Breve artículo del año 1967. Toca de refilón un tema esencial en la competición como es la recuperación de una mensajera tras un vuelo exigente.
Aquí daré mi particular versión. La clave es como se enjauló esa paloma. Una paloma en excelentes condiciones, y eso lleva su tiempo, a pesar de un gran esfuerzo, su recuperación, sin duda, será rápida. Una paloma sana pero no bien preparada, o no como exige esa prueba, dará como resultado una mala recuperación y muy probablemente una futura pérdida. Resumiendo: Debe haber cimientos suficientes.
Pabs.
Que mejor que el clásico de los clásicos para un día como hoy. La vieja cuestión. ¿Pichones o adultas?. Una vez más el incombustible Rodolfo Bellani nos recuerda algo que sigue candente en las tertulias colombófilas actuales.
Para mi la cuestión está muy clara, ni adultas ni pichones, sólo buenas palomas. Todas tienen ventajas e inconvenientes. Hay dos partes diferenciadas en las palomas, la física y la psíquica. Ambas como una goma, que se va estirando hasta decir basta.
En este sentido para un servidor la gran diferencia entre pichones y adultas es una cuestión de selección. Sin entrar en que verdaderamente una paloma adulta posee más experiencia y su cuerpo está más y mejor desarrollado, lo que realmente distingue a unas de otras es que las adultas son las supervivientes de años anteriores: La selección.
Pabs.
Hoy os acerco un escrito de 1976 de José María Ballester Vigo. Refleja en que punto se encontraba esta gente, que años después al menos para mi, parecen desarrollar razonamientos muy inocentes.
Quizá sea por todo el conocimiento e información que hoy poseemos. Aunque no es menos cierto que la mayoría de las teorías formuladas por aquellos años quedaron en saco roto con el tiempo.
En cualquier caso no está de más tomar una adecuada perspectiva histórica con su lectura.
Pabs.
¿Para llegar a campeón? Paciencia y constancia. Sabias palabras que se desprenden de la elegante pluma de Rodolfo Bellani (Bolivia) en este artículo del año 1975 que da para mucho.
Muy probablemente ser campeón sea algo etéreo. Cabría analizar muchas variables que quizá bajo un profundo análisis desacreditarían tal distintivo, aunque el vocablo campeón es un sin lugar a dudas un valor seguro que perdura en el tiempo y posee un gran poder de hipnosis con numerosas novias alrededor.
Creo que la mejor vara de medir es observar a aquellos que siempre lo hacen bien. Todos tienen derecho a caerse alguna vez, pero aquellos que suelen subir en lugar de bajar esconden un preciado secreto: buen hacer y manos sabias. Ellos son mis elegidos. Siempre hay respuestas que lo explican.
Observo estos días instantáneas con campeones nacionales, posando orgullosos con sus bandas y su lógica alegría. Y aunque les entiendo, siempre me viene el mismo pensamiento. Demasiada salsa para tan poco pescado.
Y os lo dice alguien que lo dijo cuando le tocó a él. No vaya alguno a saltar con resorte fácil. No hay envidia en mis palabras sólo reflexión y desde luego opinión personal.
¿Que un premio nacional no le amarga a nadie? Desde luego que no, pero lo dije, lo digo y lo diré. A mi poco me aportan, algo más que un breve subidón (también soy humano). Y ojo, los he ganado y no, ya no los persigo. De hecho no participé en ellos el año pasado.
¿Por qué me preguntaréis? Son muchas las circunstancias. En la actualidad me parecen los premios más fáciles de obtener para alguien con resultados. También intervienen factores como ubicación, persecución de vientos favorables, y otras cosas de las que mejor opto por no hablar. Y sobre todo, les falta lo más importante, la distancia.
Ser un devoto en estas lides es más que respetable, pero en mi opinión acabas acomodándote y convirtiéndote en un "yonki" de este tipo de carreras y dejas de arriesgar y seleccionar tu cuadro reproductor por algo de comida fácil. Pan para hoy, hambre...desde el punto de vista de un gran fondista naturalmente.
No hay que olvidar que en este tipo de eventos, al menos los marítimos no se tienen en cuenta las largas distancias. Se trata de una cuestión de elección. Yo ya hice la mía.
Si me preguntáis por un regional y tal y como están montados ya es otra cosa. Debes ganar a 250/300 tíos, de tú a tú. Y hay islas donde, por razones, más que obvias, de dificultad, se reparte el bacalao (Ibiza) y otras donde asomarse (Menorca) es para linces o para listos.
