Han transcurrido 44 años de la entrevista de hoy, pero refleja exactamente lo que os mencionaba ayer sobre las visitas colombófilas internacionales. Por aquel tiempo con que fuese rubio y de muy lejos, Noruega sirve, ya les daba para pasearle por la isla. No hacía falta que fuera belga u holandés, pues la opinión de alguien extranjero calaba más hondo en el maltrecho corazón español. Y con un poco de empatía, lo cierto es que puedo llegar a entenderlo.
Y era así porque nuestra colombofilia era de lo más primitivo que pueda imaginarse. Sigue habiendo mentalidades parecidas a las de aquella época en las islas. No les cambiaremos.
Por otra parte puedo imaginarme al bueno de Arne visitando algunas instalaciones de la época y comprobando el enorme contraste que había (sigue habiéndolo en algunos casos) entre las instalaciones del norte de Europa y lo que él se encontró por aquellos días. Ahí le puedo dar la razón, y también en algunas cosas que dice en el texto, por lo demás, yo, 44 años después, no tengo la sensación de estar leyéndo a un experto sobre palomas. Del standard prefiero no añadir nada más a sus palabras. Sin comentarios.
Por otra parte, el protagonista en un pasaje de la entrevista, hace una alusión a la pluma de la mensajera. Puedo imaginarme a Noruega como un pais frío ;) , y en esas circunstancias en un "arduo" ejercicio de pura lógica, puedo imaginarme a las palomas noruegas encerradas muchas horas dentro de un palomar. Ahí tenéis la respuesta en muchos casos a la mayor o menor sedosidad de una paloma. Incluso en la isla, en mis visitas, se aprecia este hecho en función de nuestro régimen de vuelos diario. Pero este hecho sólo nos está diciendo una cosa, que poco tiene que ver con la calidad.
Pabs.
Muy elocuente el título. Refleja la situación de aquellos años, primeros de un estrenado siglo, en concreto año 2000.
Como en cualquier orden de la vida la perspectiva histórica nos hace contemplar las cosas de otro modo. Ni hemos descubierto el elixir de la vida hoy, ni lo hicieron otros en el pasado. Todo es una continua curva ascendente y descendente. No hay más que repasar revistas colombófilas para darse cuenta que en función de la década en la que fueron publicadas, las sensaciones de sus autores son sorprendentemente opuestas.
Al hilo de como es en realidad nuestro comportamiento sin la perspectiva necesaria, he hallado hasta revistas de hace 20 y 30 años donde el colombófilo se quejaba amargamente de los halcones. Una verdadera plaga afirmaban. Creía que eso de las plagas sólo era cosa de nuestros días. ¡Vaya cruz la de estos animales!. Siempre fueron los culpables de todo.
Hoy la colombofilia, algo más resultadista, parece mejor que la de ayer, pero en esencia hay cosas que siguen siendo las mismas porque volamos sobre el mar. Se han mejorado muchísmos aspectos, y suena hasta mal que en en la actualidad llegue a la isla un colombófilo belga, holandés u inglés y te sugiera lo que debes o no hacer en tu palomar.
No hace tanto, y parcen siglos, en concreto unos diez años recuerdo que se "contrató" a dos expertos para que seleccionaran varios cuadros reproductores de la isla. Lo hacían a la luz del sol, con una misteriosa lupa y con toda una parefernalia digna de una película de ciencia ficción. Parecía (sólo lo parecía) como si ellos pudieran ver algo que estaba escondido. Con la perspectiva del tiempo me da hasta la risa. Ya en aquellos años en los que mi colombofilia todavía no había explotado, a mi me parecía que aquel "atajo" no conducía al destino soñado. Y no, no lo hacía. Me parecío algo ridículo y sorprendente.
El clásico siempre fue el mismo. Expertos de una colombofilia sublime pero con todas las facilidades del mundo llegaban a las islas a pasar unos días de vacaciones e ilustrar a los catetos colombófilos que padecíamos una colombofilia terrible.
Pabs.
Sobre este tema, como en muchos de los mencionados estas últimas semanas se han vertido a lo largo de las últimas décadas ríos de tinta, de hecho ya mencioné algún texto en el pasado.
La musculatura de una paloma es algo más, una cualidad de la que hay aficionados que son verdaderos entusiastas otorgándole enorme importancia.
No sabría añadir mucho más. No soy un buscador de cualidades, más bien un cobrador de resultados. La cesta es cruel en sus dictámenes, dándome lo que ella quiere y no lo que colmaría mis deseos. Gustos tenemos todos. Para que os hagáis una idea de mi forma de pensar. Si mi mejor voladora fuera la más fea del mundo, su destino final será sin duda la reproducción, y se aparearía con mis mejores reproductores del palomar. Jugar a ser dioses se lo dejo a otros.
Mis reflexiones y opiniones vienen de un hecho irrefutable. "Yo estuve allí", donde muchos quieren llegar y dónde pocas veces se llega. Una vez se llega a ese mágico lugar, hay que volver a llegar una y otra vez, y así por los tiempos de los tiempos. Yo, estuve allí, y sé como es ese lugar. Un día con más sosiego os contaré que ví allí.
