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sábado, 23 de septiembre de 2017

La tentación de adentrarse en lo desconocido.

  Se suele afirmar, con o sin razón, que esta vida son dos días, y viendo como está el mundo, eso, en el mejor de los casos, es el tiempo que nos queda. No deberíamos atragantarnos con bobadas. 
  A menudo me pregunto el porqué de escribir en este rincón. Quizá sea mi válvula de escape, quizá necesito hacerlo. En el pasado esa válvula estaba monopolizada exclusivamente por mis palomas. Hoy la reparto entre muchas cosas.
  Hay días en los que nos levantamos opacos, faltos de positivismo, un tanto grises, cuestionándonos todo. Soy de esos "plomos" que tanto en mis días grises, blancos o negros, no paro de darle vueltas a las cosas. Lo llevo en la sangre, me entretiene, pero me genera unos enormes dolores de cabeza y sobre todo me conduce a muchos caminos sin salida. 
 Aquellas mañanas que nada más abrir las ventanas del palomar puedo observarlas salir a volar con esa fuerza que las caracteriza, reconozco que es uno de los momentos más agradables del día. Sedante natural que supera con creces a otros de tipo químico. Hay algo de magia en ese momento, sin duda. La mañana recién desperezada, los primeros rayos del sol dibujando sombras a tu paso, esa hierba mojada que desprende un caduco aroma a campo, y por fin, mi bando de palomas volando alto y lejos. Es una emoción fugaz, dura tan sólo unos breves instantes, pero de tal magnitud, que ya deseas que amanezca otro día para que vuelva a suceder. Supongo que son las locuras propias del colombófilo. A buen seguro, alguno de vosotros se sentirá identificado con mis palabras.
 El texto de hoy es antiquísimo pero deja una lección para el recuerdo que no deberías olvidar.





PabS.

viernes, 22 de septiembre de 2017

La combatividad de una paloma, apreciado tesoro.

  Muchas son las condiciones que una mensajera de fondo debe poseer para el desempeño con éxito en las grandes batallas. Las más determinantes, sin duda alguna, están escondidas en su interior, en algún rincón donde la ciencia probablemente jamás llegará.
Los pedigrees, los no dudosos, nos ayudan a aglutinar en un pedazo de papel números, palomas, campeonas, todas ellas con ese coraje, ese legado tan buscado transmitido generación tras generación. Y es ahí cuando las cartas quedan marcadas definitivamente. Sin duda, mejor que ello tenga lugar en tu casa, de ese modo no habrá duda alguna de que lo que afirmo es cierto. Si te lo cuentan, por el camino a buen seguro caen muchas migas.
  Lo contrario, el papel, el sello, y la firmita engañan a unos y a otros. Unos se acostumbran a mentir en ellos por un puñado de euros, y otros lo agradecen, pues el mero manoseo de aquel papel merece el desembolso. O cabe también la posibilidad de que no hubiera mentira alguna,  pero si handicaps por el camino. Algo que al apasionado colombofilo medio le cuesta entender. 
   Los amantes de las palomas tienen una gran cualidad, y es que hablamos de gente con un apasionamiento desmedido, desbordado e infinito, pero pesa sobre ellos un defecto congénito difícil de extirpar. ¡Somos muy inocentes!. 
No quiero nombres, quiero hechos. Con las palomas sucede lo mismo. Ese querer regresar a casa bajo cualquier circunstancia, deshidratada, mal herida, o, como en muchas ocasiones sucede,  mal preparada, y que a pesar de ello, se pose en el tejado de tu palomar, eso y no otra cosa es lo que distingue a una buena mensajera, a una elegida, del resto de gregarias, del resto de los de su generación.
   Sucede sin embargo que en esos días soleados en los que nos levantamos alegres y positivos, llegamos a creer que tenemos el palomar lleno de ese tipo de animales excepcionales, y lo cierto es que suele ser todo lo contrario. Somos tan ingenuos que tendemos a pensar que esa nueva adquisición, tan sólo por proceder de un gran campeón, aliviará nuestros resultados. O incluso peor, tenemos la capacidad para olvidar nuestra pésima campaña anterior y verlo todo de color de rosa meses más tarde. Adolecemos de criterio, un mal muy extendido.
Finales de un verano cualquiera, recién destetada la pichonada del año, todo se torna en ilusiones, proyectos, cientos de pensamientos positivos, todo es verde, pero... al finalizar la campaña, por lo general, se  nos presenta un cuadro que nada tiene que ver con aquellas expectativas que nos habíamos generado. Un año mas...