Ganadores de Campeonatos absolutos de Baleares en la isla de Menorca en toda su historia, salvo que se me escape algo, sólo dos fueron capaces de semajante logro. Yendo más allá, ganadores de ese distintivo con sueltas desde la península, sólo recuerdo al que escribe. Así que sí, me gusta darle al texto, pero también demostrar las cosas con hechos, y porque no, hacer historia. Y por otra parte con está reseña quiero demostrar que los campeonatos para mi también son importantes, sólo que me gusta acentuar a que le doy yo importancia y el porqué.
En un nacional debes ganar en tu isla, en muchos casos sólo en tu club, y en la práctica contra 4, 5 ó 6 colombófilos. Y en la mayoría de casos en sólo dos sueltas que en el mejor de los casos no superan los 500 km. No, no es lo mismo. Ni se le parece. Para un fondista, no. Al final el resumen sería el de siempre. Hay que ganar en TU club. Lo demás es salsa.
El texto suelta varias perlas. Redactado en el año 1975, llama la atención la presencia, una vez más, de palomas marcadas en el día de 1200 y 1300 km. ¡Pues vaya línea de vuelo, debieron disfrutar por aquellos años!. Es lo primero que se me vino a la cabeza.
El autor se queja amargamente del valor de una paloma con muchos primeros y semejantes distancias. Es el tema de siempre, el valor está en relación al número de palomas participantes, no de la gesta en cuestión. Eso no lo ha modificado el tiempo ni lo modificará. Otra cosa es que estemos o no de acuerdo con un hecho irrefutable.
El tema de alimentación y sus reflexiones también resultan de lo más enriquecedor.
Por último, agradecer desde aquí a aquellos que asoman sus ojitos a diario por este blog. Los últimos dos meses más de 22.000 visitantes. En la última semana se batió el récord de visitas de siempre de este blog con 1.168 visitas en un sólo día, y muchos días con puntas de 700 y 800 visitas diarias, con una media de 400/500 visitas diarias durante el último mes. Extraordinarios números para un blog de palomas. Las cosas siempre suceden por algo.
Animo desde aquí a gente como Fulanito de La Palma (creo que se llama así ;) ) y a algún otro, para que me sigan haciendo toda la "publicidad" del mundo, ya que a pesar de la hipocresía de algunos (algo que siempre gestioné mal), los lectores son gente curiosa y con criterio y opinión propios, algo de lo que él adolece. También le aliento a que lo siga intentando pues para marcar de gran fondo hay que tener grandes dosis de paciencia y conocimientos. Alguien de gatillo fácil y crítica oscura como él a buen seguro que lo logrará algún día...o no. Mucha suerte en tu recorrido. Estaré sumamente atento a tus evoluciones y si por lo que fuere, te sigue yendo mal, fíjate en los que en tu tierra SI son capaces de lograrlo. Así que te aliento desde aquí con el título de hoy:
¿Para llegar a campeón? Paciencia y constancia.
Me permito estos comentarios porque hay días en los que me cansan determinados sujetos. No suelo saltar a la primera ni a la segunda, pero el día menos pensado, estallo. Hoy es uno de esos días que flojeo.
Trato de alguna forma de hacer desde aquí algo de colombofilia, sé que al hacerlo puedo ser objeto de críticas (son ya muchos años mojándome), pero me jode enormente lo cansino que son algunos en la oscuridad, cuando no hay focos que iluminen, y en cambio cuando hablan contigo son todo lo contrario. De ahí el escrito de hoy algo subido de pedantería. Mis disculpas por ello.
Con tanta historia se me ha ido la pinza. Aquí os dejo este imperdible que no merece tanta interferencia.
Pabs.
Las grandes distancias fueron desde tiempos inmemoriales un delicioso caramelo donde el colombófilo refugio todos sus sueños. Un Everest, un Annapurna o un K2 que escalar de un atractivo sin igual.
El texto de hoy es de un activo Rodolfo Bellani cocido en el año 1974.
Tras su lectura uno comprende que las largas distancias pueden ser o no acentuadas. Que no todo se ciñe en un mayor o menor número de kilómetros. Hablamos de 1974 y años anteriores y ya se afrontaban kilómtros infinitos. Señal de que aquello era más que posible.
Las líneas de vuelo marcan lo que se puede y no hacer en cada lugar.
