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jueves, 9 de noviembre de 2017

No siempre es lo que parece. El Resucitado (1926) .


   En más ocasiones de las que imaginamos, damos algo por sentado, que con el tiempo acaba transformándose en un error. En una cosa podemos estar todos de acuerdo, en el arte de la colombófila nada es milimétrico.
 Llegar a creer, pensar o soñar que porque la temporada anterior nos fue bien, si repetimos los mismos movimientos, paso por paso, al año siguiente, el resultado será exactamente el mismo o parecido, es de ilusos. Con cada doce nuevas campanadas se inaugura un mayúsculo reto para todos. Campeones, aspirantes y sobre todo los que comienzan. El dar algo por sentado, es más propio de los que llevan más años que menos entre nosotros. ¿No os habéis preguntado en alguna ocasión, cómo llevando tantas lunas entre plumas, cada nueva temporada sirve para corregir lo que se hizo mal la anterior?. Y así van pasando los años. El deporte en líneas generales es sumiso en esta cuestión.
El Resucitado. Una paloma de 1926 que demuestra cuán importante resulta no dar nada  por sentado.


PabS.


miércoles, 8 de noviembre de 2017

¡¡¡ Los números NO engañan !!! .



  Día gris gris donde los haya. Alguno de vosotros se debe haber hecho con el sol en propiedad, o quizá, rodeados de tanta obesidad, algún otro se lo ha zampado. Ni rastro de él. Dos días sin sus beneficios, y ya le echo de menos. ¿Qué haríamos sin él?. Por cierto, el sol en las palomas, y en cualquier ser vivo, es simplemente VIDA. Tiene un valor diferencial, no lo olvidéis. Aquellos que tan sólo dejan a sus palomas disfrutar de sus beneficios una hora al día...jodidos van.
  Primero de nada, agradeceros enormemente vuestras lecturas, superamos ya las 130.000 visitas en año y medio. En el horizonte, finales de año probablemente, comienza a dejarse ver esas 150.000. A por ellas!.

  Ayer os comenté que estoy metido en "otros líos", y cuando uno da sus primeros pasos en algo, se sumerge de lleno en ello con otra mirada. Allí, entrando en contacto con esa desconocida superficie, nos dejamos influenciar por otros. A medida que penetramos en las primeras capas, muy espesas por lo general, vamos descartando faros, para llegar a ser nosotros mismos. La colombófila, por analogía es  simple y llanamente, eso. Apoyarse en referentes, absorber de otros en un proceso natural y lógico, pero al final, volamos sólo. Ley natural. 

  Para hoy, un tentempié, un GRAFICO DE PALOMAS COMPROBADAS del 1998. En la primera franja, Isla de Ibiza, segunda Menorca, y tercera , Mallorca. Lo plasmo aquí porque he dado con ella. No significa que cada temporada sea igual, de hecho hay ciertos % que me sorprenden un poco, pero es que una suelta cualquiera se puede dar bien o mal. Esto es mar. Las primeras sueltas de mallorquines en ese año confirman que algo no se hizo bien. Chirría
 El contraste de ayer y hoy es significativo. En el caso menorquín, sin las pajas mentales de nuestros vecinos mallorquines con sus adultas y jóvenes, siempre tendremos los  peores %  por una cuestión lógica, pero hemos dado un paso mayúsculo. Mi opinión, ya la conoces: http://plumanegras.blogspot.com.es/2017/06/entrevista-en-la-web-de-la-federacion.html
Un repaso al gráfico resulta, sin duda alguna, enriquecedor. 


  En síntesis siempre fue igual. Ibiza, mejores porcentajes, y partir de ahí, bajando. Ibiza además por lo general, es la única isla que se puede permitir el lujo de volar en Mayo. Si las tres islas volaremos en un mismo calendario, las diferencias se acentuarían más si cabe. Y a partir medio fondo, se aprecia una distancia monstruosa entre Menorca y el resto, y es por ello, que volar en nuestra isla fue siempre un reto, para colombófilos y palomas. 






PabS.

viernes, 3 de noviembre de 2017

¿Puede más el medio ambiente que la raza?.


Al medio, ambiente o no, hay que adaptarse. Y eso trato de hacer. Tomada la decisión ayer mismo de no volar, hoy me siento más relajado. Menos preocupaciones aunque porque no decirlo, también menos alegrías.

  Tengo muy claro que nuestra colombófila trata, tratamos de adaptarnos al medio.No nos queda otra. Desde fuera, al margen de este segundo verano que estamos disfrutando, quizá resulta difícil entendernos,  y es que adelantarnos tanto en el tiempo y comenzar la temporada cuando ni tan siquiera ha finalizado el año anterior puede chocar en un primer instante. Hay que vivirlo no obstante. 
  Dicho esto, las últimas temporadas, hemos ido adelantando y adelantando las fechas hasta tal punto que nos hemos metido de lleno en la ventana de migración de peregrinos, que comienza a finales de verano y se alarga, aunque de forma muy escalonada incluso hasta los meses de Enero y Febrero, aunque no cabe duda y es un hecho irrefutable,  al menos para mi, que Octubre y Noviembre son meses terribles en ese aspecto. Hoy mismo he visto como las palomas eran atacadas una y otra vez por una pareja de peregrinos. La unión hace la fuerza.
  En sintonía con todo esto, cada dos días se refugian en mi palomar, animales de otros compañeros que las están moviendo por estas fechas. Tomo esas palomas entre mis manos, y lo notas rápidamente, palomas con muda avanzada, mal preparadas. Sin duda, excesivo. 
  Con todo el respeto del mundo, creo que la mayoría no podemos llamarnos colombófilos. Tendremos otro nombre, pero seguro que colombófilos no es el más acertado.
 En un mundo en el que la demostración de hechos resulta cuando menos algo farragoso,  no me cabe duda de que todos los que, como partícipes de esta aventura, tenemos nuestra propia opinión. Hasta ahí, todo perfecto, pero no podemos obviar que las palomas mudan en todos los palomares. De eso no se salva nadie. No es ciencia ficción.
Espero que el video de ayer fuera de vuestro agrado. A ver si la próxima mejoramos ciertos aspectos.

