Hoy me toca hacer de babysitter. Maya duerme (¡aleluya!). Así que aprovecho para hablaros sobre un tema que tiene su miga.
Como todo, y esta cuestión no es una excepción, la designación de palomas puede llegar a resultar más o menos sencillo, o todo lo contrario, convertirse en una verdadera pesadilla.
Tengo amigos que no le prestan ninguna atención y otros en cambio, viven obsesionados con ello. Lo que si es innegable es la necesidad de designar bien, con garantías para ganar campeonatos. Los campeonatos se ganan con las palomas designadas. Cuanto más afile uno su equipo de campeonas, menos margen para el error.En ese punto estamos todos de acuerdo e inevitablemente igualados. A día de hoy estas son las normas.
Los que poseen un gran elenco de ejemplares disponen de mayores posibilidades de acertar pero también para equivocarse.
El que dispone de 20 animales y va a enviar los 20, 15 de ellos quedaran fuera de la designación. En cambio el que va a enviar 5, éste mejor que no lea este escrito. No le hará falta. Ellos jamás se equivocan. Viven con el miedo en el cuerpo y ese detalle no les dejara progresar.
Designar puede ser una lotería o no. Esto admite opiniones de todo tipo. Personalmente creo que no hay nada de lotería en ello. Acertar o no depende de mil factores y no hay una pócima mágica que nos asegure el no equivocarnos. De hecho nos movemos sin duda alguna por arenas movedizas.
La colombofilia marítima dispone en este aspecto, como casi siempre, de un añadido extra en cuanto a la dificultad para designar.
En primer lugar por la propia naturaleza caótica de las sueltas, y en segundo lugar, porque los equipos de palomas se renuevan anualmente de una forma drástica, hasta el punto de que es harto complejo observar palomas de tres años que sigan en liza, y ello refuerza la idea de volver a empezar cada año, la información es por tanto, mucho mas limitada. No hay palomas que lleven con nosotros tanto tiempo como para conocerlas con cierta profundidad. Aun así, si es posible.
Los hay que cobijados bajo el miedo al fracaso, solo envían 5 palomas en las sueltas donde debemos dar lo mejor de nosotros mismos. No, no es el estilo que yo predico. El fin último en una colombófila temible, aunque yo la aplicaría allá donde viviera, debe ser seleccionar palomas extraordinarias, y cualquier oportunidad es buena para "informarnos" un poco mas de dónde están. Y es así como, casi sin darnos cuenta, cobramos ventaja sobre nuestros rivales. El conocimiento de nuestros animales es de esencial importancia en la difícil elección en las designaciones.
En la colombofilia terrestre el arte de designar consiste en acertar que palomas llegaran primero, en la isleña, aún siendo lo mismo, tiene el agravante de que además hay que lograr que la designada regrese a casa. Y es que en sueltas donde solo el 10% regresa...al 90% restante no lo volvemos a ver, y en ese tanto por ciento, en ocasiones las designadas "vuelan".
En cientos de tratados, y novelas "caballerescas" tratan de ayudarnos sobre los signos que nos alertan de la forma, o indicios que presuponen un estado especial para designar aquella u otra paloma.Los obviare porque no los sigo. Yo provoco que aparezcan. Es muy diferente.
¿Cual es mi criterio para designar a mis elegidas?.
Lo fácil sería escudarme en la retahíla de signos que me señalan la inminente llegada de la forma de mis atletas, pero como indico, no sigo esos signos o señales. Debo reconocer que cuando empecé en esto, las seguía todas, es mas, iban apareciendo nuevas formas de identificar un estado extraordinario, pero con el tiempo, entendí que era una perdida absoluta de tiempo, y que inducía a errores y uno acababa fantaseando más a que aprendiendo. Y yo soy más pragmático que todo eso.
Puntualmente en mi carrera deportiva si he observado algún comportamiento especialmente llamativo y me dejé llevar por mi intuición, pero no es la regla general.
Ni puntos rojos, nada de plumas erizadas en el oído, nada de escamas limpias, nada de abrir bocas (salvo para constatar que algo no marcha bien). A mi me interesa el proceso en el que una paloma se pone en forma, la consecuencia misma de ese proceso es la forma, y ésta se manifiesta visualmente en el vuelo diario de la paloma, en su regreso de las distintas sueltas cada semana. Querer ceñirlo a una serie de "señales", es simplificarlo demasiado. Tenemos la extraña manía de querer clasificarlo todo. No es necesario, ni nos da pistas reales de lo que realmente esta sucediendo.
