jueves, 14 de diciembre de 2017

Una historia que se repite.

  La historia se repite a lo largo del tiempo. De hecho, ésta nos demuestra que de los errores no se suele aprender. Ahí tenéis las guerras y conflictos bélicos. Parece que nos los sirven en bandeja,  en un eterno bucle sin fin. Vienen de serie al nacer. Somos así.
 Me gusta ser franco. Ayer por la noche, echaba, curioso,  un vistazo a una subasta de pichones. Fotografías (que horror), dudosa calidad en los animales escogidos, paupérrima información facilitada, aunque suficiente para hacerte una idea no muy positiva, etc...Pues no. Las cosas se pueden hacer bien o mal. No digas que sabes hacerlo, hazlo, y hazlo BIEN. Si en esa subasta, se apreciara todo lo contrario, no dudéis que lo diría, porque trato siempre de ser objetivo. En ocasiones la vida te presenta oportunidades. Yo lo habría hecho diferente.

  Todos sabéis que de vez en cuando vendo palomas, pero cada vez que lo hago, me esmero en lo posible para que el que adquiere, no sólo esté contento, sino que además, con el tiempo, esté satisfecho. Esto tiene que ver con la forma de ser de cada uno. A mi me gusta hacer las cosas bien. Se pueden hacer bien, mal, o quedarse en tierra de nadie. Es importante cuidar hasta el extremo el efecto boomerang.

Una de datos. Estos dos últimos años, he metido la friolera de 50 palomas de gran fondo, para ser exactos,  49, 24, en el año 2016, y 25, la temporada pasada. Nadie en toda Baleares se acerca a esos números. Me da lo mismo de qué isla estemos hablando. Si a eso, le sumamos los excelsos años anteriores, récords y demás, son cifras impresionantes. ¿Por qué digo esto?. ¿Otra vez sin abuela, Pablo?. Puede. Lo afirmo porque me gustan las cosas claras, porque a pesar de esos maravillosos números, de esa selección, y de ese buen hacer, tengo claro, que hay muy muy pocas palomas buenas. Incluso esas que volaron gran fondo, no significa que sean extraordinarias. Sí pasan el filtro de buenas palomas, no más. Sólo algunas (muy pocas) de ellas son palomas TOP. Soy consciente de ello, no me engaño a mi mismo, procuro no hacerlo, pero insisto, cuando vendo una paloma, hay trabajo por mi parte, hasta para escogerla. Las cosas, se pueden hacer bien o mal. Cada cual que juzgue.
  Os dejo con un artículo del año 1977 de José María Ballester Vigo, titulado, Una historia que se repite.






  En otro orden de cosas, hoy tocó el quinto entrenamiento. Hay que aprovechar, porque viene el tiempo, otra vez, movidito. Las palomas bien. La semana que viene ya estaré "on fire" para darles un brinco desde Mallorca. O quizá lo deje para el mes de Enero. No lo sé. Las dos próximas semanas son algo especiales. Ya sabes, turrón, Papá Noel, etc... 

  Para acabar, un video de unos aficionados rumanos que se desplazaron a UK, hace unos años. Minuto 1,34. El aficionado británico nos explica que vendió un pichón por 100 euros. Éste, sólo participo en su vida deportiva en 11 carreras. Once carreras, ONCE victorias. "Regresó" a casa por 26.000 euros, vamos, que la compraron de nuevo. La vida tiene estas cosas. 








PabS


domingo, 10 de diciembre de 2017

Los magos también se equivocan.

 

  
Maravilloso título, que simplemente lo clava. Al leerlo,  entra como cuchillo en una esponjosa mantequilla. Para que engañarnos, estamos bien entrados en un época de pura magia. Papá Noel, los algo venido a menos, sus majestades los Reyes Magos, sus correspondientes pajes, el calvo de la Navidad. La magia sí existe.
Sucede sin embargo,  como en cualquier otro sector que analicemos, tener la lengua muy larga no se suele penalizar en exceso. Se nos cuelan por ahí, pseudo magos, brujillos de todo a cien, e iluminados de andar por casa. Todos, con un denominador común. Mienten. Como a las malas mensajeras, a esos también debemos descubrirlos, aunque por lo general, suelen hacerlo ellos mismos, tarde o temprano.
 Evidentemente que los magos también se equivocan. Lo hacemos todos, pero atreverse con según que vaticinios, leer el futuro, es cuando menos, osado. 
  Debemos abrir bien los ojos, intuir lo que quizá va a suceder, pero no cometer según que estupideces.
  Nunca entendí a aquellos que paran (protegen) sólo a los yearlings que más les gustan, y en cambio siguen concursando los que menos. Esto es un clásico entre los seguidores de la paciencia. Y la historia suele decir, que ellos mismos, acaban por reconocer, que sus mejores palomas salieron de aquellos que sí siguieron, y que por la razón que fuere, no eran de su agrado. ¡ Ojo con esto !.
 Os recomiendo esta joya de Bellani. Leo a Bricoux, Stassart, o al que los cita,  nuestro  Bellani, y sí, echo de menos mucho sentido común en nuestros días.




