por su peculiar historia siempre me produjo cierta curiosidad es el de Pedro Soler. Colombófilo que destacó maravillosamente allá a finales de la década de los 90. Tras unas temporadas con años explosivos dignos de un super colombófilo, se tomó un descanso que alcanza hasta nuestros días.
Pedro brilló en una colombofilia todavía más jodida que la actual. Donde ni se podía rogar a los vientos ni se disponía de los medios actuales. Aún así se distinguió en sueltas de larga distancia rondando los 900km de una forma que dejo huella entre sus adversarios.
Resulta curioso que una de las grandes figuras del gran fondo mallorquín y balear haya sido tan poco "fotografiado". A veces eran otros los que salían en las revistas, pero los buenos permanecían, por lo que fuere, al margen de los focos. Desde la lejanía me parece que es el caso de Pedro y creo conocer la razón.
Nuestro protagonista parece que tiene serias intenciones de retornar al ruedo. Muchas cosas han cambiado desde entonces pero en este deporte "tener buena mano" es el bien más preciado en colombofilia, y ese valor no se pierde. Regresar tras quince años cuesta, naturalmente que si, pero no tengo dudas del buen andar de Pedro en su retorno.
Os dejo con la única entrevista que he podido rescatar.
Para mi la colombofilia se fundamenta en tres pilares básicos. Un buen palomar donde las palomas estén sanas y saludables, una preparación exquisita, y como postre, recoger lo sembrado en la cesta. Tras ello, tranquilidad no hay que desesperar, las buenas palomas aparecerán con el devenir de las temporadas y con ello la reproducción irá subiendo escalones. No hay más.
Hay gente que tiene un don con la vista y tan sólo con observar una paloma es capaz de identificarla como buena, otros al hacer las parejas reproductoras pueden llegar a sorprendernos, otros tienen una billetera sin fondo. Hay de todo.
Mi especialidad es la preparación de las palomas, en ese aspecto me considero, aunque suene pedante y sé que suena así, situado en un nivel muy alto, pero tampoco tengo pelos en la lengua, para que engañarnos. Así lo siento, así lo manifiesto.
Hay entrenadores de fútbol que imaginan el partido antes de que éste tenga lugar y sueñan con que lo que han planificado cristalice tal y como habían imaginado.
Yo sueño cada año con ponerlas donde quiero, y hasta el día de hoy lo he consiguido. A partir de ahí hay mil factores que juegan en la partida para concluir que la temporada colmó o no nuestras expectativas. También debo añadir que es donde más disfruto. Ese vuelo diario es poesía para mis ojos, y es un aliciente más para comprobar al día siguiente que el sueño sigue vivo.
Os cuento esto porque desde mi punto de vista, la preparación de las mensajeras es sin duda el arma fundamental con la que cuentan los maestros colombófilos de ayer y hoy para mantener las distancias con sus adversarios. Y esto obviamente redunda en una mayor selección y en definitiva en mejores palomas.
No hay que olvidar que todos criamos un porcentaje elevadísimo de palomas que no sirven. La diferencia es que una vez efectuada la criba algo ineludible para todos, aquellos que tienen "las dos manos libres" comienzan a mostrar sus habilidades con ellas.
Luego hay complementos que ayudan. Disponer de recursos infinitos, tiempo disponible, hay muchos factores que ayudan a que todo sea más fácil, pero a la hora de la verdad hallaréis ejemplos que nos demuestran que lo importante es tener un plan y llevarlo a cabo.
Pabs.