Volvamos a la musculatura, cualidad de la que debo reconocer mi curiosidad, titulándola como algo más interesante que muchos aspectos físicos de las palomas. Es una cualidad física que nos está susurrando muchas cosas. Entre otras, el posible número de horas que esa paloma podría volar en su máxima condición. No hay más que palpar a una paloma velocista de las buenas, de las de resultados, para hacerse una idea que su musculatura nada tiene que ver con las grandes fondistas. Pues sí, debo reconocer mi gusto y admiración por aquellas palomas que poseen esa musculatura especial para recorrer grandes distancias.
Y para poner todo en su punto preciso de ebullición, para calibrar como se merece el análisis de cualquier cualidad física, nunca se debe analizar ésta como único aspecto para juzgar y tildar a una paloma como buena o mala.¿Obvio no?. No tanto para algunos.
Os dejo con el texto del Dr Germán de Lara, San Juan, Argentina que a buen seguro ofrece más luz que mis comentarios.
Pabs.
Breve artículo del año 1967. Toca de refilón un tema esencial en la competición como es la recuperación de una mensajera tras un vuelo exigente.
Aquí daré mi particular versión. La clave es como se enjauló esa paloma. Una paloma en excelentes condiciones, y eso lleva su tiempo, a pesar de un gran esfuerzo, su recuperación, sin duda, será rápida. Una paloma sana pero no bien preparada, o no como exige esa prueba, dará como resultado una mala recuperación y muy probablemente una futura pérdida. Resumiendo: Debe haber cimientos suficientes.
Pabs.
Que mejor que el clásico de los clásicos para un día como hoy. La vieja cuestión. ¿Pichones o adultas?. Una vez más el incombustible Rodolfo Bellani nos recuerda algo que sigue candente en las tertulias colombófilas actuales.
Para mi la cuestión está muy clara, ni adultas ni pichones, sólo buenas palomas. Todas tienen ventajas e inconvenientes. Hay dos partes diferenciadas en las palomas, la física y la psíquica. Ambas como una goma, que se va estirando hasta decir basta.
En este sentido para un servidor la gran diferencia entre pichones y adultas es una cuestión de selección. Sin entrar en que verdaderamente una paloma adulta posee más experiencia y su cuerpo está más y mejor desarrollado, lo que realmente distingue a unas de otras es que las adultas son las supervivientes de años anteriores: La selección.
Pabs.
Hoy os acerco un escrito de 1976 de José María Ballester Vigo. Refleja en que punto se encontraba esta gente, que años después al menos para mi, parecen desarrollar razonamientos muy inocentes.
Quizá sea por todo el conocimiento e información que hoy poseemos. Aunque no es menos cierto que la mayoría de las teorías formuladas por aquellos años quedaron en saco roto con el tiempo.
En cualquier caso no está de más tomar una adecuada perspectiva histórica con su lectura.
Pabs.
¿Para llegar a campeón? Paciencia y constancia. Sabias palabras que se desprenden de la elegante pluma de Rodolfo Bellani (Bolivia) en este artículo del año 1975 que da para mucho.
Muy probablemente ser campeón sea algo etéreo. Cabría analizar muchas variables que quizá bajo un profundo análisis desacreditarían tal distintivo, aunque el vocablo campeón es un sin lugar a dudas un valor seguro que perdura en el tiempo y posee un gran poder de hipnosis con numerosas novias alrededor.
Creo que la mejor vara de medir es observar a aquellos que siempre lo hacen bien. Todos tienen derecho a caerse alguna vez, pero aquellos que suelen subir en lugar de bajar esconden un preciado secreto: buen hacer y manos sabias. Ellos son mis elegidos. Siempre hay respuestas que lo explican.
Observo estos días instantáneas con campeones nacionales, posando orgullosos con sus bandas y su lógica alegría. Y aunque les entiendo, siempre me viene el mismo pensamiento. Demasiada salsa para tan poco pescado.
Y os lo dice alguien que lo dijo cuando le tocó a él. No vaya alguno a saltar con resorte fácil. No hay envidia en mis palabras sólo reflexión y desde luego opinión personal.
¿Que un premio nacional no le amarga a nadie? Desde luego que no, pero lo dije, lo digo y lo diré. A mi poco me aportan, algo más que un breve subidón (también soy humano). Y ojo, los he ganado y no, ya no los persigo. De hecho no participé en ellos el año pasado.
¿Por qué me preguntaréis? Son muchas las circunstancias. En la actualidad me parecen los premios más fáciles de obtener para alguien con resultados. También intervienen factores como ubicación, persecución de vientos favorables, y otras cosas de las que mejor opto por no hablar. Y sobre todo, les falta lo más importante, la distancia.
Ser un devoto en estas lides es más que respetable, pero en mi opinión acabas acomodándote y convirtiéndote en un "yonki" de este tipo de carreras y dejas de arriesgar y seleccionar tu cuadro reproductor por algo de comida fácil. Pan para hoy, hambre...desde el punto de vista de un gran fondista naturalmente.