PabS.

sábado, 9 de diciembre de 2017

EL ENTRENAMIENTO DIARIO. Jules Dehantschutter. Waterloo. Bélgica.(Traducido por José Pereiro Francés).




  El entrenamiento, se me antoja piedra angular, absolutamente crucial, de nuestro proyecto colombófilo. Del cómo vuelen, y del cómo consigamos, sin forzar, que las palomas tengan entre ceja y ceja (si las tuvieran) salir a volar como verdaderos atletas, residen muchas de las claves de tener o no buenos resultados.
  Alejarse, ese vuelo dinámico y alegre. Esa sensación de que están trabajando de lo lindo, y que ese esfuerzo les cuesta, mas bien poco. Ahí interviene la ración diaria, su composición, del cómo se la suministramos, la salud de la colonia,  etc...Y sólo cuando la paloma entrena en casa como una bestia, sólo entonces, deberíamos salir a la carretera, y  es ahí donde no debemos tener piedad con ellas. 
  Somos responsables de darles todas la oportunidades, pero cuando nosotros cumplimos nuestra parte del trato, uno no alberga dudas de que está en el sendero que le conducirá al éxito. Sólo así realizaremos una selección correcta que de frutos.
Si hay salud, y no hay taras físicas invalidantes, olvidad la selección a la mano, olvidad el standard, olvidad las listas que crean colombófilos de cómo debería ser una paloma. Os engañan,y lo peor,  se engañan así mismos. No más prejuicios. Mantened sana una colonia, preparadla, y una vez esté lista, seleccionad y seleccionad. Sólo las mejores pueden quedar.




PabS.


jueves, 7 de diciembre de 2017

Entrenamiento del Club Colombófilo de Ciudadela.

  Hoy toco suelta de entrenamiento, la tercera en tres días. Días primaverales. Dieciocho fantásticos grados no me hicieron dudar. Además hay que ir desentumeciendo los músculos.
Antes de encestar las palomas, me he acercado a Punta Prima, a escasos kilómetros de mi casa, donde el Club Colombófilo Ciudadela estaba a punto de realizar una suelta de entrenamiento. Están calentando motores para su primer Mallorca.
Les he echado un cable, y allí he conocido a Pepe, que tras unos cientos o miles de whatsapps y llamadas, por fin ha tenido lugar tan merecido encuentro.
¿Que puedo decir?. Hacen falta muchos más Pepes, si señor. Gente con ganas, y con resultados desde el principio. Dos años y dos palomas de Marbella. Fantástico.
De paso he podido conocer a su flamante fichaje, un más que apañado camión para el club. Los reyes magos han tardado 10 años en traerlo, pero ha merecido la pena. Creo que le falta algún arreglo necesario, pero nada que con un poco de maña no se pueda solucionar. Les doy mi enhorabuena por este gran paso que han dado.
Os dejo con el video. 


PabS.

SEAMOS SEVEROS Y ELIMINEMOS CONTINUAMENTE. Jules Dehantschutter. Waterloo. Bélgica. (Traducido por José Pereiro Francés).



