miércoles, 21 de junio de 2017

Nuevos horizontes.


Primeros Petronios en la taza.


Mediados del mes de Junio. Numerosas comunidades colombófilas finiquitando sus temporadas y dando lustre a las mismas con una cascada de grandes fondos. Tiempo de reflexión. ¿Me equivoqué?, ¿me falta calidad?, ¿debí hacer aquello o lo otro?. Son interrogantes que quedan en la mayoría de  los casos en el aire, no dándonos las respuestas que calmen nuestra sed.
Siempre hay una respuesta, siempre la hay. Lo fácil es caer en reflexiones vacias, tales como pensar que no tenemos "la paloma", que la culpa es de ellas; y en un porcentaje muy elevado, sólo nosotros somos los principales actores del desastre. Nos corresponde en exclusiva ese análisis. 
Quizá no es el mejor momento para la toma de decisiones. Nuestras pulsaciones se aceleran todavía con tan sólo pensarlo.
Mi opinión es que siempre es bueno querer mejorar. No pensar jamás que lo tenemos todo hecho. Esto va y viene.
 En ocasiones el error principal viene desde la casilla de salida. Instalaciones muy reducidas y pese a ello lo queremos abarcar todo. En otras, nuestros rivales utilizan sistemas que permiten tener a sus palomas on fire cada semana y nosotros jugamos "al natural". Debemos ponderar el inmenso abanico de variables  y no olvidar, y cito textualmente una frase de la entrevista que me hicieron hace diez días: 

 "...El acabar satisfecho o no en una temporada sólo nos corresponde a nosotros mismos. En el momento en el que esa satisfacción recaiga sobre los demás, hemos empezado a perder la batalla...".  



Nos corresponde una vez más ese análisis. Ser justos con nosotros mismos, con nuestros medios, con nuestro tiempo, y sacar las pertinentes conclusiones.
La calidad se hace o se compra. O te la dan hecha (sería la tercera), pero las manos nacen. Eso se suele afirmar.
No estoy del todo de acuerdo. Sí en el  irrefutable hecho de que hay gente con una mano (cabeza) más firme, más inteligente; colombofilos que ven en la penumbra, pero no es menos cierto que otros son capaces de llegar a un nivel parecido bien guiados.
Generalmente cuando alguien cercano a nosotros hace maravillas con las palomas, se aunan buenas palomas y muy buena mano. Sólo con buenas palomas no alcanza, sólo con lo segundo podría, pero para ser contundentes, hacen falta las dos en un nivel muy parejo.  


Pabs.