martes, 11 de abril de 2017

Blancas, negras y grises.




MISS HELLIN 1º Social de Hellín y única paloma comprobada en el día en mi club en aquella mágica suelta del año 2008 


  Hoy es una de esas jornadas especiales llena de emociones y sentimientos. De esas de sonrisas y lágrimas. 
Mientras redacto estas letras, las mías llevan dos horas remando en lo que sin ser un pitoniso experimentado será una durísima prueba sólo apta para extraordinarias palomas. 780 km les separan desde Almuñecar hasta esta preciosa isla.
Suceda lo que suceda hoy, sin duda, mañana será día de café humeante en mano y ojos clavados en el sputnik, y muchas, muchísimas idas y vueltas por la cama. 
Esto resume lo que la colombofilia tiene que engancha a personas tan dispares. Es una disciplina que podemos llegar a convertir en arte, pero que el día de partido grande genera mil sensaciones, blancas, negras y grises. Todos bebemos de la misma fuente, la de las emociones.

Este deporte me ha dado mucho pero también me lo ha quitado.  
Ni más ni menos que el fiel reflejo de la sociedad que nos rodea, donde en no pocas ocasiones no hallamos explicación a determinadas situaciones y comportamientos.

Al final comprendes que todos estamos en el mismo saco, que mientras haya respeto y podamos soportar determinadas actitudes, algunas llenas de  hipocresía, todo lo demás cabe en el saco. Al menos deberíamos caber. Aquí no sobra nadie.
Jamás me alegraré del abandono de ningún colombófilo, y si es un buen competidor menos, si además es el mejor, un drama, si encima soy yo, ni te cuento, jajaja. ;)
Aquí no sobra nadie. Desde aquellos que compran en "granjas de pollos" palomas a 60 euros, hasta aquellos otros que no logran colmar sus expectativas deportivas pero calman su sed gastando miles de euros en palomas con pedigrees espectaculares, especialmente si su fin último es el de ser enmarcados en la pared de turno. O aquellos colombófilos que por no hacer ni vacunan,  y en cambio otros se desviven por sus animales. Aquellos que van de cara (los míos) a aquellos otros que se graduaron en el difícil arte de clavar cuchillos por detrás. Unos, que creen darnos lecciones  teóricas en grupos y foros y disfrutan con ello, o aquellos otros que por no darte no te dan ni los buenos días. Respeto para todos, todos caben.

Con un poco de respeto, todos cabemos en ese precioso saco que es la colombofília. Esa fue la lección que aprendí.

La colombofilia en Menorca ha cambiado mucho, muchísimo los últimos lustros, la hemos cambiado. El cambio no vino sólo. Hicimos que pasara. En mi opinión somos referencia de como se deben hacer las cosas. Y se sigue mirando hacia adelante. Brillante ejemplo de como darle la vuelta a algo que era infumable. 
Habrá alguno que pensará que probablemente antes no hiciéramos  las cosas bien. Sí, pero también no. Hay que mamar esto para entenderlo. Volar sobre el mar no admite discusión, volar sobre ese bello manto azul y además hacerlo con una brutal presión de peregrino no ha lugar a debate. Las cosas al final con ilusión y trabajo se cambian. 
Como ejemplo un botón. En la isla hay dos clubs, uno se puso las pilas hace mucho tiempo, el otro sigue donde nosotros estábamos. Las diferencias se han triplicado. El trabajo de unos debería ser el espejo de otros. Sí se puede. Aplicable a todos, también a los mallorquines que tanto me leen por aquí.
Ibiza, Ibiza es otra cosa. Referencia incuestionable en mis comienzos hace 15 años, hoy no les miro de la misma forma. Nadie lo hace, al menos no desde un punto de vista fondista. Al final tenemos lo que molemos. Buena colombofilia la ibicenca sin duda alguna, pero no de grandes fondistas. Un poco lo que sucede entre Gran Canaria y Tenerife.
Está al alcance de todos su plan de vuelos y sus % de recepción. ¿Respeto? El máximo, pero no hay selección ni criba ni pruebas de enjundia. Ojo, eso también es colombofilia, todo lo es, pero no la mía. Recuerdo aquella colombofilia ibicenca afrontando aquellos Lisboas. Cosas del pasado.
 Este año en nuestra isla hemos disfrutado de tres sueltas de 650km, una de 780km y otra de 880km. ¡CINCO! sueltas de  más de 600km, donde son mayoría las del 20% para abajo. Ibiza tiene UNA de 600km en su calendario. Y Mallorca DOS, una de Marbella, 750km y Ayamonte, 950km...todo lo demás en ambas islas de 500km para abajo y con muy cómodos porcentajes desde la visión de un menorquín. Una noche más de jaula que mallorquines y dos que ibicencos en cada suelta. Un salto de mar más que Mallorquines y dos que ibicencos. No invento nada. Sin acritud, pero hoy nos separa un mundo. Mañana ya veremos.   