Mi sistema se basa en primer lugar en un conocimiento profundo de mis animales. Esa es mi gran baza y debe serla de todo colombófilo que aspire a grandes gestas. ¿Que quiero decir con ello? Ni mas ni menos, que he arriesgado con las palomas más que nadie, he perdido más que nadie, he buscado las aristas del marco, y después de todo ello, me ha quedado ese poso de información de un incalculable valor para alguien de mente despierta. A partir de ahí, tan sólo hay que saber manejarse con ella.
Dicho lo cual, tengo en cuenta una serie de aspectos, para mi importantes.
Partamos de la base de que en un 99% de las ocasiones, sólo designo hembras. En alguna ocasión, permito a algún macho entrar en el olimpo de las designaciones, pero es ciertamente algo más infrecuente en mi casa.
Con este hecho, descarto el 50% de las palomas. Ya lo tengo un poco mas fácil ¿eh?. Y lo hago así, basándome en mi experiencia, y en la estadística, que en este extremo es abrumadora en el vuelo marítimo que yo he mamado.
Siendo hembras, los siguientes criterios son, su trayectoria esa misma temporada y en su caso, la temporada anterior, si esto ultimo fuera posible.
Y, muy importante, quienes son sus padres, es decir la sangre del animal. Sólo conociendo profundamente el material del que uno dispone puede llegar al extremo de que hay palomas que no solo no designaría nunca, sino que tan siquiera me atrevo a llevar a la península, porque conozco el final de la película.
Aqui merece la pena hacer un inciso. Mi forma de llevar las palomas sigue unos parámetros bastante definidos. Soy, a pesar, de que va contra natura en la competición marítima, entre otras cosas, por lo comprimido de la temporada, por las interminables noches de cesta y por la dureza de las sueltas, bueno, a pesar de ello, soy de los que encesta casi cada semana, casi todas las palomas. Al menos la primera parte de la temporada. Esto supone un riesgo enorme donde me muevo, pero pone a mis palomas en condiciones de ventaja sobre mis rivales. Actuándo de este modo ya se observa quienes no aguantan el ritmo, que hermanos van cayendo. Todo esto resulta vital a la hora de designar. Subo el listón, y la fruta madura va cayendo con el paso de las semanas.
Si yo entrara palomas de otros orígenes en la reproducción cada año, este conocimiento del que hago gala seria una utopía. Aquí no hay milagros y si información.
Por ultimo, y cumplido todo lo anterior, el día del enjaule me toca la misión de designar 5 palomas del conjunto que voy a encestar, y ya en ese momento, las tomo en mis manos una a una, y decido.
En este punto he de decir que cuando empecé con las palomas, designaba semanas antes, jajaja. Tranquilo, todo se aprende en esta vida, esto también. Este año sin ir mas lejos he designado en el club. Ya llevaba una idea preconcebida en casa, pero la decisión final la tomaba esperando turno para enjaular.
Un ejemplo, aunque la tónica fue esta toda la temporada. Última suelta, solo regresa el 11% de las palomas, me lo jugaba todo, y encesté 15 palomas, y tan sólo regresaron a la isla 10 palomas, 5 de ellas fueron mías, y 4 eran designadas...
Otro ejemplo. Nuestro gran fondo oficial. Suelta donde solo regreso el 15%. Sólo 12 palomas regresaron a la isla, 7 fueron mías, y de ellas, 4 designadas.
Otro, uno de los Bazas especiales, regresa el 27%, 22 palomas en la isla, envié 9 y marque 6, de las cuales 4 designadas. Todo esto que os cuento, siempre con palomas diferentes en cada ocasión. Si se puede!.
Cuando las palomas entrenan muy bien, la uniformidad en sus cuerpos, las consecuencias de un acertado trabajo físico suelen ser tónica general, pero siempre hay alguna que sobresale, y esto se observa en las manos, en su comportamiento y actitud. Estas palomas que sobresalen,eso si, cumplidas las otras variables enumeradas anteriormente, las suelo designar.
De todos modos, las palomas cuando están muy bien preparadas y en condiciones, "hablan", te lo dicen, lo que sucede es que no es lo mismo designar sin todo lo mencionado anteriormente que solo designar teniendo en cuenta a la paloma en la mano.
No olvidar ese detalle que a veces marca la diferencia. Reunidas todas las condiciones anteriores, no se debe olvidar el celo, ese especial de aquellas palomas determinadas, que demuestran un especial y oportuno cariño hacia al palomar, su prole o lo que sea.
¿Todo esto suena muy bien verdad?, más si además funciona, ¿no?, pero para llegar a un punto de regularidad en el acierto de las designaciones, hay un profundo conocimiento de la línea que uno maneja. Esa es la base del posterior éxito
Después de todo esto rollazo, la suerte también ayuda, jajajaja. Os dejo, que toca biberón.
Pabs.