   En el tema de las selección de nuestras palomas, nunca se incidirá lo suficiente. Tras ser capaces de lograr alcanzar con éxito el primero de los pasos básicos colombófilos, mantener una colonia sana y saludable, y de saber ponerla a punto, el siguiente movimiento, no puede ser otro, que distinguir a los animales especiales de los que no lo son. Una vez conseguido esto último, identificar a sus padres, para lograr mejores equipos de vuelos en temporadas siguientes.
  Volando en el mar, no suele hacer falta eliminar  palomas.  Jamás lo he hecho. Iría contra mi forma de pensar, además, me sobran sueltas para ello. Muy muy pocas palomas aguantan el empuje de mi selección. ¿Y cual es el premio?. El mejor premio posible en el arte de la colombófila. Llegar a poseer un buen ramillete de extraordinarias palomas.
  El texto de hoy, resulta muy interesante. Desprende lógica en gran parte de lo que en él se dice. Quizá hay formas y formas, pero en esencia, y salvo algún detalle, estoy plenamente de acuerdo.
¿Una sola paloma puede cambiar un cuadro reproductor?. Naturalmente que sí. Ni lo dudéis. Sólo hace falta encontrar una que se salga de lo común, para poder edificar algo bonito y que a buen seguro perdurará en el tiempo. Una sola paloma construye un reino
  Si de una compra de 10 pichones me sale  sólo uno extraordinario, el lote, salió muy muy barato, porque la realidad demuestra que sólo deberíamos reproducir con lo mejor, y que de esas palomas hay muy pocas. Animales de los que os hablo, son mirlos blancos y es muchísimo más sencillo hallarlos en una familia repleta de extraordinarios voladores. Lo contrario, además de ser la gran mentira de aquellos que no lograron nada de lo aquí comentado, se convierte en la tumba de muchos,  que perdidos entre tanta arena,  carecen del swing para saber moverse con cierta alegría.
   Hablando en términos de gran fondo, cuanto más te cueste marcar de esas distancias, más difícil te será encontrar este tipo de animales. Esa es la gran llave. Si uno no dispone de la llave que conduce a tener éxito en ese tipo de sueltas, debe cuestionarse qué hace mal, porque amigos, siempre hay algo que hacemos mal cuando las cosas no salen. Disfrutad del artículo. 





PabS.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

CONSTRUYENDO EL FUTURO. "Las meigas, haberlas haylas"

   Si ayer os acercaba aquel glorioso episodio de los gallegos de 1996, hoy nos situamos tan sólo un año más tarde, 1997. Todo estaba por hacer, pero estos combativos colombófilos no cejaron en su empeño. Siguieron picando piedra en busca de los límites de sus palomas. Cuando los individuos salen de su zona de confort, todo puede suceder.
  Uno, se sumerge en la lectura del texto y con algo de imaginación puede fácilmente revivir aquellos extraordinarios años.
Siempre hubo un antes y un después. Éste fue el antes, uno glorioso, auténtico, que dejo una huella imborrable en esa extraordinaria colombofília.
  Las cosas suceden una vez. Se dieron las circunstancias para esos hechos, o mejor, probablemente se dio la combinación perfecta, los que dirigían esas gestas, eran grandes colombófilos. Esto último, en ocasiones, sucede, y de ahí  se suelen gestar cosas muy buenas. Ya sabemos que, lamentablemente,  lo contrario, es lo que más suelen ver nuestros ojos. Sea como fuere, sigamos leyéndoles. 

PabS.

martes, 5 de diciembre de 2017

COSA DE MEIGAS. EXITO SIN PRECEDENTES EN LA COLOMBOFILIA GALLEGA, 1996.



   
   Hoy me manda José Pereiro esta joya. Sé que ha estado malito, y desde aquí le mando un fuerte abrazo.

