domingo, 7 de enero de 2018

Mallorca "a pelo" 2018.



  Casi sin tiempo de organizar nada, la noche anterior decidí que había llegado el día. El Ferry, salía dirección Alcudia(Mallorca) en una hora. Había tiempo para respirar algo de aire fresco y disfrutar de la vista. Quizá en otros tiempos, la escena hubiera requerido de un pitillo a la Humphrey Bogart,  pero nunca fue de mi agrado la nicotina. Me asomé por una barandilla, dispuesta estratégicamente, en la que se podía divisar la impresionante Sierra de Tramontana. A mi derecha, una anciana, observaba aquel paisaje con la mirada perdida en el horizonte. Sus arrugas susurraban más detalles que sus propios ojos. Su mirada triste, perdida, vagaba entre aquel oleaje picado de olas, pareciendo buscar respuestas. Mis ojos, contagiados por los suyos,  observaban aquel mar con las misma inquietud que la de mi improvisada acompañante.  La observé unos breves instantes, buscando la complicidad de una mirada. Mi amiga estaba tan absorta que no se percato del interés de unos ojos, los míos, en aquel rostro lleno de arrugas y dudas.
    Amigos, siempre buscamos respuestas. Resolver enigmas, formularnos preguntas, responderlas, es algo que nos pone la vida sobre la mesa. Un año más, con mis jaulas llenas de pichones, buscaba respuestas. La respuesta a la gran pregunta que todo colombófilo debe formularse. ¿Qué palomas llevan ese tesoro escondido y cuáles no?. La selección. Nuestra gran aliada y la gran  incomprendida.
Llevo años en esto, y asumo que el día que mis miedos se apoderen de mi, mi nivel de selección bajará, y nada será ni parecido. A una preparación sublime debe precederle, y seguirle una brutal selección sin descanso. Antes y en la competición.
No, no es mi caso. No, no aflojo ni deprimido, porque sé donde residen las claves del éxito, y soy capaz de reproducirlas año tras año.

En esta ocasión 81 pichones de entre 4 y 5 meses, tenían el reto de cruzar el charco. La suelta tendría lugar al día siguiente, desde las instalaciones de mi amigo Lluc, a 125km de distancia. Y serían soltados de 4 en 4, con la inestimable ayuda de su hijo Joan. Gracias nuevamente.

El trayecto fue rápido pero movido, en hora y media saltas de Menorca a Mallorca. Recuerdo mi época de estudiante en Palma, como aquella tortuga de Iscomar hipotecaba parte de mi vida en cada una de aquellas interminables 4 horas. Muchos cambios desde entonces. 
  La vuelta fue incluso peor, y me hizo reflexionar sobre las dificultades que deben superar las palomas. El mar, el día de la suelta estaba muy muy picado. Nada que ver con lo que sucedía en tierra.

  Sigamos con  el relato. Al llegar a Alcudia, tomé dirección Consell, donde me esperaban mis amigos Lluc y Toni Arbona. A éste ultimo le traía 5 extraordinarios pichones. Lo son, sin ninguna duda y le van a dar muchas satisfacciones. Traía además un Petronio para Llorenç Armengual. Éste tenía uno, pero se lo había prestado a Biel, y por aquellas cosas del destino, tuvo un final infeliz. Nada que no pueda arreglar otra puesta.
  Más tarde, nos dirigimos al bar de Antonio Ramos, amigo de Lluc, que en su día también tuvo mensajeras. Éramos unos cuantos, donde tuvimos una improvisada cena con unos estupendos pepitos de lomo, cervezas, etc..Buen ambiente colombófilo, muy buena gente, y excelentes reflexiones las que pude escuchar de sus bocas. Sus inquietudes, sus opiniones. La colombófila sería otra cosa si pudiéramos dejar de escucharnos a nosotros mismos y lo hiciéramos un poco con los demás.


  Tras un par de horas compartiendo opiniones, llego el momento de ir a descansar. El Ferry que me llevaba a casa de vuelta, salía muy temprano al día siguiente.
 Amaneció con mucho viento. Las palmeras del chalet de Lluc daban buena cuenta de su presencia. Excesivo. Viento a favor, que era el que daba el parte, pero con mayor fuerza si cabe. A medida que la mañana fue desperezándose, el viento fue amainando. Menos mal. Día de caza dicen. Yo no pierdo el tiempo con esas cosas.
Estas sueltas, en el que las palomas saltan por primera vez, son claves en su desarrollo deportivo posterior. Es indudable que yo lo que busco es separar el grano de la paja, y al no hacerlo al abrigo de un bando, hay que hilar fino.

