Las pipas tienen eso, cuando estás en modo espera te sirven para matar el tiempo. Pues lo cierto es que sí....el que os escribe tiene como lema la sinceridad. Me muevo, como todos, con la tecnología, pero de veras que no había navegado en la red como lo estoy haciendo estas semanas.
Uso mucho, muchísimo internet, desde hace más de 20 años, pero no para buscar palomas o ilustres colombófilos. Ese nunca fue un objetivo para mi. Mis dudas eran otras y ahí, Mr Google sí podía ayudarme.
Naturalmente que había visitado páginas, Pipa, foros, youtube, etc, pero no con la intensidad de estos días. En mis inicios, obviamente que sí, pero ya desde hace bastante tiempo no me obsesionan las palomas de otros, no porque sean mejores o peores que las mías, sino porque me centro en mis propios pasos. Sé que ahí está la clave. Hasta tal punto soy de ese parecer, que muy de vez en cuando, incorporo alguna paloma y acabo siendo tremendamente injusto con ella. O no le crío, o lo hago poco, o llego a olvidarme de que la tengo. Antes era más enamoradizo, los baños de realidad tienen eso, te hacen ver las cosas como son, no como te gustaría que fueran. También no es menos cierto que a menudo sale a relucir mi escepticismo y eso es algo también a corregir.
No veo futuros campeones por todos lados, no me deleito con una foto y digo guau vaya paloma, porque la colombófila exigente, esa en la que llegan pocas, no entiende la belleza de la misma forma. Aprendí a ser muy pragmático. Si me guiara por los patrones de belleza facebookianos, no habría destacado jamás.
Reconozco en mi un punto obsesivo, y cuando me pongo con una cosa, no suelo descansar hasta desmenuzarla. Y estas semanas me he centrado de lleno en la red.
Tengo varios proyectos en mente, y para eso es fundamental darse un buen masaje de actualidad. En breve, os adelantaré mis intenciones para este año, y el que viene. Tras cabilar las posibilidades, ya tengo claro mis próximos movimientos.
Este mes de Octubre me he empapado de mucha, muchísima colombófila youtubera, cientos de videos. Algunos han captado mi atención, la mayoría, como suele suceder, una pérdida de tiempo. No he acabado satisfecho del todo, pero sigo buscando. Hay muchísima paja. En una simple ojeada ya sabes si te interesa o no.
Al mismo tiempo, en varias visitas a PIPA, como por ejemplo con este enlace https://www.pipa.be/es/newsandarticles/reports/mike-ganus-granger-usa-has-built-unsurpassed-million-dollar-family
uno se sorprende de la ingente cantidad de pasta que mueven algunos. Del tal Mike Ganus, no sabía absolutamente nada, hasta el video que colgué de los hermanos Castañeda. Impresiona hasta que nivel lo llevan algunos.
O el siguiente: https://www.pipa.be/es/newsandarticles/reports/florea-sorin-held-grand-opening-his-new-imposing-lofts-in-romania, donde parece que el negocio siempre está presente. Me maravillo observar que nuestro mundo disponga de una clase noble, pero, para bien o para mal, siempre he tratado de huir de todo eso, porque a mi, al menos a día de hoy, no me aporta nada donde quiero que lo haga: En el terreno de juego.
A todos nos gustan las palomas, hasta ahí de acuerdo, pero hay tal grosor en la capa de marketing que nuestra sociedad genera que quedamos impregnados de ella sin quererlo, e incluso en gente inteligente, en una breve charla con ellos, percibes que algunos ya fueron contagiados. No se trata de ser revolucionario, o de ir contra corriente, se trata de ver las cosas con naturalidad. ¿Qué observo yo?. Fotos, videos, palomas que triunfan en "carreteras bien asfaltadas", libres de enemigos, focos y entrevistadores al final del día, reportajes de rigor, las famosas pastitas,...protagonistas que viven su película, su gran día, y ahí, a lo lejos, en la sexta o séptima fila, estamos nosotros, de espectadores, viviendo su sueño a través del monitor, pero poco más.
Hay en todo ese pastel, una parte importante completamente irreal. Así lo siento, de lo contrario no me atrevería a expresarlo con tal rotundidad.
Un ejemplo. Soy un apasionado del deporte, del fútbol en este caso. El manido ejemplo comparativo entre Cristiano Ronaldo y Messi. El primero un futbolista fabuloso, buenísimo, con una pegada espectacular, uno de los grandes de la historia del fútbol si no te mueven los prejuicios. Un tipo que es un ganador, hecho a si mismo, que lleva en la sangre el mejorar día a día, brutal, sin adjetivos. Si fuera una mensajera, sería un crack.
Luego está Messi, del que no merece malgastar ni un sólo adjetivo porque los alcanza todos. El mejor futbolista que el planta fútbol ha visto nacer. En mi opinión, nada se le acerca, ni nada se le parece. ¿Entonces?, ¿por qué los comparan?. Lo hacen, porque hay un mundo de negocio y dinero a su alrededor. No hay más. Debate cerrado.
Recuerdo de niño como existía algo parecido, dentro del contexto de la época y con la distancia de aquella comparativa, entre Maradona y Rummenigge. Ambos extraordinarios, pero atreverse a comparar al alemán con el superlativo astro argentino eran palabras mayores.
En definitiva, con las palomas mensajeras ocurre algo similar. La capa de maquillaje es tan sumamente espesa que nos impide ver la realidad, y ésta es la que se vive en tu casa no en un video.
PabS.