Leyendo muy detenidamente el artículo, y otros que colgaré en los próximos días, lo que sucedió aquellos años en Vigo, fue algo, simplemente mágico. ¡Cosa de auténticas meigas!. 
  Tuve el inmenso placer de vivir casi dos años en A Coruña. A los ojos de aquel niño, todo era diferente. No vi ni brujas ni meigas, pero sí un mundo nuevo para mi. Mucho huracán reconvertido, tipo Klaus, u Hortensia. Mucho calabobos, y como no, aquellas nabizas que me obligaban a comer en el colegio. Aquel mar tan diferente al mío, que iba y venía. O aquel orujo, que al quemarlo, embrujaba mis ojos, siendo éstos incapaces de perder de vista aquel fuego sinuoso e hipnotizante. Esas aldeas, en las que uno entraba en sus casas, chimeneas encendidas, aquel humo y aroma tan diferente. Un inmenso verde por todas partes. Tengo muy buenos recuerdos de aquella bella tierra. 
  Allí, en Culleredo, un día de reyes, sus majestades tuvieron a bien obsequiarme con un tesoro que duraría años entre mis manos, una magnífica piqueta. El quo escribe era un chaval obsesionado con los minerales. Podría decirse que aquellos días descubrí el auténtico significado de la palabra ilusión. Con el tiempo, tomaron el relevo los pájaros, y ya algo más tarde, las mensajeras. Sin ilusión por las cosas, ¿tiene algo sentido?. Da igual la edad que uno tenga, la clave reside en la ilusión por las cosas. Aquellos colombófilos de Vigo, tenían ilusión para dar y regalar, por eso compartían.
  En cuanto a las meigas, no tengo claro eso que la gente solía afirmar entonces: "Yo no creo en las meigas pero haberlas, haylas".
Mentiría, yo no las vi.  Hoy, leyendo el texto, sé que sí existen. Cuando la gente se une en una causa común, en una que les da fuerzas para intentarlo una y otra vez, sucede lo que a continuación podréis leer.
El día que el colombófilo decide quitarse la careta, sin historias, sin ganas de aparentar lo que no son, y se dedican a las palomas y a la colombofília, tienen lugar acontecimientos históricos. 
Las ansias por experimentar con los límites que te han tocado vivir, con lo desconocido, con aquel ¿será posible?. Eso lo acabamos perdiendo. Con el tiempo, acabamos por acomodar las nalgas en esos vientos de cola, en esa predicción cuasi on line. En esa chatarra por la que algunos son capaces de "matar" a otros colombófilos. En ese ego desmedido. En ese querer mandar en la casa del otro, y un largo etc.

Esta historia de los gallegos es el ejemplo de que hubo tiempos mejores, y al menos para mi, me resulta verdadera fuente de inspiración. Gracias.


PabS.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Condiciones sobre la paloma de fondo

  Las condiciones sobre la paloma de fondo. Texto del verano de 1974. Que enorme placer leer a esta gente. No sé si a vosotros os sucede igual, a mi, me traslada en el tiempo a otra colombofília, a una sin whatsApps, sin internet,  a una más sincera, más pura. Una colombófila elevada a arte, con ganas de explorar los límites de la época, a una sin tanta mierda.  
Leo algunos "tostones" de hoy en día, y me resultan simplemente inaguantables. De hecho, ocasionalmente me leo, jajaja y tengo la misma sensación soporífera. ¿Para qué diantres escribo entonces, os preguntaréis?. No tengo, a día de hoy, una respuesta a esa cuestión, es más, cada vez que he dejado de hacerlo, mis paisanos isleños se han alegrado enormemente, y cada una de las veces que he abandonado una web, ha sido por ellos, para tenerles "contentos". No soportan la idea de que alguien tenga opinión propia, o publique sus maravillosos resultados. Son más de redil, que de ir por libre. ¿Opinión propia?. La tengo, y así seguiré manifestándola. Uno, puede afirmar en varios párrafos, lo que le venga en gana, así lo hago, y trato de no salirme de un adecuado marco de respeto. Eso no significa que la razón me asista, pero no habrá nadie en este mundo que logre callarme. ¿Por qué deberíamos callarnos?. 
 Sea como fuere, mis paisanos (algunos de ellos) estarán más contentos a partir de ahora. No podrán medirse al que ha sido referencia indiscutible de la colombófila menorquina los últimos diez años, poseedor de innumerables récords. El que lo cambio todo. Sí, así seré recordado, jajaja.

  Ahora ya en serio. Cambio de tercio. Tenía previsto, tal y como anuncié, sacar dos lotes este mes de Diciembre. Entre ellos estaban incluidos, Mármol, el 382(directo de la Rodada), la 37, Estrella, y algunos pichones de las mejores parejas. Finalmente no los haré públicos aquí. Salen la semana que viene hacia Tenerife. Muy muy buen material. Lo lamento por aquellos que lo estaban esperando, pero las cosas han salido así. Quizá ofrezca algo aquí, porque últimamente todo está cambiando para mi. Ya veremos.

  Volvamos a lo que nos atañe hoy. Condiciones sobre la paloma de fondo. Interesantes reflexiones sobre la especial responsabilidad que recae sobre el colombófilo. Él, es el  único y verdadero artífice de que las cosas sucedan. Indudablemente, necesitamos animales superiores, pero sin nuestra ayuda, difícilmente podrán sacar eso que llevan dentro. Creo que en ello, coincidiremos la mayoría.






PabS.