PREPARACION:

Este grupo de 81 pichones recibieron en Menorca, tan sólo 8 sueltas, de las cuales, 6 fueron de 12 km, una de 20, y otra de 30 km. La última, una semana antes del reto. No hubo más entrenamientos.
El vuelo en casa no era el soñado. Palomas muy bien en las manos. Gran salud, pero este salto entre islas quizá llegaba pronto. ¿Su ventaja?. Estos pichones desde que nacen tienen un poso de vuelo que no posee la mayoría. Se lo da la libertad.
Llevo años haciendo esto y sé que si les das más semanas de preparación y el vuelo en casa es como debe ser, regresan más, pero el objetivo de estos "a pelo" es darles los instrumentos necesarios para que saquen a relucir su clase, nada más. 
Hubo unos 20 pichones que se quedaron en casa por diferentes causas, heridas de halcón y sobre todo por la muda. Pichones mudando la novena y décima.
Todo el grupo fue desparasitado con tiempo, pues en mi casa esto es obligado ya que se pasan horas sueltas picando por aquí y por allá. Asimismo, fueron tratados contra coccidas. Esto último, por primera vez en sus cortas vidas. Vacunados contra paramixovirosis en su momento y nada más. 
  Soy de los que abusa del vinagre de manzana y más en estos tiempos en el que el adeno hace estragos. Con mi forma de actuar, no he tenido nunca ningún problema hasta la fecha.
La famosa cura de tricomonas de 7 días, sólo la reciben los que regresan. No quiero engaños, quiero buenas palomas.




  A las 11 de la mañana, Joan comenzó a soltar pichones de 4 en 4, y estuvo actuando así hasta la última caja, sobre las 12 y media. El primer grupo llegó pasadas las dos horas de vuelo, lo cual era una magnífica señal. Se notaba que Joan había hecho un gran trabajo. Llegaban en  grupos de 3, de 4, de 2...y ya más tarde de una en una. Seleccionadas de este modo, el bautizo de estas palomas les deparará muy buenos resultados en el futuro. El tesoro lo llevan dentro.
  Sobre la hora de comer, había en el palomar 40 de 81. Toda la tarde, cada hora iba apareciendo una. Así, hasta que la noche puso el cartel de cerrado. 50 de 81 en el día. 




Al día siguiente, me levante temprano, como si de un gran fondo se tratara. Me volvía a sentir colombófilo por unas horas. Un subidón del que uno nunca se cansa.

La primera, tardo un par de horas en aparecer. Esas palomas no estaban en la isla.
Ese segundo día llegaron 9. Y la segunda jornada acabó con un muy buen 59 de 81, que es un 72%. Más de las que mis quinielas auguraban la noche anterior. Buena criba, quizá algo corta.
En este tipo de sueltas, en mi cabeza el corte está sobre el 50%. En esa cifra suelo calibrar el éxito.



Primeras en llegar.





¿Qué me llamó la atención?

  Llevo años con este programa de sueltas particulares, pero no siempre puedo verlas regresar, por la lógica razón que soy yo el que está allí soltándolas.

La de este año fue diferente. Mientras Joan, iba soltando grupos de 4, yo estaba llegando a la isla. Así que todo estuvo coordinado para disfrutar de su llegada.
Ya os he hablado en el pasado de la pésima ubicación de mi palomar. Las palomas cuando son soltadas con el club siempre regresan bajas de San Luis. El arrastre del bando es poderoso, y las palomas al entrar en la isla, en su vuelo, dibujan una carretera imaginaria. Ellas deciden  sus puntos de entrada, y disponen de itinerarios propios.
  Me sorprendió, que a pesar de no haber bando alguno, no arrastres, las palomas seguían entrando por donde siempre. Y si bien es cierto, que la fuerza del arrastre de un bando es grande, no lo es menos, que el viento, marca siempre el devenir de los acontecimientos, pero eso era algo que yo, en sueltas de este tipo, no había observado hasta la fecha. Aprendí algo más.


Algunas de las palomas recién llegadas de Consell.


REFLEXIONES sueltas.

Como todo colombófilo con un poco de pasión, hacer números y ver que ha llegado, resulta siempre un gran aliciente. No podía haber muchas sorpresas porque juego con pocas variables nuevas, pero resulta indudable que los datos siempre reafirman tus convicciones, y que ese punteo es algo en el que todos disfrutamos. 
Hubo parejas de las que vino todo, 3/3, 5/5, 6/6, 4/4, y otras en las que no fue así. De lo que vino todo o casi todo, no me sorprende. Se les veía venir. Conozco muy bien a sus padres.

  Un dato. De Petronio-Callada había 3, y los 3 en casa, pero es que Callada este año también ha criado con el 75.
Del cruce 75 con Callada nació Asombrosa, que para mi este año fue la mejor paloma del palomar.
El 75, es un cruce tía sobrino, hijo del 92 con su tía la 37. Esta última, vendida recientemente en Canarias. El 75 es un medio hermano de Petronio. Del enlace 75- Callada, hubo 6 de 6. 
Manejo una familia de palomas, pero en la actualidad hay 4 ó 5 parejas, que es algo brutal, sus consistencia y regularidad.

