Al fin y al cabo de eso se trata, de jugar. Los métodos de juego son parte esencial de este deporte, y se escapa a la razón no acometerlos con la ilusión que se merecen porque sin ella, simplemente no funcionan. La" ilusión" es lo que nos mantiene vivos. El término ilusión procede de illudere, que paradójicamente significa "jugar". ¡Juguemos pues!.
Treinta y cuatro años contemplan este artículo en el que Georges y Victor Fabri nos dejan entrever algunas de las claves de su sistema de juego. Uno se sumerge en él y advierte que creían en lo que hacían ciegamente. Sistema de juego que funciona aplicado con sentido común, podría ser el título.
Podemos elucubrar mil cuestiones, pero creédme que con un gran sistema de juego y grandes palomas no hay potingue que pueda hacerles frente. Ni hoy, ni hace cuarenta años.
Aún así sorprende, por lo de siempre, por la falta de perspectiva de las cosas, la retahíla de "cositas" que estos enormes colombófilos suministraban ya a sus corsarias (como las acuño Perez Lerena) por aquella época. Por cierto el término de corsarios aplicado a las mensajeras sólo debería ser contemplado en las mensajeras que vuelan sobre el mar, ¿no os parece?. De todos modos no es lo mismo un pirata que un corsario, pero eso tampoco toca aquí.
Volviendo a los potingues, que no se me mal interprete, todos damos según que cositas tratando de ayudar a las palomas, mi reflexión iba por otro sendero. El 90% del éxito tiene que ver con el sistema de juego y la preparación de las palomas (eso diferencia a las peces grandes de los pequeños), pero si además en nuestro equipo disponemos de un elenco de estrellas, ya ni os cuento.
Os dejo con el artículo:
Pabs.
