martes, 14 de marzo de 2017

ESPECIALISTAS.

Casi cincuenta años contemplan esta joya. Merece la pena leer opiniones del pasado. A mi en cierto modo algunas lecturas me resultan muy enriquecedoras. Uno aprende de detalles aparentemente nimios. Al contrario de lo que pudiera parecer, en el detalle reside, en no pocas ocasiones,  la gran diferencia.

  Nos quedan pocos días para nuestro enjaule de oro. MARBELLA.
¿Que bien suena no? Por fin disponemos en la isla de una prueba reina con letras de oro. Una carrera sublime con unas características propias y una dificultad mayúscula.
  Hoy viendo comportarse a una hembra exactamente igual como lo hizo, "MAYA" mi primera de Marbella del año pasado, me ha hecho subir las cejas de alegría. Para más inri es hermana de Úrsula y Sebastián. ¿Señales de humo? En breve saldremos de dudas. En los detalles que ellas nos van dejando hay mucha información.
Tengo muchas ganas de contaros muchas cosas, pero prefiero dejarlo para el final. Hace ya semanas que tome una decisión colombófila, pero prefiero no adelantar acontecimientos. Además, quiero acompañarla de reflexiones que expliquen mejor mi sentir y el porqué y por qué ahora, y quizá quien sabe, aderezarlo con un buen sabor final de campaña. Ya veremos.

Una reflexión final. En estos momentos llevo marcadas 67 palomas de península. Hasta aquí nada inusual, y muy en la media de cada año. Me caracterizo en seleccionar mis palomas de una forma metódica y en bloque. Tengo un sistema desde hace años que he ido perfeccionando y que funciona muy bien en una colombofilia que es muy fácil venirse abajo un año. Muevo el palomar en conjunto, y me es indiferente si comienzo con 80 que con 130, o el número que sea...yo, por encima de todo, preparo y SELECCIONO. Y mis porcentajes de recepción suelen rayar desde hace una década lo excepcional.
 ¿Cómo es posible que un servidor año tras año marque más palomas de península que cualquier mallorquín teniendo ellos menos distancia y un charco menos?
Es como si alguien en la isla de La Palma metiera más palomas en campaña que alguien de Tenerife. No tiene sentido. 
Este detalle deja en el aire dos cosas:
Una, nadie selecciona como yo, ni tiene ni mis huevos ni mi confianza en lo que hago. Dos, el mallorquín y su colombofilia tiene un margen de mejora acojonantes. Hasta que no adquieran un par de camiones y tengan como espejo a un club como el de  La Mensajera Mahonesa, model en muchos aspectos, no saldrán de ese pozo.
  Sin acritud y con todo el cariño del mundo pues me encanta esa colombofilia y tengo muchos amigos en la isla vecina.
 Entiendo sus problemas y probablemente  mi reflexion no interese o simplemente su mentalidad hoy en día es otra muy diferente a la mía, pero es indudable que todo ello les impide mejorar.
 Hoy en día me atrevo a afirmar que les conozco muy bien y es algo que no deja de sorprenderme, teniéndolo todo a su alcance para ejercer una extraordinaria colombofilia, dejan pasar los años...
Lo dicho, al final de campaña, hablamos de estas y de otras cosas muchas cosas.

Os dejo con esta perla.

Pabs

viernes, 10 de marzo de 2017

La respiración.

¿Respiran bien tus palomas? He aquí una de las variables con mayor peso en el resultado final de las carreras.Cuestión absolutamente decisiva. 
En semejante tarea es determinante la calidad del aire  que respiran nuestras "niñas" en el interior de nuestras instalaciones. En definitiva, un buen palomar y un número adecuado de animales en su interior es la base para todo lo que viene luego. Palabras que reconozco resultan sorprendentemente sencillas de redactar  pero que en la práctica es nuestro gran caballo de batalla anual. Por ahí cojeamos la mayoría. 
Artículo de Willy Grunberg publicado no hace  menos de cuarenta años.


Pabs

miércoles, 8 de marzo de 2017

Las ondulaciones en las plumas.

 Máximo apogeo estas semanas por aquí. Colombofilia muy intensa la nuestra repleta de grandes emociones. El paso de las semanas nos deja sin aliento. No hay descanso ni para nosotros ni para ellas, las verdaderas protagonistas de estas aventuras colombófilas. Una media de quince, veinte noches de cesta en semanas, a lo sumo tres meses. Algo que una paloma terrestre no experimenta sino en años aquí tiene lugar en un suspiro de 12/14 semanas. Es simplemente una guillotina. Hay que hilar muy muy fino.

La colombofilia marítima exige mucho a colombófilo y paloma. Siempre me he expresado en lo mismos términos. Los buenos colombófilos, me es indiferente si vuelan en tierra, mar o montaña o donde sea, en el inmenso mar azul, con los ajustes pertinentes alcanzarían su nivel. Se darían cuenta de que muchas de las palomas que hoy les sirven , aquí ya no regresarían, pero como estamos hablando de grandes colombófilos, gente lógica y capaz, se adaptarían al juego, al nuevo medio, y a las nuevas dificultades añadidas.  Deberían superarse asi mismos como colombófilos, exigirse más de lo que hacían hasta ahora, salir de esa zona de confort cimentada en décadas de acomodo, pero no tengo ninguna duda de que sus triunfos llegarían.

El problema lo tienen los colombófilos medios, y creo que es aquí donde si se generarían grandes diferencias. El colombófilo medio, y entiéndase como tal a áquel que en los grandes fondos marítimos encuentra dificultades para marcar alguna paloma, no tendría semejante panorama si volará en tierra. Y en cambio colombófilos terrestres, alguno de los cuales con muy poco sacan pecho, aquí experimentarían una sensación jamás vivida antes por ellos.