Recordar que Petronio con Callada, hay 5 de Marbella. Y Petronio con la dos Bazas de Xec, nació otra de Marbella, Morgana. Seis en total.
Y del enlace 75-Callada, volé dos el año pasado y una fue Asombrosa, volada de tres penínsulas, y en concreto dos Bazas, uno del 16% el otro del 20%. 
No había tenido nada como esto en mi vida.
Otra de las parejas que funcionó muy bien, 5/5, Tritón con Maya, también Sven con Petronia, 4/4. Hay otras, pero no haremos un estudio de ello. Bueno, un apunte final que tiene su miga. Hice un cruce de hermanos de nido volados de Marbella. Sebastian con Ursula. Envié 3 y están los tres. La sangre no miente.

  El tercer día no regresó nada. Día de reyes, familia, no hubo tiempo ni fuerzas para más colombofília. Llegados a este punto puede llegarte una paloma asilada, al cabo de unos días, pero poco más. 
Hoy cuarto día, mientras escribo estas líneas, encuentro la número 60. Acabando el Mallorca a pelo 2018, con un 60/81...un 74%.

 Suelo escribir aquello de pulidas con martillo y cincel, y es algo en lo que me reafirmo. Una familia muy consistente, sólida, moldeada para las grandes dificultades. Desde críos, todo el día sueltas, lidiando con el peregrino, la calzada y las gaviotas, seleccionadas particularmente desde la otra isla, y lo que queda, preparadas con manos de seda. El resultado tiene que ser bueno.



Mis conclusiones.

  Muy satisfecho con la prueba, y con haber compartido unas horas con amigos de la isla vecina. No hubo tiempo para reunir a otros, pero la próxima vez, prometo avisar con tiempo.
  Para acabar. Hoy no tengo ganas ni fuerzas de acometer un escrito de queja. Otro día sí, pero os puedo asegurar que la gente es muy injusta, les sobra hipocresía, falsos, egoístas, "xenófobos" aunque no sea la palabra exacta y sorprenda su uso en algo como la colombofília, discriminando sin argumentos, pero, ¿que coño le pasa a la gente?.
 Me resulta increíble que en Mallorca tengan miedo a que vuele unas palomas. Asombroso. ¿Miedo a que les gane?. Eso dicen. 
No lo entiendo. El objetivo era preparar unas palomas para Marbella, nada más. Hay que ser muy retorcido. Sé donde sale el foco de toda esta mentira y mierda, resulta obvio, de mis propia isla y de cuatro cabezas visibles, y de otros cuatro mallorquines obsesionados con mantener su estatus quo, donde parece que difundir mentiras es gratuito, pero les digo una cosa,  repetir una mentira,  jamás  la convierte en verdad, por mucho que se empeñen.
  También me sorprende que en Mallorca se tergiverse el contenido de una entrevista, http://plumanegras.blogspot.com.es/2017/06/entrevista-en-la-web-de-la-federacion.html, en la que lo que en ella se dice es algo constructivo y sobre todo es mi opinión, sin más.
  Incluso en el lamentable supuesto de que los que me "quieren mucho" lograran su retorcido objetivo, a mi no me callaran, y no lo harán, porque lo único que he hago es tener excelentes resultados, y  dar mi opinión en un blog, al que las censuras no le sientan nada bien. Quizá logren apartarme deportivamente (miedo, mucho miedo), que es lo que más anhelan (absurdo y lamentable), pero aquí seguiré, dando la lata, y rebelándome contra las injusticias, y sobre todo, CONSTRUYENDO colombofília, que es lo que llevo haciendo desde hace más de diez años. Con respeto, con educación, y a la cara,  no como ellos, un grupo de hienas, que cuando se siente amenazado, muerden, como lo hace un perro o una rata, cuando el miedo le supera.
  Comente en el pasado, en más de una ocasión, que la colombófila me ha dado la oportunidad de conocer a gente extraordinaria, pero mis éxitos colombófilos, y la voz que he ejercido desde estas cuatro paredes, han traído consigo, un muy mal despertar de algunos. No es mi problema, de alguna forma, seguiré aquí.



PabS.

lunes, 1 de enero de 2018

Se le apagó la luz.




