viernes, 30 de marzo de 2018

Y llegó el gran día...¡¡¡ MARBELLA 2018 !!!


  Muchos, muchísimos han sido los esfuerzos realizados en los últimos meses para poder llegar hasta aquí. Enjaules, donde me vi obligado a dormir fuera de mi casa para  realizar un simple entreno. Mil situaciones, algunas de ellas esperpénticas, y otras, cargadas de una maldad enfermiza. Muchas jornadas para que, desde mi habitual pupitre, pueda hoy  narrar y compartir mi viaje con todos vosotros. 
  Sí, sin duda alguna, hay que ser muy persistente,  tenaz, y osado, y al mismo tiempo, creer mucho en uno mismo, para ir sorprendiendo una y otra vez. 
El domingo pasado, me trasladé a Mallorca para enjaular en la cita de las citas, la suelta reina de Marbella. En esta ocasión, daba pereza, pero menos que en anteriores viajes. Casi una hora de coche, algo mas de hora y media de barco, y otros tres cuartos de hora para llegar al punto de enjaule. ¡ Con dos huevos ! 
 Por fin, el gran momento había llegado. Además, todo cuadraba, la suelta sería exigente (de las que me gustan), como la de dos años atrás, y poco que ver con la del año pasado. Panorama, simplemente perfecto. Primeros 480 km sin viento, y los últimos 400km, con algo de viento a favor, pero flojo. Aparecería sin embargo, un inesperado invitado en la fiesta, que ayudaría a que cada kilómetro volado fuera todavía más complicado: El calor.
Dio la sensación, como si la llegada de la primevera y la demostración de sus primeros calores hubiera cuadrado con la suelta. Este tipo de apariciones repentinas suele endurecer las carreras enormemente. El mar, con sus tres saltos, las noches de jaula, y el propio desarrollo de la suelta, en la que mis palomas llegado el momento, deben despedirse de sus acompañantes, es un cóctel para super animales.

Desembarqué en Mallorca antes de los previsto. Balearia, la naviera, también había modificado horarios con la llegada de la primavera.
Charlé amenamente con algunos compañeros sobre el gran día. Que bonito son estos momentos. Enjaulé, y en esta ocasión, si me dio tiempo a ir a cenar algo. Así, que acompañado con Lluc, David y Biel y su hija Marta, fuimos a un bar cercano a tomar algo y hablar un rato de la suelta que tantos sueños despierta.



  En las fotos de arriba, podéis observar una imagen muy común en muchos clubs en la actualidad. El antes y el después. Estas jaulas escenifican los profundos cambios que la colombófila ha experimentado en nuestro día a día. No sólo las palomas de gran fondo han bajado su peso, también las jaulas han tomado su ejemplo


De regreso a casa, en la ventanilla del Ferry,  tratando de ver más allá del horizonte, percibes la inmensidad del mar y las enormes dificultades para cruzarlo. Auténticas guerreras.
  Sigamos con el relato. Tras una amena e improvisada cena entre amigos, me fui a la cama. Al día siguiente, debía madrugar para regresar a Menorca.
Se me ha hecho duro por momentos, en otros, he vuelto a disfrutar de la colombófila, porque la dificultad de esta temporada, me ha devuelto cosas que el tiempo y el polvo escondieron en su día. Mi listón es muy alto, y me lo pongo yo. Si me aburro, necesito abrir nuevas vías de paso para volver a reencontrarme con este bello deporte. Todo ello puede sonar a palabrería cursi, pero soy de hechos, aunque haya convertido en afición el traducirlo en palabras. Busco animales superiores. Fin de la historia. 

  Antes de continuar,  me gustaría daros mi opinión sobre algo que tiene que ver con el relato. Marbella-Menorca (881 kilómetros a mi casa) en un día sin ayudas es una tremenda hazaña.Una barbaridad. Si alguien me pregunta, la asemejo al Ayamonte de los mallorquines. Haré en este punto, varias puntualizaciones en las que cada uno puede tener su opinión (así debe ser), y como no, yo os ofrezco la mía. Simplemente con el ánimo de compartir. 

