Buenas tardes a todos. Amigos míos, a veces puedo llegar a parecer contradicción en estado puro, de veras que lo lamento, pero desde fuera, tan sólo percibimos la punta de un iceberg, uno que se derrumba. Cada uno vive su propia película.
Ser contradictorio no va conmigo, no al menos en temas de plumas, pero es precisamente el amor que profeso a este deporte el que me hace padecer una constante lucha por no abandonarlo, por resistir. Y son unos cuantos años así. El canal me ha ayudado muchísimo a aguantar muchas cosas y a gestionar mejor la marejada.
Dije hace unos meses, 114 días, y estamos muy próximos a esa fecha. En breve, os cuento el desenlace final.
Del mismo modo que os digo eso, quiero ser positivo. La colombofília es un deporte ACOJONANTE. Hay muchos más adjetivos que lo describen, BRUTAL, MARAVILLOSO, SORPRENDENTE. Una forma de vida que desprende un sentimiento y pasión hacia unos animales y sus mayúsculas proezas que resulta muy difícil de hallar en otros deportes. Sí, DEPORTE, porque la colombofília para mi lo es, y con mayúsculas.
¿La situación actual? No es culpa de nadie y sí lo es. Estamos en presencia de un problema GLOBAL, generacional, una enorme losa producto de nuestra propia forma de vida. Hoy en día, hay mil cosas que hacer, y ser colombófilo no es una de las fáciles.
Nuestro error, ser un nido de problemas, no saber gestionar lo fácil, e ir dejando un reguero de víctimas a nuestro paso. Y dos, no llegar a la gente para que nos conozcan, pero no a cualquiera, sino a aquellos que podrían unirse a nosotros. Focalizar mejor nuestros esfuerzos. Hace falta trabajar más, pero sobre todo, MEJOR, por la colombofília, y menos por nuestros propios intereses. ¿Te suena?
El video de hoy, no es una crítica, es un desesperado y sincero S.O.S. Si tras el video, logro que alguien (una sola persona) caiga en las redes de la colombofília, todo el tiempo invertido, habrá sido recompensado.
Si puedes, COMPARTELO. Te necesitamos.
PabS.