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miércoles, 24 de enero de 2018

Mi historia. (Cuarta parte). La amistad con Carlos.




  Decíamos ayer, que todo episodio doloroso lleva consigo adherido algo positivo. Bueno, lo cierto es que no siempre es así, pero en este caso, de algo, que me dolió muchísimo, y que yo sentía como dramático, nació un brote de esperanza. Se abrió una puerta.
  A raíz del "saqueo" que sufrí por parte de aquellos dos gamberretes, conocí a Carlos. Éste no sólo me regaló 12 palomas, sino que me hizo un regalo aún mayor si cabe, sí, mucho más grande que eso,  una gran amistad, y sobre todo, dio forma al colombófilo que soy hoy.
  Ser colombófilo es ser tú mismo. Hay cosas que se aprenden, otras que no, pero como en cualquier oficio, la experiencia, o tener un buen maestro, pueden sentar las bases de algo grande.
 Carlos siempre me decía: "Te he hecho campeón, te he hecho famoso, y ahora te haré rico". Eran bromas que los dos nos hacíamos. 
  Para mi, fue un maestro colombófilo, mi maestro. Si podemos imaginar en la cabeza una figura en la que apoyarnos, alguien que nos sirva de guía, un espejo donde mirarse, ese era Carlos Márquez Prats para mi.
En no pocas ocasiones bromeaba y me decía: "Debo reconocer, que calvo o con canas, pero TÚ habrías llegado. Lo llevas dentro".
A él, todo aquello le divertía. Disfrutaba lo mismo o más que yo. Se sorprendía de mi voracidad, del revolucionario que llevaba escondido. Solía afirmar que quería el sol sólo para mi. El futuro se encargó de demostrar que eso no era así. 
  Sucede sin embargo, que yo tenía todos mis sentidos en aquello. El reto era muy grande, yo , así lo sentía.
Nos llamábamos a diario. Fueron unos años muy divertidos que tuvieron un final muy doloroso. Su inesperado fallecimiento.

  Siempre fui muy lógico y sensato, pero él me dio las herramientas para comprender como moverme entre plumas. Siempre me hablaba del que había sido su maestro en el pasado, el gran Norbert Norman. Escuché muy atentamente, cada una de las historias que él iba compartiendo conmigo. Fueron muchos, los momentos mágicos. Y a partir de ahí, desarrolle mi colombofília. Todos llevamos una dentro, la nuestra.
  Quizá, en mis primeros pasos,  había aprendido mal, porque hacerlo rodeado de gente que ya no tiene la seguridad en nada, contagia a aquellos que se acercan al mundo de la colombofília . Eso, y que los hay que de ayudas, las mínimas, obsesionados en poner piedras por el camino a los demás, en lugar de avanzar en el suyo propio.
Sí, tuve que volver a empezar, y comencé con algo muy importante: Desaprendiendo.
  Viajé con él a Bélgica y a Holanda, en una experiencia muy enriquecedora. Estuvo en casa esperando palomas conmigo.
Ese día no lo olvidaré. Rosalía y Carlos tuvieron a bien acompañarme en la llegada de un Villajoyosa (420km). Esto fue en el año 2010. Queráis o no, tenía mis nervios. En mis adentros pensaba:"..y si no marco ninguna".
 Me inundaba cierto sentimiento de inseguridad. No, no quería quedar mal delante de él, jajaja...bueno fue una suelta bastante dura. A la isla sólo llegaron dos palomas en el día. Las dos juntas, y como siempre la mía lograba un segundo. Salve la "bola de partido" delante del maestro.
 Este es un tema en lo que no insistiré más, pero si alguna paloma se pegaba a rueda de las mías, o viceversa, los primeros puestos me estaban "vetados", dada la nefasta  ubicación del palomar, o la entrada natural de las palomas. Es algo que con el tiempo, acabé por descartar de mi cabeza. O tenía las palomas en un nivel de super héroe, nivel leyenda,  algo que he logrado unas cuantas veces en mi vida, o el primer premio era una anécdota para mí. No importaba si a la isla llegaban sólo 5 palomas juntas, a mi me correspondía el 2º,3º,4º y 5º. Al principio pensé que había cámaras ocultas, pero no, era un tema de entender por donde entraban las palomas, y donde estaba situado mi palomar. Lo asumí.

  Regresemos al año 2007. Fue una muy buena temporada. Fue el primer paso de algo muy grande. Aquel año ya fui el colombófilo con más palomas marcadas desde la península. Fueron muchísimos los trofeos y campeonatos obtenidos. Esa temporada fue algo distinta. Se intentó algo nuevo. Campeonato de adultas y de yearlings por separado. Ambos, en bandos distintos. Tras el análisis de final de temporada, vistos los resultados,  se acabó desechando. 
No hubo diferencias ostensibles, es más, me atrevería a afirmar, que las sueltas de yearlings fueron mejores que las de adultas. Separarlas no ayudaba.