No hay que olvidar que en este tipo de eventos, al menos los marítimos no se tienen en cuenta las largas distancias. Se trata de una cuestión de elección. Yo ya hice la mía.
Si me preguntáis por un regional y tal y como están montados ya es otra cosa. Debes ganar a 250/300 tíos, de tú a tú. Y hay islas donde, por razones, más que obvias, de dificultad, se reparte el bacalao (Ibiza) y otras donde asomarse (Menorca) es para linces o para listos.
Ganadores de Campeonatos absolutos de Baleares en la isla de Menorca en toda su historia, salvo que se me escape algo, sólo dos fueron capaces de semajante logro. Yendo más allá, ganadores de ese distintivo con sueltas desde la península, sólo recuerdo al que escribe. Así que sí, me gusta darle al texto, pero también demostrar las cosas con hechos, y porque no, hacer historia. Y por otra parte con está reseña quiero demostrar que los campeonatos para mi también son importantes, sólo que me gusta acentuar a que le doy yo importancia y el porqué.
En un nacional debes ganar en tu isla, en muchos casos sólo en tu club, y en la práctica contra 4, 5 ó 6 colombófilos. Y en la mayoría de casos en sólo dos sueltas que en el mejor de los casos no superan los 500 km. No, no es lo mismo. Ni se le parece. Para un fondista, no. Al final el resumen sería el de siempre. Hay que ganar en TU club. Lo demás es salsa.
El texto suelta varias perlas. Redactado en el año 1975, llama la atención la presencia, una vez más, de palomas marcadas en el día de 1200 y 1300 km. ¡Pues vaya línea de vuelo, debieron disfrutar por aquellos años!. Es lo primero que se me vino a la cabeza.
El autor se queja amargamente del valor de una paloma con muchos primeros y semejantes distancias. Es el tema de siempre, el valor está en relación al número de palomas participantes, no de la gesta en cuestión. Eso no lo ha modificado el tiempo ni lo modificará. Otra cosa es que estemos o no de acuerdo con un hecho irrefutable.
El tema de alimentación y sus reflexiones también resultan de lo más enriquecedor.
Por último, agradecer desde aquí a aquellos que asoman sus ojitos a diario por este blog. Los últimos dos meses más de 22.000 visitantes. En la última semana se batió el récord de visitas de siempre de este blog con 1.168 visitas en un sólo día, y muchos días con puntas de 700 y 800 visitas diarias, con una media de 400/500 visitas diarias durante el último mes. Extraordinarios números para un blog de palomas. Las cosas siempre suceden por algo.
Animo desde aquí a gente como Fulanito de La Palma (creo que se llama así ;) ) y a algún otro, para que me sigan haciendo toda la "publicidad" del mundo, ya que a pesar de la hipocresía de algunos (algo que siempre gestioné mal), los lectores son gente curiosa y con criterio y opinión propios, algo de lo que él adolece. También le aliento a que lo siga intentando pues para marcar de gran fondo hay que tener grandes dosis de paciencia y conocimientos. Alguien de gatillo fácil y crítica oscura como él a buen seguro que lo logrará algún día...o no. Mucha suerte en tu recorrido. Estaré sumamente atento a tus evoluciones y si por lo que fuere, te sigue yendo mal, fíjate en los que en tu tierra SI son capaces de lograrlo. Así que te aliento desde aquí con el título de hoy:
¿Para llegar a campeón? Paciencia y constancia.
Me permito estos comentarios porque hay días en los que me cansan determinados sujetos. No suelo saltar a la primera ni a la segunda, pero el día menos pensado, estallo. Hoy es uno de esos días que flojeo.
Trato de alguna forma de hacer desde aquí algo de colombofilia, sé que al hacerlo puedo ser objeto de críticas (son ya muchos años mojándome), pero me jode enormente lo cansino que son algunos en la oscuridad, cuando no hay focos que iluminen, y en cambio cuando hablan contigo son todo lo contrario. De ahí el escrito de hoy algo subido de pedantería. Mis disculpas por ello.
Con tanta historia se me ha ido la pinza. Aquí os dejo este imperdible que no merece tanta interferencia.
Pabs.
Las grandes distancias fueron desde tiempos inmemoriales un delicioso caramelo donde el colombófilo refugio todos sus sueños. Un Everest, un Annapurna o un K2 que escalar de un atractivo sin igual.
El texto de hoy es de un activo Rodolfo Bellani cocido en el año 1974.
Tras su lectura uno comprende que las largas distancias pueden ser o no acentuadas. Que no todo se ciñe en un mayor o menor número de kilómetros. Hablamos de 1974 y años anteriores y ya se afrontaban kilómtros infinitos. Señal de que aquello era más que posible.
Las líneas de vuelo marcan lo que se puede y no hacer en cada lugar.
Es muy cierto que cuando uno afronta determinadas distancias siente que está "tirando" la paloma. No es menos cierto que en lugares como donde vivo ese sentimiento se hace perenne incluso en distancias cortas, pero deduzco que el autor del artículo no era un gran fondista puro. Eso se tiene o no se tiene. Alma de depredador.
Pabs.