Nuevamente, cortita, al pie, pero eficaz para aproximarnos a la realidad de aquel tiempo.
Algunos me preguntan donde tiene origen la nostalgia de los escritos publicados estos últimos días.
Tratando de responder de una forma sincera, pues no lo sé. Son semanas luchando conmigo mismo, buscando fuerzas de no sé donde para no hacer un definitivo "Nico Rosberg".
Probablemente cuando más me acerco al abismo de abandonar es cuando este tipo de textos cuasi bíblicos me ayudan a superar el trance, o cuando menos me echa una manita para minimizar daños.
La amenaza de otros compañeros de la isla con el mismo himno, es decir, abandonar, no ayuda. Se genera una atmósfera cargada de negatividad que no es la adecuada. Cada cual tiene la respuesta a su problema pero a esto se llega juntos.
Bueno, al lío. Os dejo con esta joya de hace 45 años.
Pabs.