Os dejo con mi colega Bellani y sus reflexiones entorno al medio ambiente.





PabS.

jueves, 19 de octubre de 2017

El lado más cruel y sádico de la colombofilia.

                         
  Nuevamente sesión de noche. No tengo ni idea de que tal lleváis el tiempo por ahí, pero aquí hemos pasado de un verano que parecía no tener fin a un otoño en ciernes. Por calendario ya tocaba. La tierra lleva algún tiempo en la que vociferaba pidiendo agua, y ésta por fin ha llegado.
 La lluvia, la fragancia a hierba mojada, esa sensación ya casi olvidada, pero sí,  soy más de sol para que negarlo. No apetece salir de casa.
Con semejante panorama hoy di con estos dos videos, ambos producidos por una protectora de animales. Uno en Taiwán, y el otro en Reino Unido. Entiendo a las protectoras y nos entiendo a nosotros.

Cuando saludamos a Google, nos gusta preguntarle por venta de palomas belgas, colombófilos famosos, razas de palomas, o directamente los nombres de las vedettes colombófilas del momento, pero sí, escondida tras los bastidores hay otra realidad. Una, que tú que me lees, y yo que creo conocerte, sabemos muy bien. La colombofilia tiene un lado oscuro, extraordinariamente cruel. La otra cara de la moneda de nuestro deporte, el otro rostro del famoso video de National Geographic.
  Son muchos (todos lo hacemos) los que prefieren mirar hacia otro lado, pero esto es real. En lo personal, la colombófila que me ha tocado vivir es sumamente dura, esto por una parte te conduce, en aquellos días buenos a un estado de éxtasis comparable a pocas cosas, a horas y días en los que un incontenible chorro de adrenalina recorre tu cuerpo, pero siempre hay algo en mi que se cuestiona lo perretes que somos.

  Viajamos fugazmente a Taiwán. El mayor club en la isla, maneja la friolera de 140.000 palomas, la mayoría no supera los 4 meses y medio de edad. El 1% sobrevive, el resto muere.
  En una suelta de 5044 regresaron 36 (eso es menos del 1%). Otras lo logran pero algo más tarde. El precio por ese retraso es muy elevado. Se les retuerce el cuello.
Extorsión, palomas drogadas, apuestas ilegales, sí ilegales, porque allí también lo son. Hasta 400 millones de dolares Taiwanes mueve el asunto. Siempre leí que allí las apuestas eran ilegales salvo en el tema de las palomas, ahora veo que no es así. Lo maquillan. Su propia ley lo prohibe, algo que enmascaran sutilmente. Ojo, éstos son los grandes compradores de palomas en Bélgica. Visto así, somos parte de un deporte totalmente corrompido.

  Algo más hacia Occidente, bastante más de hecho, en la  islas Británicas, las sueltas en las que las palomas son liberadas en Francia y España, las Graveyard races (cementerio o campo de tumbas), como ellos gustan bautizarlas son sueltas donde no hay resquicio alguno de piedad. En el video, nos ofrecen un ejemplo en una temporada catalogada por ellos mismos como nefasta, donde soltaron 5560 animales y regresaron 622. Casi el 90% desapareció. También es cierto que esta gente puede mirar a los ojos las 900 millas (haced los cálculos). 
  Afirma uno de los entrevistados en otro fragmento del video, que si tras dos años te queda el 30% es que lo estás haciendo bien. A mi no me queda ese porcentaje ni en un año, pero ni por asomo. 
En realidad en ese oscuro saco estamos todos. No, no podemos mirarnos al espejo de una forma limpia. Hay que entender que esta parte de la colombófila existe, que es real, tan sólo giramos unos grados  el cuello, lo suficiente para olvidar. Preferimos pensar que al no verlo...quizás no existe.
 Dos millones y medio de palomas son criadas en el Reino Unido cada año, la mayoría no tiene un prometedor futuro. 
Deberíamos dar un gran valor a las que lo consiguen. Allí, aquí y en cualquier lugar del mundo. 

 Para acabar que ya es tarde. Me gusta tocar todos los temas, los incómodos también. Me apasiona seleccionar, tallar animales extraordinarios, capaces de superarlo todo, pero cuando uno reflexiona y conduce sus pensamientos a un imaginario debate moral, realmente se te quitan las ganas de seguir volando.  No es menos cierto que esto es la vida, y que sin la colombófila estos animales no existirían.  La crueldad del ser humano es eso, muy humana. 
Esto es como cuando nos comemos ese chuletón de puta madre pero luego visionamos el video que muestra como mataron a esa vaca. Todo de golpe no entra, ¿verdad?. O el chuletón, o el video macabro, pero verlo y masticar al mismo tiempo...
Nos lamentamos cuando el peregrino se lleva una de las nuestras, cuando lo hace por su propia supervivencia, no por tocarte los huevecillos. ¡Vete al parque a comer le maldecimos, come pájaros silvestres pensamos!, pero no decimos nada de ese 70,80% de palomas que nosotros "matamos" cada año. Unas veces porque ni tan siquiera nos podemos llamar colombófilos, enviando palomas muy mal preparadas, y otras, porque el mero hecho de competir lleva aparejado este gran peaje, pero da lo mismo, un copa de hojalata, bien merece el precio que hay que pagar (nótese la ironía). Mañana seguro amanece otro día.






PabS.