Lo cierto es que he visto y vivido de todo con las palomas. En concreto la del artículo no me sorprende en exceso porque tengo claro que la clase con la que nacen algunos animales les hacen vivir aventuras inimaginables para el resto de sus congéneres y demuestra que hay palomas excepcionales para los que no existen ni tratados ni normas.
Llama la atención el historial de la paloma, Lloret, Cartagena, Hellín, etc...sin duda los planes de vuelo gallegos por aquellos tiempos eran superiores a los actuales, y con ellos también las palomas.
Anécdotas:
Ésta la conocéis seguro, pero no está de más refrescarla.Es sorprendente. Ellas lo son, sin duda.
En
una ocasión narré en este blog la anécdota de una paloma de Márquez,
que yo solté en Mallorca, pues no pude sacarle nada. Se trataba de una
gran paloma pero cuando llego a mis manos, lo hizo ya muy vieja. Dicha
paloma había volado 3 Lisboas. El caso es que estando yo de vacaciones
en Tailandia, la paloma regresó a Barcelona dos semanas después de
haberla liberado. Las hay con mucha clase.
Lo
del protagonista de la historia que os pego a continuación es mas de
los mismo. Ellas nos dan muestras en numerosas ocasiones de lo que
llevan dentro.