domingo, 3 de junio de 2018

¿De qué línea es esa paloma? o peor aún, ¿lleva Bricoux, Stassart, Sion? o vaya usted a saber...

   En no pocas ocasiones, he tenido que responder a esta disparatada
cuestión, que, con el tiempo, ha llegado, en cierto modo, a incomodarme.Uno, tratando de responderla, acaba por sentirse nadando a contracorriente ante el inmenso oleaje que supone la opinión de la mayoría. 
 Trato de mantenerme firme, en mi particular forma de analizar la cuestión, y, brazada a brazada, siempre respondo lo mismo: Mi línea.

  ¿Mi reflexión? Contradictoria, porque no hay respuesta que deje contento a todos ante esa pregunta. No, no tengo una línea propia, pero, parémonos un instante a reflexionar sobre ello. ¿Alguien la tiene?, ¿de verdad? Oiga, o todos, o nadie, ¿no?. Lo contrario, no sería justo.

  Lo admito, este tipo de cuestiones, o aquellas otras en las que algunos ingenuos se sumergen, lupa en mano, en las profundidades del ojo de una paloma, tratando de descubrir anillos de correlación imaginarios, en lugar de aprender de una puñetera vez a preparar un equipo de palomas, acaban, lo reconozco, por esbozar en mi rostro, unas enormes dosis de incredulidad y escepticismo, por la supervivencia de este deporte.


  Si estudiáramos con cierta seriedad las diversas líneas de palomas famosas que han trascendido en el tiempo, rápidamente concluiríamos que efectivamente, había una homogeneidad en ellas, pero en una fugaz mirada indiscreta en sus palomares, podríamos hallar también, infinidad de palomas de otros campeones. 
 Siempre hubo mezcla, y siempre la habrá. Sucede sin embargo, que asociamos líneas de palomas con el nombre y apellidos de su creador. Si sale de su casa, éste es además belga, y si sobre todo, ha cosechado resultados consistentes durante cierto tiempo, automáticamente la paloma lleva  aparejado el nombre de "Menganito", y ya la tenemos liada parda. Esto es así, aunque puede llegar a parecer  todo lo contrario.

  En mi palomar, hay ya cinco o seis generaciones nacidas en casa, marcadas de gran fondo en vuelo marítimo. El 95% es todo lo mismo, basado en un trabajo que se remonta al año 2003, 2004 en sus primeros estadios.
 Haciendo memoria, habrá dos o tres palomas que no tienen nada que ver con lo mío. El resto, todo, nacido en casa, ellos, sus padres, abuelos, bisabuelos, etc y sobre todo, volados por mi, y con un gran trabajo selectivo detrás. 
Podría, sin duda, continuar en esa línea de trabajo los próximos 30 años, pero nada cambiaría, porque parece que ello, jamás me fuera a dar el derecho a bautizarla como mi línea. ¿Que falta? Falta pasaporte y la notoriedad que te puede dar nacer en el norte. Eso lo entiendo, pero,... ¿qué tiene que ver eso con crear tu propia línea de palomas, sea ésta buena o mala? 

 Uno cuelga una foto, y parece que deba responder: Cultivo bricoux, o Jan Aarden, o quizá, ya más actual, Thonés, o Gabys, Koopmans, Jellemas,  etc. Y a buen seguro, que el que la formuló, respiraría más tranquilo si le respondo lo que quiere escuchar, porque sí,  adivinó que el ejemplar de aquella instantánea, "llevaba" Stassart.
 Anda ya! 
 Muchos de esos colombófilos creadores de sus propias líneas, adquieren, A MENUDO palomas de otros palomares , e incluso, muy a menudo, y efectivamente, lo aparejan con su BASE. Una base es necesaria, vital en mi opinión, pero es que hasta en eso somos seguidores del "firmamento" de nuestros sueños colombófilos.
 No hablo de valorar un trabajo sí, y el otro no, hablo de la capacidad para crear líneas de palomas, de trabajar con un grupo de animales, y por lo visto eso sólo puede hacerse si tu pasaporte es holandés, belga, etc...

  Lo que cada uno haga, piense, o diga, me parece bien, pero no deja de sorprenderme,  cómo pensamos, y,  por lo visto, nuestras palomas no son palomas, no como las de allí. Parece que si no vuelan Barcelonas, Marsellas, o Perpignans, no se las pueda calificar como tales. Y por lo visto, sólo otros, disponen del  poder divino para crear algo. No, señores, no,  son colombófilos, como tú y yo. Estuve allí, toqué palomas, hablé con ellos, y me fue suficiente para entender que no son de otro planeta. Tuvieron la fortuna en lo colombófilo, de vivir donde se hornea el "pan",  pero como siempre, los hay que entienden y leen la jugada, en un par de pasos, y otros invierten media vida, o fallecen soñando con algo que no existe ni existirá jamás.

Dándole una vuelta de tuerca más. En el supuesto de que yo estuviera equivocado. En esa posibilidad, de que sí, realmente hubo en su día, Jan Aarden  Bricouxs, etc...¿qué porcentaje de ellos quedan por ejemplo en palomares españoles tras 50 años? Puede que, quizá, el esmalte de una uña. No mucho más, aunque para algunos, eso de mucho de sí.

Si en un par de años saliera de la noche a la mañana, un super colombófilo holandés, y marcara extraordinariamente bien de Barcelona,  aunque éste no tuviera un trabajo de varios lustros detrás, en nada ya estaríamos hablando de las palomas de ... 

Personalmente soy de los que creo en el trabajo de los colombófilos, pero no me hace falta bucear en los libros de historia para dar con una línea de palomas. Y continuando en esa posibilidad de que mi planteamiento fuera erróneo, seguiría en la firme idea, de que crear es siempre mejor que copiar.

Concluyendo. Desconozco si hay líneas de palomas, lo que sí existe, sin lugar a dudas, es un enorme trabajo de algunas personas, un mayúsculo legado, fruto de miles y miles de horas, soñando con estos extraordinarios animales. 


PabS.

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