  Desde la localidad de Ayamonte a Andratx (Sur Oeste de Mallorca) hay una distancia de 890km...un vez en la isla...esa distancia se incrementa según el palomar haya los 950 km aproximadamente. En mi caso Marbella-Menorca son 881 km hasta mi casa, que dista a unos 5 km del mar. Así que en realidad tratamos de sueltas muy parecidas.
 Resulta obvio que nosotros siempre tendremos tres saltos de mar en cualquier carrera desde la península, pero eso es algo que no decidimos. Nos tocó vivir con ello. Así que con ese panorama, son sueltas con rasgos verdaderamente parecidos.
En mi caso, este año, con el agravante añadido de ir sólo, y siendo muy consciente de que algunas de mis guerreras entregan finalmente las armas en algún palomar mallorquín. Es parte de la colombófila. Todo esto no es nuevo, pero asumo el reto. 
Como ejemplo, pongo el Marbella de este año. Ayer miércoles sobre las 20:30 horas una paloma mía, una tardía con cinco plumas mudadas, tras volar algo más de 12 horas desde la localidad de Marbella se paró en un palomar de Santany (Mallorca), en concreto, tuvo el buen gusto de visitar al que, más que probablemente, sea el mejor colombófilo de Mallorca en la actualidad, Antonio Perelló. Tardo una hora en darse por vencida y meterse en su palomar. Eso sucedió pasadas las 21horas. Detalle de raza. Esta mañana me la soltó a las doce del medio día, e invirtió casi tres horas en llegar. Mi agradecimiento público desde aquí para él. De la paloma daré más detalles otro día.
Ello pone aún más de manifiesto  lo difícil que le resulta a una paloma de carreras afrontar el último salto de agua con el cansancio acumulado bajo sus alas. Y ésta, tuvo la fortuna de dormir y beber en condiciones. Imaginaos las que no. De todos modos, por experiencia, pocas palomas que se entregan de noche y que son liberadas al día siguiente son capaces de regresar por sí solas. Muy muy pocas.

Dicho todo esto, en mi opinión la suelta más jodida de toda Baleares en la actualidad, es Ayamonte-Mallorca, sin duda alguna. ¿Por qué afirmo esto? A ver, volar en Menorca, creedme no tiene nada que ver con hacerlo en Mallorca. Con  datos en la mano se aprecia claramente, incluso para el más cerrado de miras es una ecuación de fácil solución, pero si hablamos de una suelta en concreto y sus circunstancias, eso es lo que pienso a día de hoy. Ayamonte-Mallorca es el cielo. Ayamonte-Menorca, siendo honesto, lo veo en las fechas en las que se celebra, casi un imposible.   
Vayamos por partes. El Ayamonte para Mallorca por varias razones, es dificilísima y una de ellas, determinante, y poco tiene que ver con la distancia, que sin duda es parecida. Ayamonte tiene lugar a mediados de Abril, y eso la endurece más si cabe. Hoy di buena cuenta de ello con la aparición de un calor repentino. Daba ganas de ir de terrazas y tomarse una cañas.
 Debo añadir asimismo que para un entusiasta del gran fondo de verdad, de las buenas palomas, de las que marcan diferencias, en Mallorca, los buenos colombófilos, sufren poco. Tan sólo Ayamonte les pone en serios aprietos. En el resto de sueltas, los colombófilos de casta y muchos otros, pasan sin problemas el listón semana tras semana. Sin ir más lejos, en Menorca volar este año, como casi siempre, ha sido duro. Muchas sueltas de pocas palomas y gente muy buena sin marcar. En cambio esto de no marcar en Mallorca, entre los buenos colombófilos es algo que tan sólo puede suceder en Ayamonte. El resto de sueltas los % son muy elevados. 
No hay más que repasar % de los últimos 10 años y se entenderá perfectamente lo que quiero decir. Si yo volara en Mallorca, tendría unas enormes dificultades para seleccionar palomas como a mi me gusta. La razón es obvia, regresan muchas de casi todas las sueltas. Y esto quizá es también una de las causas por las que Ayamonte resulte casi tan inabordable. Un buen colombófilo en Mallorca no tiene dificultades para meter un 50% desde Marbella o más. En cambio aquí lidiamos con al menos con cuatro sueltas cada año que van del 5% al 20 %. Todo ello va seleccionado.
En la suelta de ayer de Marbella, en Mallorca, cuando cierren resultados, que pondré por aquí, pero lo normal es que sean similares a la de años anteriores con un 30% ó 40% de palomas regresadas. Esta temporada a pesar de todas las dificultades del mundo, estuve en sus porcentajes, incluso en Torrevieja los superé, pero hoy viernes, tercer día de concurso, estoy en el 18%. Eso da una idea del valor que posee cada una de estas palomas capaces de volar este Marbella-Menorca.
 Si yo volara en Mallorca, Ayamonte sería mi tótem, sin duda alguna. Una suelta que mide al colombófilo, como me mide Marbella, y para un tipo como yo, que vive de retos, hay citas ineludibles.

 Lo que trato de explicar es que lidiar habitualmente con sueltas de menos del 15-20% es tremendamente complicado, y ello en el Mediterráneo sólo tiene lugar en Menorca.
Charlando el día del enjaule con Biel (ya retirado), y ahondando sobre esta idea, le pregunté (conocía su respuesta), cuantas palomas había marcado estos últimos 4 años en sueltas de más de 500km y menos del 20% de recepción. Su respuesta: La de Ayamonte y Anastasia. Dos palomas. Un tío que lo hizo de cine y ganó dos años seguidos en la Rápida. 
Para situar su respuesta. Desde el año 2015, fecha en el que tiene lugar mi regreso, esto es 3 años volando, he marcado la aplastante cifra de 41 palomas, en concreto con más de 650km y con porcentajes inferiores al 20% de recepción. Creo que queda explicado. 
Quería complementar esa información, para que con un poco de azúcar y otra pizca de sal, entendierais el contexto. No hay ningún doble sentido, pero me gusta perfilar el relato.

