martes, 8 de marzo de 2016

ODIN. El guerrero de Lloret. (Año 2014)



La de hoy es la historia de una paloma excepcional. Uno de esos animales que esperamos impacientes toda una vida, y que en la mayoría de ocasiones jamás nos llega a complacer con su presencia.
Todos vivimos con la esperanza de que un día la fortuna nos ilumine  y logremos poseer ese animal mágico que pagué nuestra particular factura de desamor, la de tantos sinsabores, de tanto tiempo, dinero y por encima de todo ello, de tantas ilusiones frustradas por el camino. 
Aquellos que hayan podido disfrutar durante su vida de un ejemplar de semejante brillo tuvieron la gran fortuna de estar ahí. Algo les sonrió. El destino, el azar, quizás un cúmulo de circunstancias, no es fácil hallar una respuesta que descifre tan compleja cuestión.
 Uno puede comprar papeletas para que ciertos acontecimientos tengan lugar, y esas nos acercan más a que “algo”  pueda llegar a suceder.  Si seleccionamos con dureza o  preparamos bien las palomas, lo habitual es que la cesta nos recompense tarde o temprano. Pero no, no me refiero a eso, y si lo hago a la aparición fortuita de un auténtico super animal. Sin más. No hablo de superpreparación, pócimas mágicas  ni de sistemas nuevos ni de nada por el estilo. Hablamos del nacimiento de un crack.
 ¿Existe la ecuación apropiada que nos desvele el porqué de la existencia de animales dotados de un “no sé qué” que les hace  a nuestros ojos simplemente brillantes?. Casi con toda seguridad nada puede descifrar determinadas cuestiones. Y son estas cosas las que hace que todos, campeones, principiantes y colombófilos en general, compitan con la esperanza de que algún día les toque a ellos.
Hace unas semanas os narraba en unas líneas lo que en mi opinión significa Lloret, y precisamente el pasado 27 de Junio, todos los registros de tan gloriosa prueba fueron literalmente fulminados por una paloma.
José Bellón Rodríguez es el afortunado propietario del protagonista de esta gesta. Colombófilo natural de Cariño, una pequeña población de pescadores situada en el norte de A Coruña,  conocida porque en ella se dibujan  interminables acantilados. Los de mayor altura de toda Europa.
José es un tipo especialmente tranquilo, un romántico dedicado a la ganadería y  enamorado de las palomas desde crío. Por motivos profesionales a Bellón no le sobra el tiempo, y gracias a la inestimable ayuda de su madre, puede disfrutar de tan apasionante deporte. 



En la primavera de 2012 nació este fantástico ejemplar. De nombre, Odín. Su propietario me revelaba que el destino quiso que éste fuera único incluso en su origen. Fruto de una extraña combinación que tuvo como protagonistas en tan glorioso enlace a un macho portugués regalado a José de pichón, como agradecimiento por la comunicación de una paloma portuguesa perdida,  y a una hembra noruega, de líneas Van Roy, obsequio de un amigo con motivo de la presencia de noruegos en A Coruña durante 11 años en los astilleros de la costa gallega. ¿Quién lo hubiera dicho no? Siempre existe el animal que nos deje en mal lugar.
Un cruce abierto donde los misterios del universo pusieron de su parte para que este enlace diera una de las palomas más brillantes de la historia gallega reciente. La colombofilia nos demuestra con este hecho que da oportunidades a todo el mundo. Aquel que enjaula tiene la posibilidad de vivir algo único como lo acontecido el último fin de semana del pasado mes de Junio en el hogar de los Bellón. ¡Magia pura!. Tras casi 15 horas de dura batalla Odín se presento exhausto en su morada. ¡Había hecho historia amigos!.
Nuestro héroe voló el pasado año, no dando en realidad  muestras de nada relevante, al menos no se adivinaba algo tan mayúsculo. Afortunadamente Odín escondía en su interior un maravilloso regalo. Su primera temporada fue más bien mediocre, con dos sueltas de velocidad/medio fondo durmiendo fuera de casa. Nada hacía presagiar en principio los logros de la presente.
Odín comenzó la temporada 2014 de otra forma. Y ya en las primeras carreras dio indicios de que su nuevo “traje” prometía, uno que le llevaría a pasar a los anales de  la historia colombófila gallega.
Antes de Lloret, ya  dio muestras de una gran condición obteniendo un 1º social de Alcázar de San Juan así como un 2º social de Zaragoza. Se comenzaba a adivinar algo en aquel pequeño macho.
En Almazán fue enjaulado en una mala postura. Aquellos días su hembra estaba a punto de poner y Odín estaba desesperado  en una obstinada persecución de nido. Como era de esperar, perdió algo de peso, y no parecía que aquellas condiciones fueran las idóneas para una prueba de desgaste como fue Almazán. Pero los libros, manuscritos y la toda la vetusta literatura que rodea a nuestras palomas quedo apilada en una esquina. Se equivocaron una vez más. Odín logró una excelente clasificación.
Lo cual demuestra que los cracks se zampan las teorías más anquilosadas. Éstas no fueron formuladas para animales absolutamente diferentes, como el de Odín.
En Almansa, penúltima cita del calendario gallego, Odín dobló la rodilla. Tuvo algún que otro problema y llegó “tocado”(arañado por una rapaz probablemente), regresando de dicha prueba al día siguiente. 

Tras varias semanas de descanso arribo el gran día.  La población de Cariño despertó ese mañana despistada, desconociendo por completo lo que estaba a punto de suceder.
Nuestro guerrero fue enjaulado a Lloret en postura de huevos, pero en realidad daba lo mismo. Odín se sentía fuerte, muy fuerte, y ese día decidió poner en jake  los límites más extremos de la colombofilia gallega. Raudo, veloz, obstinado. Y lo hizo.
Tras un buen puñado de horas se convirtió en la primera paloma gallega en volar Lloret del Mar en el mismo día de la suelta, y no de cualquier Lloret, de uno verdaderamente duro.
Se especula con el itinerario recorrido por este auténtico fuera de serie. Probablemente se separó del bando y voló por la costa. De hecho su propietario lo vio llegar por ella. Nunca lo sabremos, pero es indudable que Odín es un visionario. Este animal encontró el camino más corto, uno que jamás ninguna otra paloma gallega halló antes en 80 años de pura colombofilia .
En nuestro deporte de lo que se trata es precisamente de eso de encontrar el camino más corto para ese día concreto. Esa inteligencia unida a una resistencia descomunal es la que hace a determinados animales diferentes al resto.
Odín se convirtió de este modo en 1º Regional de Lloret de Mar, única paloma comprobada en el día (jamás antes sucedió algo parecido), 1º Marathon Social, y probable Marathon Provincial y Regional Gallego, y un sin fin de ilustres distinciones.
¿Que más puedo añadir? Todos querríamos un Odín en casa.
Las ofertas por Odín se multiplican estos días, pero la firme decisión de su propietario por guardar semejante tesoro es más fuerte que el deseo de muchos.
Desde aquí mi más sincera enhorabuena a José Bellón, a su madre Carmen y a esa máquina de la naturaleza bautizada como Odín.




Pabs.