  
   El día amaneció gris. Uno más, y ya eran meses con esa misma tónica. La habitación estaba en penumbra, aunque algún minúsculo rayo de luz lograba filtrarse entre las rendijas de las persianas. Al abrir la puerta, un extraño e intenso olor nos recibió. Sí, extraño pero al tiempo reconocible. Sin duda, ya antes lo había respirado. Una sustancia química flotaba en el aire. No sabría precisar más. Se notaba la presencia de alguien/algo que no era bien recibido: La muerte abrazaba aquellas cuatro paredes.
  Había decidido morir así, en casa, sedado, apagándose lentamente. Su familia sufría, y mucho. Su cuerpo, que iba consumiéndose día a día, yacía en su cama, donde tantas veces en el pasado le había ofrecido placenteros sueños, pero hoy reposaba sobre ella un pellejo de carne y huesos.  Éstos seguían con nosotros, pero él, hacia ya unos cuantos días que se había despedido para no regresar jamás. 
  Unas gasa empapada de agua mojaba sus labios de vez en cuando. Ese era todo el "alimento" que recibía. Hasta que se le apagó la luz, y llegó el día, o peor, hasta que la resistencia de los demás, les alerto con un desolador: Es el momento. 
¡Que difícil, que tristeza!. ¡Que bonito, increíble y maravilloso es el nacimiento de un bebé, y que traumática y agónica una despedida!.

  El adiós de un ser querido es de las cosas más horribles que nos pueden tocar vivir en este mundo. No estamos preparados para eso. En ocasiones reflexiono sobre ello. Te vas haciendo mayor, y me resulta inevitable no hacerlo.  La muerte, los pensamientos que la rodean se acrecientan en cada nuevo cumpleaños. Cuando te toca mirarla de frente, a  aquellos oscuros ojos negros, cara a cara, tratando de evitar fijar los ojos en los suyos, percibes  como su inconfundible aroma mortal, te inunda hasta vaciarte de tristeza,  sacando hasta la última lágrima de tu cuerpo. Lo logra hasta tal punto, que ya no hay nada más que ofrecerle, pero para los que la sobreviven, mañana amanece de nuevo.

Son reflexiones en voz alta propias del momento. El tiempo transcurre.Voy cumpliendo años, hoy, ya podría reunir en una habitación a muchas personas que ya no están conmigo, y eso me produce desazón y melancolía. Sí, lo sé, es ley de vida, pero asusta.
Así de reflexivos hemos acabado el año. 

Pasemos página. Al margen de estos pensamientos, que poco o nada tienen que ver con lo que nos une, las plumas, Diciembre ha sido un mes extraño para mi. Tuve la posibilidad de volar en el Club de Ciudadela, pero el tiempo se echo encima como una losa. Mis dudas, una serie de malentendidos, y ciertos procesos lentos y arcaicos para darse de alta, me inclinaron por hacerlo en un club de Mallorca. Así que el panorama se ha visto modificado en todas su líneas.

La semana que viene, si me es posible, pues las fechas no acompañan, daré un salto a Mallorca, para cribar la totalidad de los pichones  que por muda, puedan ir. 
Que no viaje como antes, no significa que no siga "fabricando" colombofília, aunque reconozco la dificultad de sobrevivir en este nuevo sendero que he tomado.

Hago aquí un breve inciso sobre la muda. Resulta gracioso, hasta grosero observar, el cómo gestionamos las decisiones los colombófilos. 
La muda es sagrada, debe serlo. Somos capaces de ser intransigentes con ciertas cosas carentes de importancia, y en algo tan elemental y básico como la muda, llegar a despreciar su porqué.  No, no la tenemos en cuenta y deberíamos. Esto es de parvulario, señores. No se debería dejar salir del colegio a aquellos colombófilos que no aprenden el ABC básico de la colombofília.

Llevo un mes largo,  cansado de recoger pichones perdidos con la décima con un centímetro de largo. No salgo de mi asombro.
Me responden. Pablo, esas palomas siguen el ritmo en casa, el ritmo de las demás. Y sí, es cierto, no les falta razón, en esas condiciones, el vuelo en casa lo acusan menos, pero no es ahí donde resulta determinante. La muda de las últimas plumas es sagrada en los entrenamientos por carretera, y más aún para defenderse de sus enemigos. Nos quejamos del halcón, pero se las ponemos en bandeja. Insisto, es de parvulario.

Dos ejemplos, que espero arrojen algo de luz al tema. 
Mirad, yo tengo un sin anilla (el irlandés), que solté hace años en Mallorca tres o cuatro veces porque al no haberlo anillado busqué una alternativa feliz para ambos y así poder deshacerme de él. Cada vez que algún familiar iba a Mallorca, le daba una cajita con el irlandés. El puñetero siempre regresaba. Procuro ser justo y se gano el derecho a volar por casa para el resto de sus días. Y así lo ha hecho los últimos 10 años, y sigue el ritmo del equipo de vuelo a pesar de su edad. Todo es relativo.