La combatividad, la garra, el querer a pesar de todo, el carácter, el tesón, son cualidades determinantes para las pruebas de fuego, pero nosotros preferimos quedarnos con los nombres, con las formas, con la fotografía, y con un sin fin de estupideces. Nos regodeamos en la salsa, y despreciamos por norma al plato principal.  
Esas cualidades  enumeradas poseen un valor incalculable, pueden adquirir formas inimaginables, pero los eruditos, los profesores sin aula, los necesitados de impartir clases sin haberse graduado, tratan de instruirnos en sus causas perdidas, y por encima de todo, su objeto es acotarlo todo. Que nada quede suelto. Que si las palomas tienen que ser así,  que si asa, el ala, el chalado del ojo, .... 
La colombofília no entiende de límites. En ese saco caben todos los locos que uno quiera imaginar.

Os dejo con un texto de 1974 de Francisco Pérez Tester. Claro, al grano, conciso y sin grietas. No, no se notan esos 43 años, en los que ha pasado de todo. El texto es inmaculado.






PabS

jueves, 21 de septiembre de 2017

La alimentación de las palomas y su puesta a punto.

Artículo de la revista Alas sobre el Mediterráneo, recopilado a su vez de Lainez&Coloms. Tendrá unos 10/12 años, pero merece una apasionada lectura, especialmente para aquellos que creemos que en la alimentación residen algunas de las claves del éxito de este negocio. 
  A un servidor le resulta frecuente hacer analogías con el deporte, sus deportistas, y  de lo que se alimentan para realizar grandes esfuerzos. La alimentación  es la base para que nuestras palomas puedan entrenarse como lo que son, ATLETAS, y puedan realizar esfuerzos cuasi  heroicos en carreras para el recuerdo.
En lo personal,  en plena temporada deportiva,  no necesitaría coger una paloma entre mis manos, ni importunarla abriendo picos, gargantas y demás. Sólo su vuelo me tiene en vilo y me dice en que punto nos encontramos. Y para ello, la alimentación  es el instrumento que poseemos como preparadores. Importantísimo.
En alguna ocasión, circulando con mi coche, he visto un bando de palomas de algún compañero, volar dibujando círculos sobre su palomar, sin más. Alejándose un poco y vuelta a empezar, círculos y más estériles círculos. Para mi esa escena sólo tiene una nombre: Un rival menos.







PabS.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Prevenir siempre es mucho mejor que curar.



Hoy va de "breves". De unos años para acá, y muy especialmente en zonas donde la temperatura es un regalo, la aparición de diferentes tipos de enfermedades en forma de virus,  adenovirus, adenocolis, etc están a la orden del día.
No soy veterinario ni pretendo serlo, pero tengo los dos ojos bien abiertos. Si vacunamos a nuestros pichones con la vacuna para la paramixovirosis al destetar (y revacuamos meses después), abusamos del vinagre, o de algún producto similar que baje el ph del agua, o acidifique especialmente durante los meses de calor, y destetamos más tarde que pronto a nuestros bebés, las posibilidades de que no tengamos problemas aumentan exponencialmente.
  Si además, nuestros bebederos lucen limpios y desinfectados, muy difícilmente sucederá algo desagradable.¿Lo cumplimos? ¡Que coño vamos a cumplir!. Sólo nos lamentamos cuando nos sucede a nosotros, y el aprendizaje de esa tristeza nos dura dos o tres temporadas. Luego, eso sí, nos preocupamos de las bandadas, de los planes de vuelo, y de mil mariconadas más, ...
 Comento todo esto por lo de siempre. Y me gustaría enfatizar, especialmente para algunos colombófilos mallorquines, que es una soberana estupidez sin sentido alguno, vacunar contra paramixovirosis con una vacuna basada en cepa de pollo. Lo barato siempre sale caro, muy caro. ¡Por dios!.


