martes, 6 de diciembre de 2016

Una tarde con la historia.

Mi colombofilia no se ha limitado todos estos años exclusivamente a volar palomas. Como todos vosotros, sediento de páginas que hablaran de aquello que nos apasiona, he leído cualquier cosa que fuera cayendo a cuentagotas por mis manos.
Con el tiempo, desesperado por saciar mi sed, compré infinidad de libros, revistas, en español, en inglés, y en algún momento hasta llegué a creer ingenuamente que entendía otros idiomas, jajaja.
 He adquirido revistas antiguas cuando me ha surgido la oportunidad, otras me las han regalado. Hablamos de auténticos tesoros. Para mi todo ese material posee un incalculable valor.
Agradecer enormemente a algunos amigos que me han ido enviando material de todo tipo relacionado con nuestro mundo y que queréis que os diga, es algo con lo que disfruto enormemente. 
Reconozco que nunca tuve la tentación de convertirme en un Quijote desquiciado, ni llegué a creer en los dictados de los libros de caballerías. Digamos que me interesan menos aquellos artículos que versan del cómo hacerlo y me decanto claramente más por aquellos otros que tratan de lo histórico,  de lo que sucedió, de  entrevistas a campeones en blanco y negro, que en muchos casos ya no están entre nosotros. Todo ello siempre me hace comparar, analizar y como no,  reflexionar.
Hoy, y el día invitaba a ello, he repasado algunas de los cientos de revistas y libros de mi peculiar biblioteca colombófila.
En una me he topado con una entrega de trofeos de mi club la Mensajera Mahonesa allá en el año 1977. Casi 40 años nos separan. Habla el texto de lo que en aquella noche sucedió, de quienes asistieron, de sus discursos. Cuando uno lee esos párrafos, resulta encantador ver como era todo en aquella época. 
En las clarificaciones se observan  cinco llegadas. Es probable que no hubiera muchas mas. Entiendo que sólo figuran cinco porque eran esos los premiados. Inverstigaré. No obstante, si sorprenden positivamente esas marcadas con los medios de la época. Y esa reflexión deja  una puerta entreabierta, que dejo para otro día.



 
Rascando en otra revista, nos habla de la otra gran sociedad colombófila de la isla, el Club Colombófilo de Ciudadela. En este caso data de una entrega de trofeos del año 1975.
Resulta cuando menos curioso como  se escenificaban  aquellas citas. Acudían los alcaldes de los pueblos, representantes de la guardia civil, y hasta el clero. ¡Que tiempos!.
La fotografía nos revela como ha cambiado la sociedad y nosotros mismos.






Por último os paso una entrevista. Corresponde al campeón regional de gran fondo de 1975, Don Pedro J. Servera Pallicer.
Las respuestas revelan muchas incógnitas. Como la alimentación, la mentalidad de la época. Interesante.
Como el que os escribe también ha sido campeón regional, y nacional de gran fondo, así como regional absoluto, etc...(este párrafo es un guiño a mis "amigos", jajaja), quien sabe en unas décadas cuando nuestra colombofília esté ya moribunda, alguien lea algunos de mis textos, alguna entrevista, y casi con toda seguridad se extrañe de mi forma de pensar. Todo evoluciona, sólo hay que asumirlo.





La historia sólo suele dejar buenos recuerdos.  La velocidad de esa paloma en un 750 km revela muchas cosas. Algunas de ellas cuando empecé ni tan siquiera hubiera reparado en ellas. Hoy que le he dado la vuelta a cada esquina de la habitación en busca de respuestas, creo tener algunas de ellas resueltas. 


Pabs.