¿Para llegar a campeón? Paciencia y constancia. Sabias palabras que se desprenden de la elegante pluma de Rodolfo Bellani (Bolivia) en este artículo del año 1975 que da para mucho.
Muy probablemente ser campeón sea algo etéreo. Cabría analizar muchas variables que quizá bajo un profundo análisis desacreditarían tal distintivo, aunque el vocablo campeón es un sin lugar a dudas un valor seguro que perdura en el tiempo y posee un gran poder de hipnosis con numerosas novias alrededor.
Creo que la mejor vara de medir es observar a aquellos que siempre lo hacen bien. Todos tienen derecho a caerse alguna vez, pero aquellos que suelen subir en lugar de bajar esconden un preciado secreto: buen hacer y manos sabias. Ellos son mis elegidos. Siempre hay respuestas que lo explican.
Observo estos días instantáneas con campeones nacionales, posando orgullosos con sus bandas y su lógica alegría. Y aunque les entiendo, siempre me viene el mismo pensamiento. Demasiada salsa para tan poco pescado.
Y os lo dice alguien que lo dijo cuando le tocó a él. No vaya alguno a saltar con resorte fácil. No hay envidia en mis palabras sólo reflexión y desde luego opinión personal.
¿Que un premio nacional no le amarga a nadie? Desde luego que no, pero lo dije, lo digo y lo diré. A mi poco me aportan, algo más que un breve subidón (también soy humano). Y ojo, los he ganado y no, ya no los persigo. De hecho no participé en ellos el año pasado.
¿Por qué me preguntaréis? Son muchas las circunstancias. En la actualidad me parecen los premios más fáciles de obtener para alguien con resultados. También intervienen factores como ubicación, persecución de vientos favorables, y otras cosas de las que mejor opto por no hablar. Y sobre todo, les falta lo más importante, la distancia.
Ser un devoto en estas lides es más que respetable, pero en mi opinión acabas acomodándote y convirtiéndote en un "yonki" de este tipo de carreras y dejas de arriesgar y seleccionar tu cuadro reproductor por algo de comida fácil. Pan para hoy, hambre...desde el punto de vista de un gran fondista naturalmente.
No hay que olvidar que en este tipo de eventos, al menos los marítimos no se tienen en cuenta las largas distancias. Se trata de una cuestión de elección. Yo ya hice la mía.
Si me preguntáis por un regional y tal y como están montados ya es otra cosa. Debes ganar a 250/300 tíos, de tú a tú. Y hay islas donde, por razones, más que obvias, de dificultad, se reparte el bacalao (Ibiza) y otras donde asomarse (Menorca) es para linces o para listos.
Ganadores de Campeonatos absolutos de Baleares en la isla de Menorca en toda su historia, salvo que se me escape algo, sólo dos fueron capaces de semajante logro. Yendo más allá, ganadores de ese distintivo con sueltas desde la península, sólo recuerdo al que escribe. Así que sí, me gusta darle al texto, pero también demostrar las cosas con hechos, y porque no, hacer historia. Y por otra parte con está reseña quiero demostrar que los campeonatos para mi también son importantes, sólo que me gusta acentuar a que le doy yo importancia y el porqué.
En un nacional debes ganar en tu isla, en muchos casos sólo en tu club, y en la práctica contra 4, 5 ó 6 colombófilos. Y en la mayoría de casos en sólo dos sueltas que en el mejor de los casos no superan los 500 km. No, no es lo mismo. Ni se le parece. Para un fondista, no. Al final el resumen sería el de siempre. Hay que ganar en TU club. Lo demás es salsa.
El texto suelta varias perlas. Redactado en el año 1975, llama la atención la presencia, una vez más, de palomas marcadas en el día de 1200 y 1300 km. ¡Pues vaya línea de vuelo, debieron disfrutar por aquellos años!. Es lo primero que se me vino a la cabeza.
El autor se queja amargamente del valor de una paloma con muchos primeros y semejantes distancias. Es el tema de siempre, el valor está en relación al número de palomas participantes, no de la gesta en cuestión. Eso no lo ha modificado el tiempo ni lo modificará. Otra cosa es que estemos o no de acuerdo con un hecho irrefutable.
