La competición con mensajeras es un deporte increíble, pero lleva adherida una pesada carga , ya muy asumida por nuestra parte, de pérdida de palomas.
Las mensajeras son animales, y como tales, tienen sus límites.
Hoy te explico qué pienso sobre esas líneas que marcan, en parte, hasta donde las podemos “estirar”.
¿Se quema una paloma en competición o nosotros las quemamos? Casi siempre, somos los responsables de todo lo que sucede en el palomar, lo bueno y lo malo. En un símil futbolero, podemos lanzarnos con un 3-4-3 al ataque o por el contrario podríamos poner el autobús con tres centrales y todo nuestro equipo defendiendo en nuestra área. Ser conservador o atrevido tiene sus consecuencias. En el video de hoy te doy mi punto de vista.
Saludos.
PabS.
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