Otro. Hace años, mis palomas al ser soltadas cada mañana para su vuelo diario, se dirigían como poseídas a un peñón situado a unos 3 km de mi casa. La curiosidad estriba en que en esta parte final del año, cuando volaban hacia su mágica piedra, se producía en el bando una lucha por regresar cerca de casa. Aquello duraba unos breves segundos, y de un bando de 100 palomas, unas 20 se desprendía del gran bando y volaba un rato por casa para quedarse finalmente  en sus aposentos. El resto, el gran bando desaparecía en los primeros minutos, y pasaba la mañana por allí. 
 La curiosidad me picó, y comencé a analizar porque aquel grupo regresaba y el gran bando no. Al tomar muchas de aquellas palomas en mis manos, la inmensa mayoría por no decir todas eran palomas que estaban subiendo la décima. Siempre procuro hacer juicios de valor en función de la observación en el palomar, que es el mejor escaparate para aprender.

  Cada año por detalles como el expuesto, la muda, y otros factores también olvidados, el 30%, 40% de las palomas o más nos las ventilamos en Menorca y en los saltos a Mallorca. Digo "nos", pero desde luego no es mi caso, como así llevo demostrando hace más de 10 años. Todos perdemos palomas, pero yo las pierdo, donde hay que perderlas, es decir, en aquel punto que separa a una gran mensajera de otra que no lo es, que es el lugar donde se deben perder estos extraordinarios pájaros. 
Soy plenamente consciente que esto es papel mojado, pero en realidad es algo más que todo eso,  es simple y llanamente, ausencia de sentido común. Somos muy "animales". Todo el puñetero día quejándonos del halcón y a éste lo tenemos en casa, duermiendo entre nuestras sabanas.

Para finalizar el año. El blog está apunto de llegar a las 150.000 visitas. Este mes, sin duda, alcanzaremos esa cifra. No está nada mal. A este ritmo, en unos meses, cuando se cumpla su segundo aniversario estaremos muy próximos a las 200.000 visitas. No adelantemos acontecimientos.

El TOP 3 de entradas más leídas del año 2017 es el siguiente:

1) http://plumanegras.blogspot.com.es/2017/07/la-colombofilia-se-muere-y-las-malas.html

2)http://plumanegras.blogspot.com.es/2017/01/consideraciones-sobre-la-paloma-de-gran.html

3) http://plumanegras.blogspot.com.es/2017/07/extraordinario-articulo-donde-se-nos.html


Tan sólo el tercero está entre mis favoritos. Cada cual tiene sus preferencias. Para gustos los colores.





Para acabar. El diseño de la temporada fue otro diferente al que finalmente imaginé en mi cabeza. Sobran palomas. Estoy moviendo un grupo de pichones pero tengo otro, nacidos entre Septiembre y Noviembre, que no he sacado a volar. De ellos, haré una selección de cinco o seis, y los pondré a vuestra disposición. El resto, los moveré por la isla más adelante. 

El que a continuación os relato, estará en esa lista, y hoy os hablo de él, porque si este año tuviera que apostar por alguna pareja, ésta, estaría sin duda, entre los tres mejores enlaces del año.

Un tardío hijo del DUQUE y de INESPERADA.
El padre del pichón voló Marbella, y su abuela paterna también. El abuelo paterno voló dos Bazas.
La madre del pichón voló Almuñecar (6%), y sus abuelos maternos Baza.
Este pichón es familiar directo de cualquiera de las 13 Marbellas marcadas en el palomar.

El  DUQUE, volado de Marbella (880km) con 7 meses.

El Duque, es hijo de: 


Tritón: hijo de Mickey Mickey con Susurro. Volado de 4 penínsulas entre ellos dos Bazas. Pocos machos volados con dos Bazas circulan por ahí. Tío de Ariel (880 km, Marbella), padre del Duque (880 km, Marbella) y abuelo de Burda, (880 km, Marbella) etc etc...
y de  MayaVolada de dos Ibizas, Calpe y Marbella con 7 meses. 


INESPERADA:

Volada del último Almuñecar, suelta del 6% de recepción de un 770km
Hija de Triturus,http://plumanegras.blogspot.com.es/2017/03/triturus.html hermano de Tritón, de la 156, de otras dos hembras voladas este año con dos bazas cada una, etc...

La madre de Inesperada, es otra hembra del vuelo hija del 77 volada de dos Calpes y de Baza.

Feliz años a todos.


PabS.




lunes, 25 de diciembre de 2017

II Barcelona Sprint


MEMORIAL RAFAEL FORTEZA.

Tic tac tic tac, quedan 64 días...el tiempo corre. En dos días tengo que tomar decisiones, pero está en mi ánimo, la intención de participar en esta emocionante carrera.
Una suelta, que si logra el apoyo de más colombófilos de las islas, se podría convertir en una CLASICA de prestigio en las Islas Baleares.
Gran iniciativa, y como no, gran premio.

