lunes, 30 de octubre de 2017

Con la lengua fuera...

  
Macho y hembra volados de Marbella 2017 en casa de Biel Antich,  ambos de mi línea.

     Como casi siempre, acudo a mi cita diaria. Eso sí, hoy ha sido una de esas jornadas intensas, y mis letras llegan algo marchitas, casi tocando la campana. Día de esos en los que tienes que estar en muchos sitios a la vez y en ninguno al mismo tiempo. Sólo yo me entiendo. 
En la parte que nos toca, hoy salieron más de 20  pichones para distintas localidades. Quedan otros 20 por enviar, algo que espero hacer efectivo en breve. Estos envíos estaban programados para el mes pasado pero se han visto retrasados por diversas circunstancias.
 Os soy completamente sincero. Cuando sale una paloma, o un lote de casa, me rompo los cuernos tratando de acertar. No me limito a abrir la puerta del palomar, coger lo que me interesa colocar y listo. No, a mi por lo menos me genera un mayúsculo estrés, que se libera en el momento en el que realizo el envío. Siempre repetí lo mismo, y los hechos demostraron que mis palabras no eran el enunciado de una mentira. Quiero que funcionen, por lo menos como lo hacen en casa. https://plumanegras.blogspot.com.es/p/palomas-con-luz-propia-fuera-de-mis.html (No está actualizado).

Me interesa que esas palomas den alegrías, y lo hacen por lo general por la  bestial selección que llevan dentro y porque trato de ser honesto con el que las recibe y conmigo mismo. Soy incapaz de verlas como simples números, y es por eso que hay palomas que llevan conmigo 14 años y es cierto ocupan un espacio, pero se ganaron un retiro dorado. 
 Para conseguir hacer frente a la demanda, los últimos años me he visto en la necesidad de criar más palomas de las que habitualmente criaba para mi, y eso acarrea peajes, y no tengo espacio para tantos excesos.
Sería imposible competir o volar como lo hago, y vender criando 60 ó 70 animales. La ecuación fallaría. Adaptarse o morir.

 Asumiendo esa realidad, no obstante cada vez que sale un pichón de mi casa la sensación sigue siendo parecida, es una mezcla de tristeza, quizá como cuando enjaulas una paloma para una suelta en la que sabes que muy probablemente no la vuelvas a ver. Pasados unos días, también lo reconozco, se me ha olvida, que remedio. Ese luto se torna en alegría y orgullo, si las palomas acaban floreciendo.  
También me ha sucedido alguna que otra vez en la que busco una paloma para un cruce concreto y resulta que no está en casa desde hace algún tiempo, jajaja. La edad no perdona. En definitiva cada uno lo vive a su manera.
 En la competición sucede tres cuartos de lo mismo. Los hay que disfrutan mirando el puñetero whatsapp. Prefieren fijar sus ojos en esa pantalla en lugar de otear el inmenso cielo en busca de una de sus campeonas, y vivir ese momento como lo que realmente es, .. ¡¡¡algo único!!!. U otros, que les llega una paloma de una suelta dura, y les saltan las lágrimas, y en cambio otros lo celebran como si ellos mismos hubieran marcado el gol de Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica. Otros en cambio, parecen mostrar más interés por las marcadas de los otros que por las suyas propias, molestándose incluso si no manejan toda la información en todo momento, etc etc...Cada uno con su locura.

En fin, el día no dio para más. Mañana si tengo un hueco os cuelgo unas fotografías para que os deleitéis con el arco iris, éste ha llegado a mi casa. En un inmenso y tradicional manto de azules y rodados han nacido cuatro o cinco "colorines",  y algunos de ellos, incluso teniendo entre sus padres al mismísimo Petronio, pero ataviados con un traje mucho más informal y risueño, dando un toque cuasi navideño a un bando serio por tradición.

Para finalizar, os dejo con un video que ha llegado a mis ojos de Fernando Cisneros (Perú). Es muy breve, pero esta grabado de forma magistral. Me gustó.





PabS.

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