El tema de alimentación y sus reflexiones también resultan de lo más enriquecedor.
Por último, agradecer desde aquí a aquellos que asoman sus ojitos a diario por este blog. Los últimos dos meses más de 22.000 visitantes. En la última semana se batió el récord de visitas de siempre de este blog con 1.168 visitas en un sólo día, y muchos días con puntas de 700 y 800 visitas diarias, con una media de 400/500 visitas diarias durante el último mes. Extraordinarios números para un blog de palomas. Las cosas siempre suceden por algo.
Animo desde aquí a gente como Fulanito de La Palma (creo que se llama así ;) ) y a algún otro, para que me sigan haciendo toda la "publicidad" del mundo, ya que a pesar de la hipocresía de algunos (algo que siempre gestioné mal), los lectores son gente curiosa y con criterio y opinión propios, algo de lo que él adolece. También le aliento a que lo siga intentando pues para marcar de gran fondo hay que tener grandes dosis de paciencia y conocimientos. Alguien de gatillo fácil y crítica oscura como él a buen seguro que lo logrará algún día...o no. Mucha suerte en tu recorrido. Estaré sumamente atento a tus evoluciones y si por lo que fuere, te sigue yendo mal, fíjate en los que en tu tierra SI son capaces de lograrlo. Así que te aliento desde aquí con el título de hoy:
¿Para llegar a campeón? Paciencia y constancia.
Me permito estos comentarios porque hay días en los que me cansan determinados sujetos. No suelo saltar a la primera ni a la segunda, pero el día menos pensado, estallo. Hoy es uno de esos días que flojeo.
Trato de alguna forma de hacer desde aquí algo de colombofilia, sé que al hacerlo puedo ser objeto de críticas (son ya muchos años mojándome), pero me jode enormente lo cansino que son algunos en la oscuridad, cuando no hay focos que iluminen, y en cambio cuando hablan contigo son todo lo contrario. De ahí el escrito de hoy algo subido de pedantería. Mis disculpas por ello.
Con tanta historia se me ha ido la pinza. Aquí os dejo este imperdible que no merece tanta interferencia.
Pabs.
Las grandes distancias fueron desde tiempos inmemoriales un delicioso caramelo donde el colombófilo refugio todos sus sueños. Un Everest, un Annapurna o un K2 que escalar de un atractivo sin igual.
El texto de hoy es de un activo Rodolfo Bellani cocido en el año 1974.
Tras su lectura uno comprende que las largas distancias pueden ser o no acentuadas. Que no todo se ciñe en un mayor o menor número de kilómetros. Hablamos de 1974 y años anteriores y ya se afrontaban kilómtros infinitos. Señal de que aquello era más que posible.
Las líneas de vuelo marcan lo que se puede y no hacer en cada lugar.
Es muy cierto que cuando uno afronta determinadas distancias siente que está "tirando" la paloma. No es menos cierto que en lugares como donde vivo ese sentimiento se hace perenne incluso en distancias cortas, pero deduzco que el autor del artículo no era un gran fondista puro. Eso se tiene o no se tiene. Alma de depredador.
Pabs.
Otra auténtica joya para compartir. Texto publicado en España en el año 1966, probablemente redactado en Alemania algunos años antes.
Es acojonante observar como los temas se repiten como en un interminable bucle, tal y como lo hacen hoy.
Las palomas tardías es un tema que no deja indiferente a nadie. Doy fe de que funcionan, como funcionan las palomas adultas, porque detrás de ese éxito, hay algo que no admite duda. Sólo funcionan las buenas palomas, al margén de su edad.
Obviamente las buenas palomas mejoran con el tiempo, ganan en experiencia, se "hacen" como vulgarmente se suele afirmar, pero en aquellas líneas de vuelo con presión rapaz real también acaban sucumbiendo en lo psíquico. Así que personalmente me quedo con las buenas palomas sin tener en cuenta si son o no mayores de edad.