Más información en: https://www.barcelonapigeonrace.com


(Video promocional de la carrera) .


  

PabS.




martes, 19 de diciembre de 2017

¿Cómo se orientan las palomas?.

( PRIMERA PARTE ). 



   ¡ Ayyyy !, ya nos gustaría a nosotros saber como se orientan las mensajeras. Aunque mejor lo dejamos como está,  ¿no os parece?, pues ese es uno de los grandes encantos/reclamos de nuestro deporte. Y todo un enigma para los científicos.
  Teniéndola en cuenta, como un factor de suma importancia, si todo se sustentara en la cualidad "orientación", una vez descubierto su secreto, nuestra querida colombofília se haría, sin duda, más previsible, más huérfana si cabe, pero no, no es exactamente así.  
En colombófila, hay que gestionar otras muchas más variables del juego, a saber: 
 Condición física, preparación, motivación, escoger el momento idóneo para que esa paloma destaque en esa brillante carrera. Ser veloz, pero al mismo tiempo resistente. Ser lo suficientemente hábil como para sortear todo el surtido de peligros que las acechan en sus vuelos de regreso a casa. Su infinita capacidad de supervivencia, cuando todo, definitivamente se torció. 
Pues sí, la orientación es fundamental, pero se requieren de otras muchas cualidades y habilidades para triunfar en esto.

  De igual forma que decíamos ayer, que hay mejores palomas que buenos colombófilos, también dando un giro de tuerca más, de las extraordinarias, de las excelsas, ¿de esas?, hay muchas menos en liza, que buenos colombófilos.

Os dejo con el texto.








(Continuará...)

lunes, 18 de diciembre de 2017

Hay mejores palomas que buenos colombófilos. Sin duda alguna.


  ¡¡¡ Jo Jo Jo !!!. Si uno se concentra y trata de ver/oír con ojos navideños, ya se puede escuchar con cierta claridad, el sonido de las campanas de Navidad. El trineo de Papá Noel está muy cerca. Ese característico ¡¡¡ Jo Jo Jo !!! retumba por todos los rincones del día a día. Maya y yo, ya estamos nerviosos. La espera se hace eterna.

  Antes de seguir, me gustaría aclarar algo. Hace unos días, os conté que en los últimos dos años había marcado la friolera de 49 palomas de gran fondo  (https://plumanegras.blogspot.com.es/2017/12/una-historia-que-se-repite.html.) Pues bien, había un minúsculo error que me gustaría subsanar. No fueron 49, sino 52. En el Baza II del año 2016, marqué en esa suelta 3 de 6, pero no entregue el reloj por las razones que todos ya conocéis.
  Me gustaría enfatizar algo para que se entienda. Esta última temporada fueron 77 palomas marcadas desde la península, 43 más que el segundo colombófilo de la isla que más metió, y 75 más que el campeón de Ciudadela, sí sí, 75 más, habéis leído bien. Creo que es importante subrayar el apunte. Todo ello también con los mejores porcentajes de la isla. Lograr esos números no son un secreto para mí.

Volvamos al lío. Os recomiendo la lectura de este HAY MEJORES PALOMAS QUE BUENOS COLOMBOFILOS de Jules Dehantschutter, traducido por nuestro amigo José Pereiro Francés.
Hay una frase que comienza con un ¿No repararon que en determinadas regiones....? Touché. Simplemente dilapidario.



PabS.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Por fin, volando solos!


    Aquella tarde había sido inusitadamente fría. Todo ser viviente se refugiaba entre cuatro paredes buscando una fuente de calor, en mi caso, el de mi apreciada chimenea de campo. De esos finales del día, de un Domingo cualquiera, como el de hoy, pero de ello hace ya cuatro o cinco años.
  La televisión ya había perdido entonces parte de su protagonismo , y uno se dedicaba de lleno a las labores del teclado. Y en esas, conocí a Biel Antich. Se estaba iniciando en el maravilloso mundo colombófilo. Meses después, tras contacto habitual por WhatsApp y algunos emails, vino a Menorca a conocerme, y trajo consigo, en el maletero de su coche, un ramillete de palomas, que en aquel momento poseía, para que le asesorara en sus primeros movimientos, y de paso, les echara un vistazo. Ya sabes, cuando comenzamos,  aparecen palomas de la nada. Y por lo general, esos animales, que nos acompañan en esa fase inicial, en la que más ilusión despierta en nosotros este deporte, por lo general, van desapareciendo con la misma facilidad con la que aparecieron. 
  Un año más tarde, el bueno de Biel, me hizo otra visita, pero esta vez, desayunamos en casa, mesa de campo, sobrasada mallorquina, y como no, no podía faltar el fabuloso pan mallorquín, el auténtico, hecho en horno de leña, como mandan los cánones artesanos.
  En aquellos primeros contactos, sentía en Biel, la misma ilusión que percibo en muchos de los que comienzan con ganas de comerse el mundo. La misma, que un día yo mismo también tuve. Pasamos una extraordinaria jornada colombófila. En aquella visita, Biel se llevo una jaula con unas 5 parejas, que a la postre darían un enorme salto de calidad en los animales que manejaba, y le ayudarían decisivamente en lo que aún, estaba por llegar. 
  Tras temporada y media de contacto con las plumas mensajeras, con ese nuevo pasatiempos, que cuando te lo presentan, en ese saludo de manos, en ese primer cara a cara, podría parecer álgebra, o física cuántica, Biel y sus resultados, explotaron, con dos temporadas simplemente  para enmarcar, donde lo ganó todo a nivel social, dos ejercicios seguidos campeón absoluto social, marcando de Marbella, Ayamonte, y codeándose, a pesar de ser un recién llegado, con la flor y nata de la colombófila mallorquina, pero sobre todo, dejando con la boca abierta a muchos de sus rivales.  Biel, sí, un tipo, con el tiempo justo, por no llamarle, el hombre sin tiempo, demostraba, que con excelsa organización, buenas palomas, y una ilusión bárbara, no hacia falta llevar en el oficio dos o tres décadas. Una cura de humildad para muchos, y fuente de inspiración para otros, para los que no llevan la palabra prejuicios  escrita en la frente.

