No existen los milagros aunque tengo claro que todos aquellos que disfrutan de las palomas y de sus logros tienen un denominador común. Exactamente igual que aquellos otros que año tras año no lo logran.
Para mi es una cuestión de equilibrio. Y ese, no habita en los libros, sino en nosotros mismos. Los hay que con poco lo hallan, otros que con mucho van de costado casi siempre. Esto es lo bello de este maravilloso e hipnotizante deporte.
Pabs.