Disfrutad del texto.
Pabs.
Muy posiblemente, y tal y como apunta el autor de este artículo, el entrenamiento sea uno de los factores más olvidados o peor desempeñados por los colombófilos. El gran olvidado, ninguneado por unos, incomprendido por otros.
Mi opinión al respecto es que gran parte del éxito reside en ese quehacer diaro, en esa alimentación enfocada a ese gasto energético periódico, sin perder de vista en que momento de la temporada estemos.
Algunos afirmarán que volar una hora es suficiente. Y puede no faltarles razón, pero para mi las cosas no acaban con algo que sea simplemente suficiente. Yo quiero más. Esto ya lo dejo para cada uno y la respuesta que quiera darse a sí mismo.
Y si ese vuelo se pude lograr de una forma espontáneamente programada, mejor que con bandera, pero debemos utilizar todos los instrumentos que estén en nuestra mano para lograr lo que queremos y en ello tiene mucho que ver la alimenatción, el método, la experiencia de temporadas pasadas, trucos de cada uno, etc, sin traspasar la línea de lo que deja de ser sensato.
El entrenamiento, cuando variables como las instalaciones del palomar o una buena selección previa están logradas, se me antoja absolutamente fundamental. Gestionar este aspecto no es asunto baladí.
En ese vuelo diario las palomas hablan, lo dicen casi todo, nos desvelan respuestas que de otro modo sería complicado conocerlas. Si prestamos algo de atención, con el tiempo nos daremos cuenta de las señales que nos envían. Un ejemplo:
Hay palomares donde uno pasa cerca de ellos, y puede observar a ese bando volar por un rato. En algunos casos es casi matemático. Las palomas no están en perfectas condiciones, las palomas no son alimentadas adecuadamente, o las tricomonas han hecho acto de presencia, puede ser cualquier otra cosa. No hay esa alegría en el vuelo. Es un vuelo lento, circular, pausado, lastrado. Si uno quiere verlo, eso está ahí. Pueden incluso volar tiempo en esas condiciones y no estar mal ni a la mano ni a la vista, pero si fueran mis palomas, estaría alarmado. Lo grave es que los hay hasta contentos. Esa es la diferencia.
Lo interesante del artículo es que nos revela como se fueron superando obstáculos que hoy en día, están en la mayoría de los casos más que archivados o en vías de ello, la dietética, las instalaciones, etc, pero en el texto parece dar a entender como gran ausente al entrenamiento. Creo que sigue siendo el gran incomprendido.
Pabs.
Breves reflexiones de un conocido Armas Baker realizadas desde la Laguna (Tenerife) en un ya lejanísimo 1975 sobre la colombofilia Balear y Canaria.
Muchas cosas han cambiado desde entonces. El número de practicantes, las formas y un sin fin de cosas. Otras siguen impertérritas en el tiempo.
Hace unos días con motivo de esta selección de artículos ojeé unas listas de llegadas en mis isla del año 2000. Prácticamente todas las sueltas con porcentajes reducidos y mostrando velocidades no superiores en ningún caso a los 900/1000 mm en el caso de las ganadoras de la prueba.
Hoy las palomas van mejor preparadas pero también en la medida que el tiempo ofrece comodines, éste mejora las prestaciones de muchos de los integrantes del bando. Lo cual no es malo, al menos no hasta que esa búsqueda no se torne en obsesión. Sigue siendo una colombofilia terrible
Vaya frío tenemos por aqui. Seguro que nada en comparación con otras regiones de la península.
Pabs.
No todo tiempo pasado fue mejor, aunque soy, y no precisamente por mi edad, uno de esos nostálgicos que todavía cree que hay aspectos del pasado que se perdieron con el transcurrir de las décadas y que no debería haber sido así. Aplicable a cualquier orden de la vida.