 Y pasó el tiempo. Una mañana, algún tiempo después, aquella magia que había acompañado a nuestro Biel durante el último lustro, y que le había hecho diferente, desapareció. Se había despedido la noche anterior,  sin avisar. Al levantarse, Biel, sintió que todo se había acabado. Sin rastro de la misma, no encontró dónde vestirse. 
La ilusión, que durante tanto tiempo le había ayudado a superar todas las dificultades con las que se había encontrado, ya no estaba entre aquellas cuatro paredes. Sintió que era el momento. Y así fue, como perdimos a otro colombófilo, a uno, que si hubiera estado más entre nosotros, sin duda, habría dejado en sus rivales, una impronta imborrable. No es que no la dejara, sino que ésta, habría sido, todavía mayor si cabe.

  La colombófila exige muchos sacrificios, que inicialmente se ven rebozados con ilusión y ganas de volar palomas, pero que con el tiempo, nos muestran la otra cara, una que somos incapaces de detectar  al principio, cegados en nuestro nuevo descubrimiento, pero que estuvo allí desde el primer instante.

No tengo ninguna duda, llegara un día, en el que algunos, también se levantaran una mañana cualquiera, y se preguntaran, en un simulado examen de conciencia: ¿Qué hemos hecho mal?. 
Clubs medio vacíos, camiones a medio llenar, entregas de premios que parecen más un funeral que una fiesta, reuniones de clubs, donde cuesta encontrar otros dos ojos como los tuyos, etc. ¿Qué hemos hecho mal?. Mucho y poco, y casi todo mal.

  En mi club, somos tres que dejamos de volar en él este año, más otras tres bajas más los últimas tres temporadas, pero es que, echo un vistazo a mi alrededor, y veo casos como el nuestro, como el de Biel, como el de muchos otros. Todos ellos, aquí, cerca o lejos, con raíces y tallos diferentes, pero sin hojas. Bajas al fin y al cabo, y es algo que me entristece enormemente. Y lo hace, porque yo amo a la colombofilia. Me cuesta entender la vida sin ella. Ésta me ha generado mil momentos,  amigos, y otras clase de relaciones menos fructíferas, por bautizarlas de algún modo, pero jamás me alegraré de la baja de ningún socio. Lamentablemente, no todo el mundo piensa igual. Incluso algunos ven en ello, la gran oportunidad de hacerse más fuertes. Mentiría si no dijera que me dan lástima.

 Hay muchas razones, no sólo una, en la baja de un socio cualquiera, pero cada una de esas nuevas ausencias, es una pérdida irreparable, en una especie, el colombófilo, en grave peligro de extinción. 
Sería injusto. No, no podemos responsabilizar a determinadas personas, por mal que nos caigan, de todos los males que azotan a la colombófila, como deporte social, pero si echarles en cara, que pusieron todo de su parte, para que otras abandonaran este apasionado deporte. 
 Llegara un día en el que ese tipo de colombófilos, causantes de la pérdida de ilusión de muchas de sus víctimas, por fin, habrán logrado su objetivo, su preciado botín estará a salvo, por fin, podrán volar sólos



PabS.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Una historia que se repite.

