miércoles, 22 de marzo de 2017

Me encanta la música pero ya no tengo ganas de tocar...

  
   Un año de blog da para muchas cosas. En unos días tendrá lugar ese primer aniversario bloguero. Sí, ya ha transcurrido un año desde que esta nueva etapa comenzó a rodar, en la que ha que ha habido todo tipo de momentos y donde he tratado de ofrecer cierta calidad en las publicaciones. Esa fue la intención.
Me siento romántico hoy, que se le va a hacer. Calculo rondará las 70.000 visitas cuando llegué la fecha. Como si del McLaren-Honda de Alonso se tratara costó algo arrancar de nuevo el motor, pero ninguna de las etapas anteriores tuvo el número de visitas de la actual ni por asomo. Me congratulo por ello.

 Estas semanas en la isla coinciden con  el climax colombófilo menorquín. Hay que estar centrado en la preparación de las palomas, pero lo "duro" ya pasó. Ahora hay que tener algo de fortuna, pero el trabajo está hecho. Al menos la parte del mismo que incide más en el resultado final. Así lo percibo yo.

 No hay nada más apasionante que la situación actual. Observar su vuelo diario,  del que uno es plenamente consciente que dura lo que dura un suspiro, son meses, disfrutar de ese viaje, y del gran premio final. Esa noche anterior a la suelta. Y como no, de las llegadas. Ese mágico e inolvidable momento que hace que olvidemos toda la mierda que salpica a este deporte, que la hay, y mucha. 
  La alegría de ese envolvente instante, la decepción por aquella paloma perdida o esa tarde aciaga digna del mejor de los reseteos. Levantarse a la mañana siguiente, café humeante en mano, con los ojos clavados en el spoutnik, y las esperanzas renovadas por un descanso reparador tras la agotadora jornada de competición del día anterior. En definitiva, con la ilusión de ver llegar a una de tus gladiadoras con el despertar de los primeros rayos del sol, y  poder vivir un  sinfín de emociones y aventuras que hacen de la colombofília algo singular y mayúsculo para los que la amamos.

  Con el tiempo he aprendido a preparar las palomas de una forma exquisita (me da lo mismo como suene), pero me he ilustrado también en otras "artes", como  las de manejar y  entender  cierto tipo de "situaciones", aunque otras me resulten inasumibles a pesar de mi buena predisposición a su entendimiento.

 Comencemos. Lo que voy a exponer a continuación son únicamente opiniones muy personales enfocadas al mundo colombófilo en general. Que nadie interprete que estoy enfadado con el mundo. Nada más lejos de la realidad. He bajado los brazos, sólo eso y me apetece expresarlas.
  Los calendarios deportivos deberían respetarse salvo que las circunstancias hicieran imposible o muy difícil el regreso de las palomas. Ayudar a los colombófilos y a sus palomas, sí, sin duda, pero no todo vale. La búsqueda del viento a favor no debería convertirse en obsesión, ésta debería ser evitar los días desastres.
 Importante comprender el concepto desastre. Volamos sobre mar y eso conlleva ciertos peajes. Es ridículo pretender que el viento ayude en cada semana de competición, y por otra parte no se concibe la colombofilia marítima sin perdidas.Complicado matrimonio, ¿verdad?.