Entre toda la bibliografía que está a mi alcance no todo el monte es orégano. Hoy me mostraré algo más crítico. He leído varios artículos de José María Ballester Vigo, un hombre que si no recuerdo mal llego a escribir un libro (desconozco si es la misma persona), que creo que tengo en mi biblioteca colombófila. El caso es que le leo, sea del tema que fuere, y en general no suelo coincidir con sus reflexiones. Entiendo que esto sucederá a buen seguro con aquellos que nos lean en un futuro. Algunos no paramos de contar memeces y otros dan grandes apuntes. El futuro dirá.
El texto de hoy versa sobre la paloma grande. Creo que el tiempo se ha encargado de dejar las cosas en su lugar. Artículo de la época que a buen seguro coincidía con el parecer de la mayoría, pero que la experiencia ha dejado vacío en su contenido.
Si hay un aspecto que es demostrable en un porcentaje muy elevado y no exento de excepciones es la relación entre el tamaño de la mensajera y sus quehaceres en las largas distancias sea cual sea la línea de vuelo siempre y cuando sea dovoradora de kilómetros. La paloma ideal para semejantes menesteres debe ser pequeña o mediana y por encima de esos adjetivos no debe pesar nada. Como si esa paloma que tienes entre tus manos te llevara a exclamar algo parecido a: Si parece hecha de otro material.
Excepciones, como indico, las que queráis, pero un cuadro reproductor dedicado a los grandes fondos repleto de palomas grandes, aunque no pesen es una locura y a buen seguro demuestra que no está seleccionado como toca en el terreno de juego. Alguien debería decírselo.
Muy revelador el último párrafo.
Pabs.
Buenas y gélidas tardes a todos. Palomas descansando en el interior de sus aposentos. Día desapacible, de esos que uno puede imaginar como típico día del mes de Enero.
Bajo estas circunstancias que mejor que una joya de 1967 para entrar en calor. Cincuenta años contemplan a este artículo de Francisco Pérez Tester. Su contenido versa sobre algo que no ha perdido ni un ápice de actualidad. Al final, juguemos a lo que juguemos, la calidad acaba apareciendo. Y ello permite que incluso hoy en día la colombofilia sea algo que no admite el soborno de las carteras más acolchadas. La preparación y la calidad de los animales mueve montañas.¿Aditivos y complementos? Si, claro. ¿Ayudar a esas palomas a que saquen lo que llevan dentro? Desde luego que si. No obstante el resultado será el de siempre. Sólo aquellas palomas que nacieron con luz propia, brillarán.
Pabs.
Hoy os acerco un fenomenal artículo de 1988 del Dr Germán de Lara. A pesar de lo brillante de su exposición creo que hay cosas que el tiempo, la ciencia y la experiencia del colombófilo han ido corrigiendo. No obstante el texto merece su lectura.
Nosotros, los colombófilos, realizamos nuestra tarea hasta el mismo momento en el que enjaulamos nuestras palomas. A partir de ese instante la suerte y todo el trabajo realizado nos ponen en nuestro lugar.
Tras el resultado de la prueba. Unos tratan desesperadamente de buscar excusas de lo más imaginativo, sus palomas iban en el primer bando y se pasaron, otros por lo visto las enjaularon "enfermas", otros utilizan el argumento oficial por antonomasia y le echan la culpa a todos los halcones de la región. Más de un peregrino a buen seguro que tendría coartada y podría demostrar que el día "x" él no estaba en el lugar de los hechos.
¿Preparamos bien a nuestros animales? Pondré un breve ejemplo. Es muy importante, de vital y suma importancia, cómo y cuánto alimentamos. Dos colombófilos vecinos que alimentan exactamente con la misma cantidad, e incluso más allá, con la misma mezcla pueden, permaneciendo el resto de variables idénticas, observar como el vuelo de sus amigas puede llegar a ser diametrálmente diferente. Uno de ellos estar encantado viendo a su bando volar como los ángeles, y el otro cuestionarse constantemente ¿pero qué estoy haciendo mal?.
En colombofilia el resultado es la consecuencia de la suma de pequeños detalles, todos ellos importantes, pero algunos son de obligado cumplimiento. Si alguno de éstos no se ha ejecutado correctamente, los resultados se resienten. Lo dejo ahí para que penséis sobre ello.
Pabs.