Importante
Una vez abierto el botecito de la vacuna, vacunad. No se puede utilizar otro día. Si el número de pichones a vacunar son 30, prefiero tirar a la basura el resto, que engañarme a mi mismo. No se puede volver a guardar el bote y revacunar al día siguiente o cuando nos de la gana. A ver, por poder se podría, pero por mis informaciones y experiencia yo no lo haría jamás. Y sobre todo, tomad en serio el acto de vacunar, que no tiene nada que ver con el de pinchar. 
  Y último inciso, pero es que clama al cielo, porque todo esto se supone que se debería saber: Sólo se puede vacunar a nuestras palomas si están sanas y saludables.



PabS.

Demasiadas normas pa´l body.

 Hoy seré más breve que la luz de una estrella fugaz. Prometo serlo incluso más.
 En la lectura del texto de más abajo se invierte escasos dos minutos. Tras hacerlo, uno se da cuenta que siempre los hubo con ansias de imponer sus criterios sobre los demás. Al efecto, el amigo Mariano alude en la obligación que imperaba en la época sobre los pichones y  adultas. ¡Cuán equivocados estaban por aquel tiempo!. Exactamente igual que en nuestros días. 




PabS.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Alimentación. Rodolfo Bellani.


 Tras días de agotadora lucha, como un náufrago con todas sus letras, buscas desesperado llegar a la orilla, casi entregado y exhausto, tratando de sobrevivir al inmenso mar, y allí, por fin, siendo consciente de haber nacido de nuevo, llegas a la conclusión que todo esto es una estéril guerra de egos, no de palomas. 
  Circula por ahí una especie de colombófilo muy dañina para su supervivencia, parásitos con ansias de poder,  a los que  sólo les interesa mantener un estatus, y de ahí no se moverán. No razonaran, ni lo intentarán, porque ellos ya decidieron. Un muro amigos, hablamos de una granítica pared sin mucho cerebro.
  Uno observa con asombro que a mis detractores lo que más cachondo les pone no es el negro de WhatsApp, sino cuando me da por  hablar de mis logros. Y ahí, como ratas de alcantarilla recién salidas de su guarida, buscan cualquier resquicio para ver si pueden meter la cuña.
  Hablando de mi, para que se queden tranquilos de una vez, destacaría unas cuantas cosas (todavía me queda una abuela), pero tres por encima de todas:
  Una, mi Campeonato de Baleares Absoluto ganado en la isla más complicada contra los casi 300 colombófilos de entonces. Remarcar que eso sólo ha sucedido en dos ocasiones en nuestra larga historia menorquina, y con sueltas desde la península, sólo yo (a fecha de hoy) tengo ese honor. Que pedante soy :(
  Dos, en casi todas las distancias desde península (haciendo memoria) y recordando que en las islas lo jodido es meterla y que lo mío es el fondo, poseo los récords de mayor número de palomas marcadas en una sola suelta, en las distancias de 400, 500, 650 y 880 km, ojo, de toda la historia de la colombófilia menorquina
En 270 km tendría que mirarlo (pero ahí ahí). Si el de mayor número de palomas enjauladas y marcadas con un 100%.
Y, salvo estos últimos dos años, que evolucioné  a modo granjero, la mayoría de esos récords fueron logrados comenzando con la mitad de palomas que mis rivales. Récords (algunos de ellos vueltos a ser superados por mi mismo)  que no me han llevado toda una vida, sino obtenidos los últimos 9 años.
 Obviando las distinciones nacionales, sociales u otras regionales, mi tercer mayor logro es que nadie en la isla mete más palomas desde la península(fondos) que un servidor desde hace 10 años. Y por último, y quizá el más importante, no desaparezco jamás, y esto me otorga argumentos para callar bocas, una y otra vez.
 Dicho lo cual, todos queremos más, o sentimos temporadas como oportunidades perdidas, o creemos necesitar dar varios pasos hacia adelante, pero esto nos sucede a todos, por lo menos a los inquietos.  Parece ser que para tener opinión haya que ser una campeón intachable, pero ellos no predican con el ejemplo, de ahí mis credenciales, yo sí las tengo.

