Las temporadas transcurren y con ellas los meses, los años, y en ese vertiginoso devenir, los sueños van cumpliéndose. Esta bonita frase que en muchos de nosostros no se cumple daría sentido a los sacrificios que este deporte exige. ¡Aqui nadie regala nada!. Las cosas suceden porque tú haces que sucedan.
Cada año uno trata de darle una vuelta más a esa puñetera tuerca que se nos resiste. Es denominador común entre los colombófilos. No es ni más ni menos que colombofília.
La temporada pasada supuso un punto de inflexión en mi trayectoria y corte por lo sano con el mundo de la competición.
He palpado el cielo con mis dedos en muchas ocasiones. Prefiero hallar mi dosis de dopamina en otras cruzadas.
El reto a día de hoy son esas sueltas marítimas con tres saltos de mar alcanzándose los no despreciables 880 km, donde sólo animales extraordinarios son capaces de acometer semajante viaje. Un mayúsculo reto sin duda alguna.
La selección sigue siendo el objetivo número uno. Cincelar una a una para llegar a esa paloma especial, a ese animal con duende, exige grandes dosis de trabajo, ilusión, y saber hacer.
No suelo mezclar las cosas. Cuando vuelo no crío, y viceversa. Eso no impide que en mi cabeza ya broten ideas de lo que tengo en mente. Esa pareja que no pude formar el año pasado, esa otra que es necesaria para dar sentido a la línea, y mil y una ideas parecidas.
Como cada año, en breve ofreceré una ronda de pichones de cualquier pareja que aparezca en esta sección. Al hilo, muy probablemente el próximo mes de Marzo el espacio ARCON DE LOS SUEÑOS (2017) vuelva a estar operativo y con él alguna sorpresa. A los intersados os recomiendo estéis atentos.
En cualquier caso, hasta Abril o Mayo no estarán disponibles.
Saludos.
Pabs