 Incido en todo esto porque es real y es el fruto del trabajo de muchas personas por cambiar y lograr la gran remontada.  Menorca se ha ganado el respeto de los demás con trabajo. Si nuestras palomas ya eran admiradas, ahora también lo es nuestra colombofília.

Aspectos a mejorar, siempre los hay. Este año, a diferencia de otros se ha enjaulado el día señalado y se ha hecho colombofilia del mismo modo que se hizo en otras temporadas. Hoy estamos más preparados que ayer. Mi reclamo de estos últimos años era precisamente esto: Sólo hay que tratar de evitar los días desastres, lo demás es perjudicial para la colombofília y para los colombófilos, y un nido de problemas de difícil control.
 La gran diferencia que observo hoy es que hace años, muchos días eran los candidatos a día desastre y hoy ese coto ha quedado reducido a unas situaciones concretas que hay que evitar.

Lo más complejo de modificar son determinadas mentalidades. En Mallorca todavía observo ese comportamiento incluso entre algunos buenos colombófilos. Soy consciente que sólo los hechos cambian mentalidades. Lo he vivido en mis carnes, pero están muy por debajo de lo que podrían hacer. Hay gente muy capaz pero por una razón u otra andan lastrados.  El transporte les merma, número de palomas por cesta, el miedo al "mimbre" también, algunos con un velocidad al fin del mundo, etc, etc...
Mi deseo es que esa mentalidad se quede atrás y den un paso hacia adelante, si son dos mejor. Y sí, mejor me meteré en mis problemas, porque el asunto mallorquín no me atañe, pero soy de los que tengo una visión amplia de la colombofília y no lo resumo todo a lo que sucede en el bar de mi pueblo. Algunos deberían medir mejor sus comentarios, o quizás soy yo el que no debería atender a según que memeces.

La colombofilia la hemos cambiado nosotros, pero debemos  movernos con esos cambios. Todo ha ido evolucionando.

¿Que es una buena paloma para carreras de grandes dificultades para mi?
Supongo que cada uno tendrá una respuesta diferente para esa cuestión. Dependiendo de cuando se me hubiere formulado esa pregunta, la respuesta hubiere sido diferente. Hoy, en nuestro caso  no me guío por la distancia (adulterada en ocasiones por el viento) aunque obviamente no la pierdo de vista, ni tampoco por el número de km recorridos en una temporada. Aquella paloma que me haya regresado de dos o tres sueltas de más de 500/600km en llegadas de menos del 20%  y con velocidades no superiores a 1000, 1200 mm es una GRAN paloma. De esas que casi no se ven.
¿Cuántas tenemos de esas en las islas? Ya respondo yo. Muy pocas, poquísmimas. De ahí salen a la larga las diferencias. El granfondista que se quiera engañar asimismo, una vez más todo mi respeto para él. Mis palomas en un porcentaje altísmo han funcionado allá donde fueron no por magia sino por un simple trabajo de SELECCION.

Por cierto Biel, cuando vengas este finde, nos tendremos que hacer una foto, alguno ya piensa que nos hemos enfadado ;), en fin, hay que ver como es la gente y la habilidad con la que manejan sus lenguas. Siempre igual, mentiras y más mentiras. Todo un arte, sí señor.


Pabs.