sábado, 7 de enero de 2017

La maestría del colombófilo.

En esta ocasión un puñado de reflexiones de Jaime Vila allá por aquel lejano 1986.
Razonaminetos e ideas sueltas, pero hay verdades en su contenido.
Por aquí andamos con el calendario de sueltas comenzado. Llevamos ya 4 sueltas y hasta que no se van cribando las palomas hay un inagotable goteo de pérdidas. Por otro lado es lo mismo de cada año. Pocas palomas son capaces de darnos satisfacción o de aproximarse a ella. Es algo que debemos tener en cuenta y no tender a olvidarlo.
Por lo que a mis pupilas se refiere todavía no han probado el barco. Ya están preparadas para ello. 
Cuando el colombófilo siente que ya están listas, cuando puedes observar en su vuelo diario las señales de que están más que preparadas, el colombófilo no puede sino sentir una gran satisfación interior. Es la primera piedra y la más importante. Lo contrario sería imaginarse a un equipo de futbol habiendo realizado una mala pretemporada. Este detalle es algo que muchos colombófilos infravaloran. ¿Cuando saber que es el momento? La respuesta la tienen todos aquellos que realizan sus primeras sueltas y pierden hasta las botas.
Os dejo con el texto de Jaime Vila.  


 



Pabs.