En colombofilia, aunque de un modo cuasi imperceptible, todo suma. Aquello que haces para mantener los bebederos limpios, suma. Aquella ración que tan buenos resultados te da, suma. Ese vuelo diario sobre el palomar, suma, así etc...
Lo he probado casi todo en este sentido. Nada es definitivo, pero indudablemente mover los pichones en el "momento adecuado" aunque sea para perder ese % de animales que no sirven, o para despertar a los buenos con alguna aventura que otra, suma.
Hay un momento para todo. Lo que desde luego no hago jamás es moverlos mudando las últimas plumas.
En fin, Germán nos alecciona con este breve artículo sobre el tema.
Pabs.