Sigamos. Y llegó el gran día, ese que llevo ya algún tiempo esperando. Un precioso miércoles, que además, amaneció soleado. Liberaron las palomas a las 8,15. Tenía muy claro, con la previsión meteorológica en la mano, que ese día era imposible tocar pluma. De hecho no las esperé, no como lo hubiera hecho de tener la certeza de imaginar algo diferente.
Las manecillas del reloj avanzaban decididas, sin piedad, hasta que tras una larga agonía, que se prolongó durante todo el día,  se "cantó" la primera paloma en Mallorca sobre las 18:25 horas. Aquí en la isla, anochece a las 20:04. Confirmado. Imposible marcar en el día, es más, lo contrario aguaba mi fiesta. 
Este año volando en Mallorca, mis palomas por lo general demoraban más de dos horas en cada carrera, sobre las primeras "cantadas" en la isla vecina. No, no daba tiempo.

El lienzo este miércoles se mantuvo inalterable. Un  solitario sputnik desafiando al sol
 Y así fue como la noche se echó encima. No tengo datos de palomas encestadas, pero calculo que sobre las 700/800 palomas. Y en Mallorca podía haber 30, 40 palomas en el día, quizá alguna más. Los resultados revelaran ese dato final. El concurso sigue en liza.




  Mientras el sol se acomodaba para el gran sueño diario, yo era muy consciente que mi batalla comenzaba al día siguiente. El trabajo de todo un año centrado en unas horas. La adrenalina recorría mi cuerpo, como en otros momentos en el pasado, y no por ser ésta, una sensación conocida, se tornaba en aburrida. Al contrario. Magia pura amigos. Nuevamente, colombófilo.

Como cada año, en estas jornadas, mi café bien calentito, no podía faltar. Sobre las 6 de la mañana ya estaba al pie del cañón. No sé, es como aquellos irrepetibles días de reyes siendo un crío. Te sientes vivo. ¿No se trata de eso?, ¿de vivir? La búsqueda de una felicidad que no existe. El derroche de energía tratando de descubrir momentos como el de esta mañana. Sí, para eso vivimos. Y allí estaba yo, somnoliento, con el café  comenzando a lograr el objetivo para el que fue creado. Mis pupilas dilatándose lentamente. Todo preparado para la gran fiesta.


Sobre las 8 de la mañana, la espera se torno nerviosa. Ni rastro de paloma. Esto ayuda a vivir más intensamente la colombófila. Lidiar y convivir en esa frágil cuerda que separa el éxito del fracaso, acelera más si cabe nuestras pulsaciones. Nueve de la mañana y nada. ¿Será posible? Las palomas se quedaron en Mallorca la noche anterior, seguro. La hora confirmaba claramente ese hecho. 
Sobre las nueve y veinte, aparece una paloma. Se la ve tan pequeña que la llego a confundir con una salvaje. No, no.... ¡¡¡paloma!!!. Mis pulsaciones se aceleran. ¡Que momento más bonito!.
Una hembra adulta, que no creo que supere los 330-340 gramos, o menos.  Al hilo de esto. En Mallorca, cuando te muestran palomas de Marbella el formato es de todo tipo, mucho más amplio, en cambio en Menorca, al margen de líneas o cultivos, las palomas suelen ser más pequeñas. Ésta lo era. Recuerdo en el primer enjaule de Consell (Mallorca), Lluc la tuvo en las manos, y se sorprendió, preguntándose hasta donde podía aguantar una paloma con ese tamaño. Le dije:  Esa es de las buenas. Mejor que sean así. Su mirada pareció no creerme. 
El Domingo, dos meses después de conocerse, Lluc me ayudó en el enjaule de Marbella, y la volvió a ver, y me dijo: ¿Todavía está aquí?. Le esboce una sonrisa, y le dije, ...y espera. Dicho y hecho.
La madre de esta paloma voló tres (3) Bazas, de ellos, uno del 16% llegando con viento en contra, y otro del 20%. La sangre jamás miente. Siempre fue mi lema.






Unos cinco minutos después. Otra explosión de adrenalina. ¡¡¡Paloma!!!. Una hija del 60. Medio hermana de la primera que marqué el año pasado de Marbella. En concreto Mohína. ¿Os acordáis de ella? Os refresco la memoria. Una paloma, que como en otras ocasiones, estuvo en venta,  no se vendió, y la volé finalmente.