  En mi club, que no es excepción en nada de esto, en un corrillo de esos que se forman a veces entre colombófilos, se hablaba hace unos meses, para variar, de mi persona, y sin estar yo presente. Uno de ellos, tras escuchar verdaderas barbaridades les espetó: ¿Pero de qué habláis?, Pablo es el mejor colombófilo de la isla de los últimos 30 años sin ningún género de dudas. Como veis,  a la misma persona, se la puede ver blanca o negra, pero parece que nunca gris.  

 Tras esta retahíla de estupideces por mi parte, necesarias para los obtusos de mente, me centro en lo importante, la colombófilia, que es lo que realmente importa. Y ahí también destaco, formando a muchos colombófilos repartidos por la geografía española. ¿Y tú, amigo, que haces tú, aparte de criticar todo lo que se mueve? En fin...
Prometido, lo dejo aquí.

 Nuestro amigo Bellani a buen seguro rebaja la tensión y nos alegra la mañana con una de sus inteligentes reflexiones. En esta ocasión sobre la alimentación.
 De ella podríamos hablar horas. Factor determinante en nuestros resultados. Os dejo, una nota que a buen seguro ya he comentado por aquí en el pasado:
  Imaginad a dos colombófilos vecinos. Ambos suministran la misma marca comercial a sus palomas y ambos la misma cantidad por paloma. Sus instalaciones son idénticas, pero al primero las palomas le vuelan como posesas, y en cambio al segundo, ese vuelo nunca acaba de convencer. El cómo y cuando las alimentas tiene su importancia.





PabS.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Entrevista con el Presidente de la Federación territorial de Tenerife, César Escobar Hernández, 1982.

  
  Treinta y cinco años contemplan esta entrevista al entonces presidente de la Federación territorial de Tenerife, César Escobar Hernández. 
Me gustaría enfatizar que soy una apasionado por la colombófila. Podría escoger un verbo cursi, y afirmar que la amo y siento este deporte como algo muy mío, pero no puedo obviar que también sufro su desamores constantemente.
 Tengo la inmensa fortuna que la competición y sus recompensas han sido muy generosos conmigo, pero algo la rodea que la hace difícil de digerir ciertas semanas del año.
 Muy de vez en cuando disfruto de una buena lectura, aunque sea de alguien, como el protagonista de esta entrevista, con el que te sientes identificado por ese amor por la colombofília, esa fidelidad que profesamos aquellos que tuvimos que esperar décadas para poder volar.
  El texto nos deja una fotografía muy exacta de la época, de sus problemas, de sus sueños. Y, sinceramente, muchos aspectos siguen exactamente igual, que entonces, aunque con una notable diferencia. Hoy, somos bastantes menos que ayer.

Os recomiendo su lectura.











PabS.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Pocas buenas palomas y muy buscadas.

AS paloma social La Palmesana 2016. 
(Paloma criada en casa y volada por Lluç Llabrés).
 
Leía estos días por algún rincón de la red que nuestros amigos belgas y holandeses en un tic con tintes no exentos de cierta hipocresía se echan las manos a la cabeza cuando un extranjero adinerado paga sumas desorbitadas por un pichón por el mero y singular hecho de ser hermano del "fulano" o "mengano" de turno. Con razón les sacan las célebres "pastitas". Cabría preguntarse también quien le pone el precio. El mercado amarillo supongo.

