lunes, 6 de noviembre de 2017

¡¡¡ Con ESTADISTICA, sí !!!.



  Corría el año 1972, el que os da la "lata" por aquí, no había nacido. Los eternos debates sobre las mismas cuestiones ya tenían lugar por aquel entonces. Nada ha cambiado, y por mi pérdida de fe en la raza humana, nada cambiará. Somos así, no hay más vuelta de hoja.
Siempre lo mismo, el sempiterno debate, Yearlings o Adultas. ¿Por qué no mejor, palomas o palomas?. Las estadísticas de ayer y hoy confirman que lo que prima es la CALIDAD, y nuestro manejo con ellas. ¡No hay más!
¿Qué hay diferencias entre estos dos grupos de la población colombófila?. Naturalmente que sí, pero ahí se zanja la cuestión para un servidor.
No estaría de más que los que dudan, le echaran un ojo al artículo que tiene la friolera de 45 años, donde se extraen excelentes conclusiones.
Dicho esto, en un mundo ideal, uno de personas inteligentes y cabales, no se impondría nada nadie en una cuestión como ésta. La diferencia entre yearlings y adultas, sólo está en la cabeza del que dicta la norma.
Mi opinión, es que los dos grupos tienen sus ventajas y desventajas,  pero tengo asumido que pasada la primera parte de la temporada, las diferencias son absolutamente mínimas, y los defensores de cuidar en exceso a sus yearlings, y frenar "su momento" demasiado pronto, corren el serio riesgo de no seleccionar nada, y posponerlo todo para el año que viene, donde esas mismas palomas, buenas y la mayoría, malas, seguirán ahí.
En las sueltas internacionales, tipo Barcelona, no se permiten yearlings por un tema "verde", de índole hipócrita, que raya más con la política que con cualquier otro aspecto, como es el obviar que las palomas de dos y tres años también sufren en esas carreras. 
 Lo malo, de ese tipo de medidas, es que es seguido por otras colombofílias sectarias, para transformarlo en dogma de fe. Pues vale, lo que queráis. ¡Más panes y peces!.

  Os dejo con el estudio-estadística de Rafael León de la S.C de Cornellá (1972).







PabS.

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