  La historia se repite a lo largo del tiempo. De hecho, ésta nos demuestra que de los errores no se suele aprender. Ahí tenéis las guerras y conflictos bélicos. Parece que nos los sirven en bandeja,  en un eterno bucle sin fin. Vienen de serie al nacer. Somos así.
 Me gusta ser franco. Ayer por la noche, echaba, curioso,  un vistazo a una subasta de pichones. Fotografías (que horror), dudosa calidad en los animales escogidos, paupérrima información facilitada, aunque suficiente para hacerte una idea no muy positiva, etc...Pues no. Las cosas se pueden hacer bien o mal. No digas que sabes hacerlo, hazlo, y hazlo BIEN. Si en esa subasta, se apreciara todo lo contrario, no dudéis que lo diría, porque trato siempre de ser objetivo. En ocasiones la vida te presenta oportunidades. Yo lo habría hecho diferente.

  Todos sabéis que de vez en cuando vendo palomas, pero cada vez que lo hago, me esmero en lo posible para que el que adquiere, no sólo esté contento, sino que además, con el tiempo, esté satisfecho. Esto tiene que ver con la forma de ser de cada uno. A mi me gusta hacer las cosas bien. Se pueden hacer bien, mal, o quedarse en tierra de nadie. Es importante cuidar hasta el extremo el efecto boomerang.

Una de datos. Estos dos últimos años, he metido la friolera de 50 palomas de gran fondo, para ser exactos,  49, 24, en el año 2016, y 25, la temporada pasada. Nadie en toda Baleares se acerca a esos números. Me da lo mismo de qué isla estemos hablando. Si a eso, le sumamos los excelsos años anteriores, récords y demás, son cifras impresionantes. ¿Por qué digo esto?. ¿Otra vez sin abuela, Pablo?. Puede. Lo afirmo porque me gustan las cosas claras, porque a pesar de esos maravillosos números, de esa selección, y de ese buen hacer, tengo claro, que hay muy muy pocas palomas buenas. Incluso esas que volaron gran fondo, no significa que sean extraordinarias. Sí pasan el filtro de buenas palomas, no más. Sólo algunas (muy pocas) de ellas son palomas TOP. Soy consciente de ello, no me engaño a mi mismo, procuro no hacerlo, pero insisto, cuando vendo una paloma, hay trabajo por mi parte, hasta para escogerla. Las cosas, se pueden hacer bien o mal. Cada cual que juzgue.
  Os dejo con un artículo del año 1977 de José María Ballester Vigo, titulado, Una historia que se repite.






  En otro orden de cosas, hoy tocó el quinto entrenamiento. Hay que aprovechar, porque viene el tiempo, otra vez, movidito. Las palomas bien. La semana que viene ya estaré "on fire" para darles un brinco desde Mallorca. O quizá lo deje para el mes de Enero. No lo sé. Las dos próximas semanas son algo especiales. Ya sabes, turrón, Papá Noel, etc... 

  Para acabar, un video de unos aficionados rumanos que se desplazaron a UK, hace unos años. Minuto 1,34. El aficionado británico nos explica que vendió un pichón por 100 euros. Éste, sólo participo en su vida deportiva en 11 carreras. Once carreras, ONCE victorias. "Regresó" a casa por 26.000 euros, vamos, que la compraron de nuevo. La vida tiene estas cosas. 








PabS


domingo, 10 de diciembre de 2017

Los magos también se equivocan.

 

  
Maravilloso título, que simplemente lo clava. Al leerlo,  entra como cuchillo en una esponjosa mantequilla. Para que engañarnos, estamos bien entrados en un época de pura magia. Papá Noel, los algo venido a menos, sus majestades los Reyes Magos, sus correspondientes pajes, el calvo de la Navidad. La magia sí existe.
Sucede sin embargo,  como en cualquier otro sector que analicemos, tener la lengua muy larga no se suele penalizar en exceso. Se nos cuelan por ahí, pseudo magos, brujillos de todo a cien, e iluminados de andar por casa. Todos, con un denominador común. Mienten. Como a las malas mensajeras, a esos también debemos descubrirlos, aunque por lo general, suelen hacerlo ellos mismos, tarde o temprano.
 Evidentemente que los magos también se equivocan. Lo hacemos todos, pero atreverse con según que vaticinios, leer el futuro, es cuando menos, osado. 
  Debemos abrir bien los ojos, intuir lo que quizá va a suceder, pero no cometer según que estupideces.
  Nunca entendí a aquellos que paran (protegen) sólo a los yearlings que más les gustan, y en cambio siguen concursando los que menos. Esto es un clásico entre los seguidores de la paciencia. Y la historia suele decir, que ellos mismos, acaban por reconocer, que sus mejores palomas salieron de aquellos que sí siguieron, y que por la razón que fuere, no eran de su agrado. ¡ Ojo con esto !.
 Os recomiendo esta joya de Bellani. Leo a Bricoux, Stassart, o al que los cita,  nuestro  Bellani, y sí, echo de menos mucho sentido común en nuestros días.




PabS.