No obstante ellos mismos en un, admitámoslo,  ejercicio de sinceridad, "hacen cuentas" de cuantas palomas realmente buenas ha dado una pareja determinada o yendo un paso más allá, una paloma en concreto. Salen muy pocas. Una o dos en el mejor de los casos en toda su vida reproductiva...¿y el resto de hermanos?. ¿Que hay de esos treinta ó cuarenta hermanos en el supuesto de que estemos hablando de una buena reproductora que haya tenido la clase y la fortuna de hacer carrera en un palomar?¿Dónde están?.
Efectivamente palomas buenas hay pocas, aunque su hermano haya sido un verdadero fuera de serie. Hay menos de las que imaginamos, y en mi opinión así debe ser, pues el viaje colombófilo consiste en buscarlas. No tendría sentido otra cosa.
Cada uno debe señalar sus propias cotas y en un noble y veraz  ejercicio de honestidad colombófila poder llegar a definir con la experiencia del tiempo que es una buena paloma.  No es tarea sencilla, muchas veces el árbol no nos deja ver el bosque. No todos poseen esa claridad.
A título particular, he tenido la gran suerte (la suerte no existe) de ser un tipo con resultados, que a día de hoy no sabe lo que es tener un bajón. Y esto en el mar habla con mayúsculas de lo que me traigo entre manos.
 Ninguna temporada se parece a la anterior. Todas ellas son diferentes. En gran parte porque los animales se renuevan anualmente, por las condiciones climatológicas, por las dificultades del mar, por no haber sido capaz de llevarlas donde merecían, y un largo etc, pero ser capaz y poseer la habilidad suficiente para sobreponerse a los baches del camino es fundamental para no alejarnos de lo único que aquí es realmente importante : La búsqueda de buenas palomas.
 Gracias a ello son muchas las palomas marcadas en los diferentes penínsulas. ¿Las convierte eso en buenas palomas? La respuesta es no, además en un no tajante, seco y deshidratado, que no admite debate al menos por mi parte.
A pesar de mis resultados, soy más exigente que aquellos que no han tenido la fortuna de disfrutar de esto como yo lo he hecho. Valoran y disfrazan a animales a los que yo hace tiempo deje de valorar. Tener una visión tan deformada (hablo de mi) tiene tintes crueles, pero Secretariats, Red Rums, Jappeloups, hay muy pocos ejemplares de esa valía. 
El objetivo debe ser reciclarse en un frenético no parar en cuanto a la preparación de nuestros pájaros y acercarse con nuestros animales lo más posible a la sombra de semejantes cracks. Sólo de este modo será más complicado que no nos hundamos con el paso del tiempo y no alcancemos jamás a responder, ni tan siquiera a adivinar en que parte del proceso nos equivocamos, o un tan sencillo ¿dónde comenzamos a desviarnos?.

En la misma línea de argumentación, y fiel a mis forma de ser de reflexionarlo todo, con cierta frecuencia me cuestiono si de algún modo yo mismo me he convertido en alguno de esos charlatanes, parlanchines o sacamuelas autorizados de las teorías más insípidas y variopintas que uno pueda imaginar. Puede que sí, pero mientras la cesta , y en ello también me ayuda,  siga confirmando mis resultados y razonamientos seguiré en la brecha. En el momento que decaiga, no osaré querer imponer verdades que no puedo demostrar. Mi inteligencia llega a algo tan simple como eso, aunque una flor no hace la primavera ni en un sentido ni en el otro. Demostrar lo que afirmas debería ser un principio  en nuestro ordenamiento moral como colombófilos. Todo lo demás se lo dejo a los seguidores de las novelas caballerescas.


Pabs.   






lunes, 31 de octubre de 2016

El legendario "RED RUM"

  
Hace unos días os acercaba la figura de SECRETARIAT, el purasangre más famoso del mundo. 
El acercamiento a lo ecuestre tiene su sentido. De alguna forma nos sentimos identificados. No puede haber otra explicación. Probablemente la competición, las hazañas, la comunión entre preparador y animal. A mi al menos me resulta un mundo apasionante y de ahí mi insistencia estos días.

A raíz de aquello un buen amigo que siempre me está enviando material interesante me alertaba de la figura de RED RUM."La Leyenda de Aintree".
El Grand National  es la carrera de obstáculos más célebre del universo ecuestre. Se celebra anualmente en el mundialmente famoso hipódromo de Aintree en la ciudad de  Liverpool  (Reino Unido) durante el mes de Abril.
Esto supone un paso más allá. Los caballos deben galopar en un exigente circuito de casi 7 km y saltar 30 enormes obstáculos donde pueden llegar a participar hasta 40 caballos. Un espectáculo mayúsculo que auna velocidad, resistencia y pericia en sus saltos.
Hace años vi algunas de sus ediciones por la televisión. Hoy en día perdí la pista a esta maravillosa carrera.
Mi amigo Eloy me comentaba que en el año 1977, el gran año de Red Rum, ya que en esa edición el protagonista de hoy hacía historia convirtiéndose en el único caballo que se ha alzado con la victoria en tres ocasiones. Pues bien, él estaba presente ese día en las instalaciones de Aintree para disfrutar de aquel espectáculo único.
 Red Rum ganó las ediciones de 1973, 1974 y 1977 y participo asimismo en las de 1975 y 1976, donde asombrosamente quedó segundo en ambas. 