Es muy cierto que cuando uno afronta determinadas distancias siente que está "tirando" la paloma. No es menos cierto que en lugares como donde vivo ese sentimiento se hace perenne incluso en distancias cortas, pero deduzco que el autor del artículo no era un gran fondista puro. Eso se tiene o no se tiene. Alma de depredador.
Pabs.
Otra auténtica joya para compartir. Texto publicado en España en el año 1966, probablemente redactado en Alemania algunos años antes.
Es acojonante observar como los temas se repiten como en un interminable bucle, tal y como lo hacen hoy.
Las palomas tardías es un tema que no deja indiferente a nadie. Doy fe de que funcionan, como funcionan las palomas adultas, porque detrás de ese éxito, hay algo que no admite duda. Sólo funcionan las buenas palomas, al margén de su edad.
Obviamente las buenas palomas mejoran con el tiempo, ganan en experiencia, se "hacen" como vulgarmente se suele afirmar, pero en aquellas líneas de vuelo con presión rapaz real también acaban sucumbiendo en lo psíquico. Así que personalmente me quedo con las buenas palomas sin tener en cuenta si son o no mayores de edad.
Disfrutad del texto.
Pabs.
Muy posiblemente, y tal y como apunta el autor de este artículo, el entrenamiento sea uno de los factores más olvidados o peor desempeñados por los colombófilos. El gran olvidado, ninguneado por unos, incomprendido por otros.
Mi opinión al respecto es que gran parte del éxito reside en ese quehacer diaro, en esa alimentación enfocada a ese gasto energético periódico, sin perder de vista en que momento de la temporada estemos.
Algunos afirmarán que volar una hora es suficiente. Y puede no faltarles razón, pero para mi las cosas no acaban con algo que sea simplemente suficiente. Yo quiero más. Esto ya lo dejo para cada uno y la respuesta que quiera darse a sí mismo.
Y si ese vuelo se pude lograr de una forma espontáneamente programada, mejor que con bandera, pero debemos utilizar todos los instrumentos que estén en nuestra mano para lograr lo que queremos y en ello tiene mucho que ver la alimenatción, el método, la experiencia de temporadas pasadas, trucos de cada uno, etc, sin traspasar la línea de lo que deja de ser sensato.
El entrenamiento, cuando variables como las instalaciones del palomar o una buena selección previa están logradas, se me antoja absolutamente fundamental. Gestionar este aspecto no es asunto baladí.
En ese vuelo diario las palomas hablan, lo dicen casi todo, nos desvelan respuestas que de otro modo sería complicado conocerlas. Si prestamos algo de atención, con el tiempo nos daremos cuenta de las señales que nos envían. Un ejemplo:
Hay palomares donde uno pasa cerca de ellos, y puede observar a ese bando volar por un rato. En algunos casos es casi matemático. Las palomas no están en perfectas condiciones, las palomas no son alimentadas adecuadamente, o las tricomonas han hecho acto de presencia, puede ser cualquier otra cosa. No hay esa alegría en el vuelo. Es un vuelo lento, circular, pausado, lastrado. Si uno quiere verlo, eso está ahí. Pueden incluso volar tiempo en esas condiciones y no estar mal ni a la mano ni a la vista, pero si fueran mis palomas, estaría alarmado. Lo grave es que los hay hasta contentos. Esa es la diferencia.
Lo interesante del artículo es que nos revela como se fueron superando obstáculos que hoy en día, están en la mayoría de los casos más que archivados o en vías de ello, la dietética, las instalaciones, etc, pero en el texto parece dar a entender como gran ausente al entrenamiento. Creo que sigue siendo el gran incomprendido.
Pabs.
Breves reflexiones de un conocido Armas Baker realizadas desde la Laguna (Tenerife) en un ya lejanísimo 1975 sobre la colombofilia Balear y Canaria.
Muchas cosas han cambiado desde entonces. El número de practicantes, las formas y un sin fin de cosas. Otras siguen impertérritas en el tiempo.
Hace unos días con motivo de esta selección de artículos ojeé unas listas de llegadas en mis isla del año 2000. Prácticamente todas las sueltas con porcentajes reducidos y mostrando velocidades no superiores en ningún caso a los 900/1000 mm en el caso de las ganadoras de la prueba.
Hoy las palomas van mejor preparadas pero también en la medida que el tiempo ofrece comodines, éste mejora las prestaciones de muchos de los integrantes del bando. Lo cual no es malo, al menos no hasta que esa búsqueda no se torne en obsesión. Sigue siendo una colombofilia terrible
Vaya frío tenemos por aqui. Seguro que nada en comparación con otras regiones de la península.
Pabs.