  El año 2008 (hace 10 años), simplemente exploté. Fácilmente lo podemos catalogar de orgasmo colombófilo. Marqué 36 palomas desde la península, algo inimaginable en el pasado. De hecho, el 95% de los colombófilos de la isla, hoy en día, diez años más tarde, todavía no pueden ni acercarse a esos números. 
Ya os podéis imaginar. Muchos comenzaron a dudar, si dopaba las palomas. Para situarlo en un contexto adecuado, 36 eran números de extraterrestre. Muchos colombófilos en la isla llegaban con esfuerzo a 3, 4, ó 5 palomas en una temporada.
Todo comenzó en una suelta de Calpe, en la que marqué 22 palomas, y os puedo asegurar que fue un Calpe correcto, pero no uno de esos de ahora que viene todo, ni por asomo. Muchos en el club habían enjaulado 5 y tenían sólo 1.
Recuerdo que enjaulé 34 palomas. Yo ya llevaba incorporado el "chip" de seleccionador nato. No me guardaba nada. Algo comenzaba a "cocinarse", y olía muy bien.

  A pesar de mis números, el gran fondo seguía resistiéndoseme. ¿Por qué?. En primer lugar porque sólo había uno, y en segundo, parecía que tenía una inmensa facilidad para derribar los fondos, por difíciles que éstos fueran, pero el gran fondo no me dejaba pasar. Supongo que el filtro de los 7 años, seguía vigente. Aclarar que no marque de gran fondo, pero fue una suelta en la que llegaron sólo 3 palomas. Tenía que afinar más. Aquello, una vez superado el luto, me motivaba más si cabe. De todos modos, es cierto que a toro pasado, y reflexionando sobre ello, cometí ciertos pecados de juventud, que con el tiempo, fui capaz de enderezar. Por otra parte, en realidad, estaba comenzando, me faltaba depurar el cuadro reproductor. Algo que fue sucediendo progresivamente, al incorporar las palomas más voladas en él.

Ese año, descubrí a Miss Hellín, 1º social, y única paloma comprobada en el día, y con ella, a mi pareja de oro. Aquella jornada "medía" palomas de verdad. Viento de levante (en contra). Más de 12 horas para cubrir esos 520km que separan la localidad de Hellín de San Luis (Menorca). Recuerdo que la tarde se nos echaba encima, y no había ni rastro de paloma, hasta que escuche ese sonido tan característico,  las patitas y sus uñas, recién aterrizadas sobre la uralita. En aquel instante, yo estaba en el interior. Me quede petrificado. Una enorme alegría recorrió mi cuerpo. Hoy, aún sonrío.
  Ese día, el club de Ciudadela marcó dos palomas, de hecho marcaron ellos antes que yo. Una de las que llegó fue de Salord, la otra de Bagur (q.e.d). Muy probablemente, aquellas palomas, por la hora de llegada, recorrieron los 520 km juntas. 
 Hoy me resulta sorprendente que Ciudadela marcara dos y Mahón una. Mi opinión, es que a partir de ahí, los destinos de estos dos Clubs comenzaron a separarse. 
  Habrá tiempo, más adelante, para analizar todo, y el porqué hay personas que pueden arrastrar hasta lo más profundo del pozo al resto, obstinados por ideas que no tienen ni pies ni cabeza. 
 La gente debe comprender que las palomas son nuestras, de cada uno de nosotros, y que vivimos en democracia. Unidos somos más fuertes, pero el interés, debe ser COMÚN. Un club no puede estar guiado por alguien al que se le olvido marcar de la península, porque sus ideas y conceptos, arrastran al resto. Esto sucede hoy en Ciudadela desde hace 10 años. 
Hay cosas que son inadmisibles, y que al menos, en un dialogo sano, deberían poder exponerse diferentes puntos de vista. Llegará ese capítulo, con nombres y apellidos. 

  Volvamos al hilo de la historia. Todo lo que sucedía a mi alrededor, era admiración. Estaba construyendo algo muy grande. Haciendo las cosas muy bien, y comenzaron a llegar los frutos a borbotones, como nunca antes había sucedido.

Por aquel tiempo, cuando me llegaban rumores, alucinantes por cierto,  de que dopaba a las palomas, en cierto modo me halagaba, porque como yo tenía claro porque estaban funcionando tan bien, y llegaba a la conclusión de que si los cuatro tontos de turno,  pensaban que las dopaba, era sin duda, porque lo que estaba logrando les parecía imposible. Siempre es más sencillo, decir tonterías, repetir estupideces y mentiras, que pararse a pensar en las cosas. Eso, también cayó por su propio peso años más tarde, y explicaré la razón en su momento.

Aproximadamente a lo largo de aquel extraordinario año 2008, no puedo precisar la fecha concreta, comencé a escribir en un blog. Palomasmenorca se titulaba. Necesitaba expresarme, contar lo que me estaba sucediendo. Comenzó, como eso, como un diario, como un rincón donde exteriorizar mis pensamientos y reflexiones. 

Mis resultados habían explotado, desconocía hasta donde tendrían continuidad, pero hoy con la perspectiva del tiempo, puedo afirmar, que aquí comenzó el cambio en la isla. 
La gente necesita que les demuestres las cosas, haciéndolo, no contándole "milongas". Quieren verlo, ... y lo vieron.

(Continuará...)



PabS.