Si observáis los videos  podréis comprobar que la carrera lleva a los caballos al límite. Red Rum jamás cayó al saltar un obstáculo en sus cinco gloriosas participaciones.

Reseñar que Red Rum fue capado a muy temprana edad. Así que uno de los mejores caballos de la historia, y el mejor sin duda en su entorno, el Grand National, quedó sin descendencia. 
También destacar que fue un animal que sufrió pedal osteítis, pero a pesar de ello, fue sin duda un animal superior. 
Tras su tercera victoria fue preparado al año siguiente para participar en la edición de 1978 del Grand National pero el día anterior a la prueba se le detectó una leve cojera que anunció definitivamente la retirada de uno de los más ilustres de todos los tiempos. A su fallecimiento fue enterrado en el poste de meta de la pista del Grand National de Aintree. Su tumba está marcada por una piedra grabada conteniendo su record en el Grand National, y un bronce de tamaño natural, que conmemora a este caballo legendario.



Un animal excepcional que hizo historia en una carrera que a diferencia de las que tenemos idealizadas en nuestras cabezas en esas desmesuradas producciones norteamericanas, donde ejemplares como Seabiscuit, Secretariat, etc dan rienda suelta a nuestra imaginación, el Grand National supone un punto y aparte dada la distancia, pero sobre todo el desarrollo y la dureza de la prueba. Es una prueba come caballos y en ella Red Rum fue la estrella sin discusión.

En el mundo ecuestre estas cosas resultan obvias. En colombofilia no tanto. Hay líneas de vuelo que exigen más a la paloma, se lo exigen todo, o donde simplemente regresar supone un gran éxito. Ese tipo de líneas de vuelo de las que nuestro amigo Ad Schaerlaeckens no nos habla en sus escritos porque no las ha vivido en primera persona y honestamente pienso que ni tan siquiera reparan en ellas porque la gente no quiere leer nada relacionado con grand nationals con plumas. Además eso no vende.
En demasiadas ocasiones nos quedamos siempre en la orilla,  en los míticos 1000 km, en las vedettes, en los Barcelonas, etc. Nos gusta pensar que somos uno de ellos, y a nuestra manera aspiramos a emularles.
Todo eso esta muy bien, resulta agradable leer, escuchar y ver mágicas historias relacionadas con nuestros pájaros que nos convencen que hay otro mundo a igual y semejanza que sucede con los caballos. Un mundo mágico donde nuestros idealizados criadores podrían  perfectamente ser protagonistas de una de esas grandes producciones del cine americano.
Como resultan igual de magnéticas estas historias de caballos, porque en realidad lo que nos fascina son los animales extraordinarios y sus gestas. 

Ayer mismo visionaba un video donde uno de los grandes del mundo que nos une, explicaba que debíamos buscar en una paloma. Lo siento ese tipo de cosas no son aptas para el que escribe. Y no, no porque yo piense que lo sé todo. Muy al contrario, pero me  molesta que me hablen de las cosas que no quiero leer o ver, porque sé de que va todo esto. 
Todo eso ya lo sé, y si por la razón que fuere me equivoco, mi amiga la cesta me da rápidamente un baño de realidad. Nada muy malo me puede suceder. Tras haber adquirido la experiencia suficiente y no haberle soltado la mano jamás, es dificil caer en situaciones desagradables. No me atrevería a volar sin el auspicio de la cesta. Sería engreido y muy poco inteligente.

Volviendo al punto. Hay aspectos mucho más importantes en los que si me gustaría profundizar de los que no hacen mención, porque no interesa bañarse en esas aguas.
Y me interesan esas batallas porque lo que hace diferente a la colombofilia no son las palomas sino lo que haces tú con ellas. No tenemos en nuestro equipo a un Red Rum, o a un Secretariat, por lo que debemos exigirnos dar un paso más allá cada año en busca de sistemas que nos acerquen a nuestros objetivos. Es en ellos donde hallareis el principio de vuestro despegue. Con mejores animales todo funciona mejor, pero ese es un cometido que te atañe a ti como aficionado y para ello Tú y sólo Tú debes edificar un marco adecuado para que esas cosas puedan suceder.


