Tras la tempestad llegó la calma. Retomamos el verbo, aunque debo, eso sí, advertir que el video me gusta. Estoy en ello y no descarto nada. Con seguridad una imagen vale más que mil palabras, y si además, va acompañada por éstas, el mensaje llega.
Lo vetusto, los textos con aroma a antiguo, tiempos pretéritos, todo ello sigue teniendo un rincón en mis preferencias. El contraste de ayer y hoy es algo inherente en nuestra forma de razonar. No es menos cierto que hay ciertos momentos, en los que ya en un avanzado recorrido vital, sabe más el diablo por viejo que por diablo. A medio camino de todo y de nada, nos sentimos por fin capaces de emitir una opinión con mayor fundamento. Se resume en que ya estamos preparados para comparar.
Me gusta lo antiguo, las líneas viejas, lo que ya no se lleva. El pasado me conduce en un viaje en el tiempo, a ese oasis, hoy extraño, donde la colombófila era más ilusionante, aunque no reconocer su avance en todos los sentidos es de necios.
Hoy, el Bellani más sagaz nos recuerda el debate hace casi 50 años.
Blog dedicado a la colombofilia. En este diminuto oasis trataré de narrar en primera persona todo lo que el apasionado universo de la paloma mensajera me ha ido mostrando desde aquel lejano 2002. Mis aprendizajes, mis meteduras de pata, mis consejos fruto de mis tropiezos y observaciones, mis logros en lo deportivo, mi búsqueda por construir algo "diferente", y en definitiva una forma muy particular de percibir y transmitir este mágico arte. Gracias por leerme otra vez.
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