 Del mismo modo, y sin que suene contradictorio, los cambios de fechas en los vuelos mediterráneos están a la orden del día por pura necesidad vital. Las federaciones, nacional y regional, deberían ser mucho más sensibles a toda esta problemática marítima. Ni ellas lo son ni nosotros consecuentes con ello, pero no, no todo vale. 
Deberíamos, para variar,  tratar de no engañarnos a nosotros mismos.Y tampoco estamos por la labor. 
  No hay que buscar la colombofilia desastre pero no se puede ayudar al que no quiere. Las palomas no te las trae nada ni nadie.  Un día te ayuda  el viento, pero despertará otro en el que dios eolo ya no nos las empujará y ahí chocamos frontalmente con la realidad más aplastante. 
  Hay que preparar mejor las palomas y seleccionar con mucha constancia. Nuestro ánimo debe ser el de mejorar constantemente. Nosotros los colombófilos los primeros, ayudados por clubs y federaciones. Para atrás ni para tomar impulso.
  El error de base tiene su origen quizá en llegar a pensar que necesitamos el viento a favor para que nuestros animales regresen, que vivamos y respiremos de él. 
  Hubo un tiempo en el que si fue de gran ayuda, de hecho lo buscamos, y nos ayudó a elevar nuestro nivel en una colombofilia que requería ni más ni menos que eso en aquel momento. Aquello fue como el que toma antibióticos, analgésicos y antinflamatorios. Sirven para lo que sirven. Y uno no puede tener la perspectiva de su uso eterno porque al final nos convertimos en enfermos crónicos. Un sí rotundo a un viento favor de algún modo en sueltas tipo 800,900, 1000 km...de otro modo no se entiende apuntar a esas distancias con nuestras dificultades, pero no podemos buscar el viento en simples velocidades. Hay que cribar y seleccionar. 

 Los que de alguna manera nos acompañan los resultados no es fruto de ningún sorteo aleatorio del destino. Hay un derroche brutal de energía y recursos detrás, y eso desgasta. No es justo que los que no los obtienen se quejen constantemente de todo, de los días de suelta, vientos, de halcones, de responsables, en lugar de mirarse asimismos. Todo está mal para ellos. Esos también deberían hacérselo mirar en un buen ejercicio de sinceridad individual.
Si en una suelta algunos lo tienen muy bien y otros muy mal, éstos últimos deberían reflexionar y hacer todo lo posible por escalar donde están los otros, los de siempre. Es lo que yo haría. 

 En cierto modo he aprendido a moderarme, incluso cuando sé que va en contra de mi propia naturaleza, por pura salud, por cansancio mental o por puro aprendizaje en el control de mis impulsos y emociones. Cuesta horrores entender según que situaciones y actitudes, etc...pero parecer el "malo" siempre se cobra su peaje. También me canse de todo ese teatro, como ese actor venido a menos hastiado de que sólo se le ofrezcan papeles de "malvado" porque en aquella fatídica película fue encasillado y jamás logró salir de ese pastoso  bucle. Estoy bromeando pero al final bajas los brazos. Es humano.

¿Por qué todo este rollazo? Bueno viene de lejos, pero en síntesis por la situación mallorquina actual.  Observo estos días desde la lejanía lo que está sucediendo esta temporada más al sur, donde tengo muy buenos amigos, y el tema parece que se les está enquistando. La preciosa isla de Mallorca no se merece lo que le está sucediendo. No es ya un tema personal, sino de existencia vital colombofila. Es muy probable que se vendan más anillas hoy en día, pero eso no indica buena salud. En cinco o seis años han caído unos 40 colombófilos, y eso es grave, muy grave. Dobles bandadas, campeonatos para "granjeros", falta de transporte adecuado, montar las jaulas como si de países tercermundistas se tratara, soltadores con ausencia de criterio, dirigentes responsables, ¡un cambio urgente de mentalidad se requiere ya¡, etc, etc... 
 Que muevan el culo que el colombófilo, cansado de tanta mierda, nos abandona a la vuelta de la esquina.
 Entiendo a unos y a otros, pero sobre todo, no entiendo nada, y es entonces cuando comienzo a entenderlo todo, jejeje. Y ahí, en ese lapso de tiempo que dura lo que un parpadeo de ojos,  en el que se me quitan las ganas de colombofilia, y me pregunto si todo esto de veras merecerá la pena.

Vivimos en un mundo  presidido por una falsa diplomacia, intereses propios, y mucho tribunero. Lo tomas, lo dejas o lo cambias. Ese sería el lema. Creo que yo ya he decidido.