Una hora después. Otra, también otra hija del 60 (el triunfador de este año), pero con otra hembra, con la dos Bazas. Del 60 os hablaré en próximos días.


Y tras eso, un goteo de emociones, que se prolongó hasta las 15 horas de la tarde, momento en el que me llego la que en principio debió ser la primera, y que Toni Perello me soltó a media mañana. Casi tres horas tardó la paloma en recorrer una distancia que en otras circunstancias no le habría llevado más de hora y media.
Os paso algunas fotos de algunas de las palomas que llegaron.

57-Bulda.

Callado- 708

77-España


La última en llegar. Padre de la Silenciosa por una hija de la Rodada.

 Siete (7) palomas en total de este Marbella 2018. El año pasado fueron ocho (8) y el anterior cinco (5), todo ello para un total y número redondo de VEINTE (20) palomas de Marbella desde mi comienzo en esta maravillosa aventura. Marcar de Marbella no es tarea fácil. En la isla, hay muchísimos colombófilos que todavía no han saboreado ese plato. Otros, grandes colombófilos tienen en su haber una o dos.
Satisfecho. Este año sí, sin duda. El número es inferior al del año pasado, donde me quede con un amargo sabor por muchas razones. Este año no, para nada. Porque las carreras son diferentes y yo busco animales superiores, y eso se demuestra en las sueltas duras y exigentes como la del miércoles. Estos animales tienen algo escondido dentro que sacan a relucir en este tipo de sueltas.

 Para entenderlo volvamos al Ayamonte. Una suelta que el año pasado arrojó un porcentaje de llegadas del 2,90%. El año anterior no se marcó. A veces ir un poco más allá supone lidiar con el límite de tu línea de vuelo. Un lugar, donde los demás se tambalean, pero unos pocos son capaces todavía de llegar. Marbella ese ese punto para mi, por eso valoro sus gestas.

Un detalle final. Los menorquines sueltan probablemente de Marbella el Sábado. Fijaos el parte de hace dos días (captura de pantalla que daba para el miércoles):




Y el que daba para el sábado, que es cuando ellos soltaran:




O mejor, éstas, ya más actualizadas, capturadas ahora mismo, mientras os escribo. Parte para hoy Jueves, que en mi caso ha sido el segundo día de suelta.




Y para el Sábado.



Desde el respeto y la educación. No, no tengo palomas para eso. El Sábado muy probablemente marquen en el día. y puede hasta que alguno compruebe muchas palomas, y alguno llegue a hacer alguna fiesta descorchando champagne. Yo seguiré con mis principios tratando de no engañarme a mi mismo, y de no hacerlo con los demás. Rachas de casi 60 kmh. No gracias. En esas condiciones, hasta un Baza exigente lo supera en dificultad. Llevo años quejándome de ello amargamente. No, no más mentiras.


La temporada se acabó para mi. Cincuenta palomas de península en tres sueltas, pero las de este año, con un valor añadido. Siempre me he caracterizado por innovar, probar cosas, husmear nuevas fragancias. Volar en Mallorca ha sido aire fresco para mis sentidos.
Agradecer desde aquí  a mi Club de Binissalem su hospitalidad, como no a Coco, presidente de la Federación Balear, por su apoyo y ayuda. Un figura como la suya, es imprescindible en el impulso de la colombófila Balear. Alguien que trabaja por y para la colombófila, por su avance, merece mi aplauso desde estas líneas. No decaigas. 
A David, Lluc y Biel por su apoyo y ayuda incondicional,...sin ellos todo esto no habría sido posible. Toca descansar.

  Para dar por concluido el relato, agradecer también a todos aquellos que habéis seguido mis andanzas y desventuras por este espacio o a través de WhatsApp, viviendo cada una de mis marcadas casi en directo.
No me quiero despedir sin una frase que Toni Perello, al que he tenido el placer de conocer hoy,  ha tenido a bien expresarme:

"..Creo que no eres consciente de lo que estas consiguiendo...aunque te creas que lo eres.." 

Me tomo la licencia de compartirla con vosotros, porque la colombófila debería ser eso. Menos envidias y estupideces y más valorar cuando las cosas se hacen bien. Construir algo de lo que sentirse orgulloso, en lugar de perder el tiempo en jorobar a los demás. Gracias por esas palabras. Son un estímulo para mi.

Mañana viernes veremos si llega algo más (lo dudo), y de paso hago la foto coral oficial de las guerreras de este año. Quedan dos días de concurso, pero ese salto final de agua, suele ser un foso disuasorio letal, así me lo dice mi experiencia.

  En los próximos días haré mi particular análisis de las ganadoras de este ejercicio de supervivencia, del porqué estoy haciendo lo que hago, y de otras palomas marcadas de este Marbella que llevan mi sello por Mallorca. 

PabS. 



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