"Un juego llamado secreto". Bien podría ser el título de un buen artículo. No, no es el caso de hoy. Tan sólo me permito realizar un sutil juego de palabras en una frase que incluye dos de las más buscadas: Juego y secretos.
El artículo de hoy data de 1966, en él Juan Veny Sansó implora que se desclasifiquen de una vez por todas, los secretos y artimañas de los maestros de la colombofilía. Entiendo su interés, pero, ¿hay algo mejor que descubrir las cosas por uno mismo?. No, no estoy muy de acuerdo con Juan.
En lo que respecta a mi experiencia personal, echando un cable a algunos compañeros, dándoles un buen lavado de cara, vieron en un tris tras, como sus resultados se multiplicaban, pero algunos de ellos, cuando dejabas de estar sobre sus pasos, se olvidaban con el tiempo de decisivos detalles. Se dejaban cosas en el tintero, y convertían lo que tenía pinta de ser muy divertido en algo anárquico. Y todo, volvía a ser parecido a como un día fue. La información está muy bien, pero hay una parte que tiene que salirte de dentro.
El artículo resulta muy interesante por varias razones. Una, denota el nivel que existía entonces, y dos, esto nos recuerda y al menos a mi, me refuerza, en la idea que la información es importante, pero más decisivo todavía, es el cómo usarla. En aquellos días de 1966, el acceso a ella era mínimo, parecido a encontrar un oasis en un desierto. Hoy en cambio, es abrumadora. En la red, se pueden hallar claves que te ayudaran a dar un par de saltos de calidad. ¿El problema?. Esa valiosa información está tan pringada de mierda, que tras semanas de estudio, ya no recuerdas ni tu nombre, pero, lo importante, es que esa llave que abre puertas, está ahí, escondida, esperando que un cazatalentos cualquiera la descubra.
Por otra parte muy interesante el relato de esas dos palomas marcadas en 1965 en la isla de la Palma. Palomas a 728 mm. Pues sí, nada que ver con algunas palomas de Marbella, o Casablanca que las observa uno en el video de WhatsApp de rigor, recién llegadas, y parecen que se han preparado para la foto de su boda. No es una crítica, es lo que siento.
A mi no me dice nada si en el curriculum de la paloma se graba a fuego: Lisboa, Casablanca o Marbella. A mi lo que me hace subir las cejas es qué Lisboa, qué Casablanca o qué Marbella o Ayamonte, porque no, amigos, no todos son iguales.
Os pongo un ejemplo personal para que entendáis mi punto de vista. Este año hubo una suelta desde Baza, en concreto fue un Baza del 16%. Metí 6 palomas. Al medio día del segundo día, el viento giro a Levante (viento de cara), y eso para palomas que llevaban luchando desde el día anterior, se transformó en una pared, en un granítico muro sólo apto para buenas palomas. Desde la dos de la tarde de ese segundo día, ya se vislumbraba que no entrarían ninguna.
A las cinco, el viento de cara se instaló definitivamente. Llegaron 4 palomas a la isla en esas condiciones, tres de ellas mías, a 500 y 597 mm. Y ya no entró ninguna paloma más. Les di un valor mayúsculo. No fue Marbella, pero es que no hacía falta que lo fuera. Super palomas.
PabS.