Muchas veces el desarrollo de una prueba marítima no tiene grandes diferencias con una terrestre. Los grandes problemas vienen generados por el resto del bando que sigue a áquel, que es el que llega en tiempo y forma y que la mayoría de veces está formado por cuatro valientes.

Cambiando de tercio y en relación con la capacidad de sufrimiento o no de las palomas os cuento una express.
 Ayer me comenta Toni Salord (Ciudadela) que le acababa de regresar, después de un año una paloma que le regalé hace dos veranos.  Y lo interesante, la paloma fue dada por desaparecida en la suelta reina de Marbella del año pasado.
 La realidad es que nunca sabes la verdadera historia del final de una paloma, lo mal que lo paso, o si simplemente fue hecha prisionera muy cerca de sus aposentos. No, nunca lo sabremos, pero lo que es innegable es que la paloma llegó a su casa aunque tardo casi un año en recorrer los 850 km que separan Marbella de Ciudadela. ¡Bravo por la paloma!. No todas son capaces de eso. A eso le llamo yo una verdadera superviviente.

Para finalizar que es lo importante, os dejo con un interesante artículo del año 1975 de Willy Grunberg (traducido por Torrens-Pons). 
Os habréis cuestionado más de una vez el tema de las ondulaciones en las plumas. Como veis, ya en aquella época los colombófilos tenían su particular opinión al respecto.



Pabs.

viernes, 3 de marzo de 2017

Margarita "seis dedos"

La colombofilia está repleta de magníficas historias de palomas. Relatos épicos de animales extraordinarios. Una de cada miles y miles de palomas criadas realiza gestas sin igual. Hazañas para la historia.
Os dejo con una entrevista del año 2012 publicada en la revista La Voz de Gran Fondo. Así fue como Margarita "seis dedos" escribió la suya. Palomas que parecen no decir nada hasta que llega el día en el que los astros se alinean para que tengan lugar hechos como el de Margarita.




Pabs.

martes, 21 de febrero de 2017

Carlos Márquez Prats.

La entrevista tiene ya muchos años, y está en catalán. Tengo muy buen material en catalán pero no reproducible aquí por el trabajo que lleva traducirlo. Lo de hoy es una excepción, pero creo que con un pequeño esfuerzo y buena voluntad, se entiende muy bien.
Me encanta cuando Carlos dice estáis muy obsesionados con los halcones, jajaja. Creo que por eso y por otras muchas cosas sintonicé muy bien con él.
Asimismo resulta nostálgico cuando le preguntan cómo le gustaría ser recordado. En fin, la vida, simplemente la vida.    


  
Pabs.

lunes, 20 de febrero de 2017

¿Elegancia o eficacia?

Precioso el día de hoy. Ya con muchas ganas de primavera.
Por estos lares continuamos con la campaña deportiva. Estas semanas del año resultan verdaderamente apasionantes. Hay trabajo y años de experiencia detrás para conseguir situarlas (o al menos intentarlo) en ese escalón de condición física imprescindible para retos mayúsculos, pero también con el tiempo, el colombófilo gana en "callo" colombófilo, en saber estar.  Su lectura de los hechos gana en objetividad y con el tiempo aquel colombófilo novel sufre una mágica metamorfosis.
Mi mujer me comentaba esta misma semana: ¿Pero habéis comenzado ya? . Le daba la sensación de que mi dedicación no es la de antes ni por asomo. Y no, no le falta razón, no lo es. Mucho tiene que ver en ello la experiencia adquirida todas estas temporadas y porque no,  otras cuestiones que van limando poco a poco aquella ilusión de aquellos maravillosos años en los que sólo veíamos palomas.
Hoy gracias a muchos factores, todo resulta más sencillo. Y si alguien hace algo por complicar esa estabilidad es el que escribe, criando más palomas de las que necesita. En fin, esa es otra historia...

No podía dejaros en mejores manos que con la pluma de nuestro ya inseparable Bellani. El artículo de hoy es simplemente perfecto para los que empiezan. Podéis enmarcarlo si gustáis, y no olvidar jamás lo que en él dice. Os ahorrareis años de mucha tontería. En serio, merece la pena.



Pabs.

martes, 14 de febrero de 2017

La forma. 1981

Nuestro ya íntimo Bellani suelta en este fantástico artículo muchas perlas que merecen ser leídas con atención. Lo mejor al final.
La voluntad de una mensajera no es mesurable a simple vista. Sólo lo hechos pueden constatar que estamos en presencia de un animal con una voluntad de hierro. En su inmensa mayoría los cracks de gran fondo poseen esa cualidad sin la cual son inimaginables sus hazañas.
Hay cualidades como la resistencia, la orientación o la inteligencia que están adheridas a una determinada línea de palomas con la que trabajamos, a la que tratamos de dar forma, con más o menos éxito, y con la que los que la disfrutan pueden beneficiarse  de ella de una forma u otra, que no es moco de pavo amigo, pero la voluntad, esa de la que hoy hablamos, no viene en ningún libro. Esa es patrimonio de ese animal y es un tesoro de incalculable valor. Esa voluntad que da lugar con el tiempo a mil y una historias  que rompen los esquemas de los eruditos de lo teórico. 



Pabs.

lunes, 13 de febrero de 2017

¿Puede la paloma volar a más de 5.000 metros de altura?


Una curiosa anécdota de aquellos tiempos iluminada con la pluma de nuestro incombustible Bellani.
La mía, la pluma me refiero, anda acartonada últimamente. Ahora hay que estar a lo importante. Ya habrá tiempo de plasmar aquí mil y una cosas que pasan por mi cabeza.





Pabs.