 El año pasado me di distancia y traté de reciclarme conscientemente apartándome de las clasificaciones. Me planteé seriamente qué quería hacer y como iba a vivir todo esto de la colombofilia en los próximos años. Tras unos meses en mi nueva etapa, y quizá no es el momento idóneo para tomar decisiones perennes, o quizá sí, pero estoy más cerca de abandonar que de seguir en el barco.  No puedo ser más explícito, pero este tipo de colombofilia me consume, y soy incapaz de volar palomas sin competir de algún modo. Para mi la situación es confusa, pero lo que tengo muy claro es que en lo colombófilo me siento vacío.
 Y no pienso sólo en mi, sino en lo injusto de determinadas situaciones, algunas de ellas, esperpénticas. Hablo en voz alta, y por las muchas cosas que veo en tantos sitios que...
Volvamos al tema Mallorca que es el que más me "pica" este año. Lo que está sucediendo estas semanas allí no tiene ni pies ni cabeza. Las cosas se pueden hacer bien o mal, pero también se puede rectificar cuando ya sabes que las has hecho mal. Todos nos equivocamos, pero en ocasiones es también una cuestión de actitud y de buen talante. Debemos respetar a los que toman las decisiones pero importante también debemos elegir a buenos dirigentes, a buenos soltadores, a gente capaz etc...en este caso mi opinión es que en Mallorca las cosas no se están haciendo bien.

 Al finalizar la temporada os revelo mis próximos movimientos pero sobre todo, esbozaré las razones que me llevan a apartarme de todo esto,  no sé hasta cuando ni si hasta siempre.



 En lo personal he llegado a la conclusión que carece de sentido el vertido de reproches de unos a otros, cada cual debe mirar por sí mismo, aunque es más que probable que debiéramos hacer algo más por la colombofilia y algo menos por nuestros ombligos. Todos somos responsables de nuestras palomas pero lo somos también de la supervivencia de la colombofilia. ¡Esto cuesta dinero señores!.Hay una enorme inversión de energía tras muchas ilusiones generadas durante meses y meses.

  La colombofilia es simplemente acojonante, reune todo lo que uno puede soñar para disfrutar de mil situaciones, pero también genera una sensación de hastío, cansancio e impotencia y estrés comparables con pocas cosas a las que yo haya conocido, y para seros totalmente sincero, llega un momento en el que uno dice basta. El corazón quiere, pero la cabeza no puede seguirle, y lamentablemente las noches de verano ya no son lo suficientemente largas como para borrar según que heridas con estériles lameteos.

¿Me estoy perdiendo otras cosas?, pero sobre todo soy incapaz de vivir determinadas injusticias sin agarrarme cabreos sin solución. Finalmente uno llega al convencimiento de que si me rodean todos estos pensamientos de los que soy incapaz de desprenderme, el que tiene verdaderamente un problema soy yo. Esa lucha está muy presente en mi cabeza desde hace años, y es por todo ello que....mejor no adelanto ... hasta que finalice la temporada, pero sinceramente HOY no le veo salida.
  Es muy cierto que ha habido temporadas en las que no volé  y me sentaron muy bien, pero siempre me quedó ese gusanillo por volver.  Ese duende que te hace olvidar todo lo malo vivido antes.
Con la perspectiva del tiempo me doy cuenta de que ya he estado en el paraíso varias veces y en el infierno otras tantas, y hoy sé que hay otros lugares que quizá merezcan más mi atención. Hacer "turismo" siempre fue sano. 

