Hoy va de "breves". De unos años para acá, y muy especialmente en zonas donde la temperatura es un regalo, la aparición de diferentes tipos de enfermedades en forma de virus, adenovirus, adenocolis, etc están a la orden del día.
No soy veterinario ni pretendo serlo, pero tengo los dos ojos bien abiertos. Si vacunamos a nuestros pichones con la vacuna para la paramixovirosis al destetar (y revacuamos meses después), abusamos del vinagre, o de algún producto similar que baje el ph del agua, o acidifique especialmente durante los meses de calor, y destetamos más tarde que pronto a nuestros bebés, las posibilidades de que no tengamos problemas aumentan exponencialmente.
Si además, nuestros bebederos lucen limpios y desinfectados, muy difícilmente sucederá algo desagradable.¿Lo cumplimos? ¡Que coño vamos a cumplir!. Sólo nos lamentamos cuando nos sucede a nosotros, y el aprendizaje de esa tristeza nos dura dos o tres temporadas. Luego, eso sí, nos preocupamos de las bandadas, de los planes de vuelo, y de mil mariconadas más, ...
Comento todo esto por lo de siempre. Y me gustaría enfatizar, especialmente para algunos colombófilos mallorquines, que es una soberana estupidez sin sentido alguno, vacunar contra paramixovirosis con una vacuna basada en cepa de pollo. Lo barato siempre sale caro, muy caro. ¡Por dios!.
Importante:
Una vez abierto el botecito de la vacuna, vacunad. No se puede utilizar otro día. Si el número de pichones a vacunar son 30, prefiero tirar a la basura el resto, que engañarme a mi mismo. No se puede volver a guardar el bote y revacunar al día siguiente o cuando nos de la gana. A ver, por poder se podría, pero por mis informaciones y experiencia yo no lo haría jamás. Y sobre todo, tomad en serio el acto de vacunar, que no tiene nada que ver con el de pinchar. Y último inciso, pero es que clama al cielo, porque todo esto se supone que se debería saber: Sólo se puede vacunar a nuestras palomas si están sanas y saludables.
PabS.