 El otro día de casualidad, me enteré repasando documentos del como la Federación Balear de colombofilia ha modificado capciosamente los sistemas de puntuación desfavoreciendo de una forma premeditada a los menorquines alejándonos todavía más de ibicencos y abandonándonos a la deriva como en tiempos medievales.  ¡Ni pies ni cabeza!. No se puede ser más injusto. Si no teníamos practicamente posibilidades en el pasado (la estadística lo demuestra) ni os cuento ahora. El sistema actual alimenta la idea de que los menorquines haciendo lo mismo que otros competidores lo cual ya suena a difícil, debemos esperar a que ellos fallen, de lo contrario...
  Yo me cuestiono si lo que sucede es que realmente nos tienen miedo, envidia por lo sana de nuestra colombofilia, o ...hay otro tipo de razones ocultas.¿? Vaya usted a saber.
  Hay que tener "mala leche", falta de criterio o simplemente una mente "privilegiada" para maquinar semejante invento.  Los % de recepción no se pueden comparar entre las tres islas. Hay que ser muy necio para no ver eso. Una noche de cesta de más cada semana, un charco de más cada semana, un mordisco a nuestros % de recepción cada semana.....
 Jugar a coeficientes es jugar con VENTAJA y más cuando en las islas prima la SEGURIDAD, sumado a otra  que ya de por sí tienen como lo es la situación geográfica. Que si 30% en fondos,  y en cambio  50% en velocidades, que si coeficientes...lo dicho, ni pies ni cabeza. ¡Háganselo mirar señores!. Es la única competición que captaba mi curiosidad por lo complicado del asunto y ...visto lo visto, se la pueden meter por el ...(Siento la grosería, pero se me ocurren cosas peores).
  Al finalizar la temporada hablaré sobre todo ello con nombres y apellidos. No os podéis hacer idea del cabreo que me agarré al entender las nuevas reglas. ¡Olé sus cojones!. La nueva junta directiva de la Federación Balear y de la Nacional tendrán toda mi atención en cuanto finalice la temporada, porque son ellos, los entrantes, los que han modificado el tinglado. ¿No debería tener como objeto principal una Federación orquestar un campeonato con posibilidades reales para todos sus integrantes? Que yo sepa, nosotros los menorquines también pagamos religiosamente nuestra cuota...
 Pues no se pasa por mi cabeza abandonar esto de la colombofilia sin expresar lo que pienso en voz alta. Compita yo o no lo haga. Las federaciones son instituciones mal entendidas por sus responsables. Quizá con buenas intenciones o quizá no. Reflexionaré sobre ello cuando pongamos el cartel de cerrado  y trataré de contaros mi experiencia sobre situaciones federativas vividas este año que no puedo entender a pesar de mi buena predisposición inicial. O quizá lo mejor será colgar el cartel de cerrado por vacaciones y olvidarlo todo un verano más.Veremos.

 Y ya para rematar la faena, y no menos importante que lo anteriormente expuesto, y como si de esa última minúscula gota que colma el vaso rebosante de agua se tratara,  y entrando en la semana crucial de la temporada, que para el que os escribe está siendo mayúscula, se me ha caído parte del cielo en el momento más inoportuno que pudiera imaginar. El destino en ocasiones es  sorprendentemente caprichoso y hay variables que uno no puede controlar. Para que os voy a engañar, hoy siento tristeza, angustia colombófila y agotamiento, pero como todo lo malo, esto también pasará y si nada lo remedia, otro día amanecerá. También os hablaré de ello cuando lo emocional me lo permita. Muy mala suerte. 
Al hilo de esto último los colombófilos somos bastante cabrones cuando queremos, rozando lo inhumano y egoísta. Colombófilos con gran responsabilidad por sus cargos enjaulando palomas enfermas...de este modo lo pagamos otros que simplemente pasabamos por ahí. Sí sí, me callo una vez más, me callo....pero no sé hasta cuando. ¿Tengo que hipotecar yo mi temporada por gente sin responsabilidad de ningún tipo?¿Por qué?. No, no, lo siento, pertenezco a otra secta, a esa que cuida y prepara las palomas como dios manda, y que jamás enjaula una paloma si no tiene el convencimiento de que al menos está preparada para la batalla.

 Para finalizar este rollazo que os he soltado con buen sabor de boca os dejo un vídeo en el que si aproximáis vuestros ojos al monitor (la calidad no es muy buena) podréis observar el vuelo que a mi me gusta, o al menos uno parecido. Ese volar, ese aleteo, ese alejarse, regresar, y volver a irse de nuevo, y hacerlo todo a una velocidad soñada.  Esa situación generadora de buenas noticias. El secreto vive ahí, ante vuestros ojos. 
  Ese momento en el que ellas te susurran:  Estamos preparadas, ¿cuándo es el próximo enjaule maestro?. 



Pabs