Pabs.

 

miércoles, 26 de octubre de 2016

Parafraseando a Ad.



Os contaba "ayer"sobre una de las famosas listas de Ad 
Schaerlaeckens. Realmente casi todo lo que he leído de este hombre es traducido. No suelo ser muy dado a leer los excesos de la colombofilia del norte. Siempre tuve esos dañinos prejuicios que me marcaron desde mis inicios, y me hicieron observarla  con grandes dosis de escepticismo. Todo ello fruto de una realidad incontestable. La separación de dos mundos que parecían ser el mismo pero que no se entendían. Hablaban idiomas diferentes.
 Hoy con la distancia que me da la vida y mis experiencias colombófilas, y sobre todo un cierto hastío de todo lo que me rodea, uno va picoteando por aquí y por allá buscando revitalizarse.
De hecho, para ser totalmente sincero, no había entrado jamás en su web hasta ayer (que yo recuerde)  en el que un buen amigo me envió uno de sus interesantes artículos, y a raíz de aquello llevo horas leyéndolos. No tienen desperdicio. Me reafirmo, gustan porque los lees y asientes al mismo tiempo. Artículos finos,  limpios y abanderados por una lógica sin contemplaciones que nos acerca ese soñado mundo, tal y como hacía, ya muchas décadas atrás, Julles Gallez.  

En uno de sus penúltimos escritos nos habla de las "líneas de palomas" o "razas". Acojonante comprobar que da lo mismo que sean belgas u holandeses. Estamos ante un error muy común que no diferencia entre nacionalidades. Ellos mismos caen en él con suma facilidad.
Cita con osadía como ejemplo a Jan Aarden entre otros. Uno de los más famosos criadores de la colombofilia de siempre. Y supuestamente creador de una "línea de palomas" de la que se han nutrido las  generaciones siguientes. Dicho así suena como parece. Veamos.  ¿Tengo un Jan Aarden puro afirma entusiasmado aquel compañero?
 Y resulta que este hombre, nuestro Jan, se dedicó a adquirir lo mejor de lo mejor de la época por muchismos palomares, palomas de muy diverso origen,  pero, y esto es lo más sorprendente, llama la atención que el tal Jan Aarden jamás  alcanzo la cota de competidor brillante, y desde luego no tenía una línea de palomas homogenea y si una mezcla de muchas de ellas.
El hecho que da verdadero relieve y notoriedad a su nombre fue el éxito que tuvieron los que  adquirieron  sus palomas y jugaron con ellas en cruces totalmente abiertos. Así se gesto el inicio de la dinastía Jan Aarden.
¿Es acojonante como los humanos distorsionamos la realidad a nuestro antojo? Eso o que el dinero tiene las manos muy "largas".
De ahí surge la mal denomina "raza" Jan Aarden. Lo entrecomillo porque , y a eso alcanzo, no existen razas, y si líneas o familias de palomas. O quizás sólo existen influencias de individuos.  Lo aclaro en breve.
Es curioso que la otra pata que sostiene la gran mesa de los famosos, los  hermanos Janssens que tuvieron grandes resultados, quizá no pasaron a la historia como los colombófilos más famosos del mundo por ellos mismos, sino cuando dejaron de competir y la gente obtuvo grandiosos resultados con sus palomas. Da que pensar.
Volvamos a centrar el texto. Todo esto, insiste nuestro amigo Ad, es aplicable a puros Wegges, a puros Verheye,  a puros Hansenne,  Bricoux, puros Huyskens van Riel. Algunas de ellas como estos últimos Van Riel,  fueron subastadas por última vez a principios de 1900. Me atrevo a afirmar que alguno habrá todavía casi 120 años después que osa afirmar que tiene su su morada Van riels puros. Desde luego no me sorprendería ni un ápice.

Resumiendo es estúpido hablar  con tanta osadía de líneas de palomas. Un servidor lo hace en ocasiones. Son cosas que uno hace sin reflexionarlas, quizás como consecuencia de una repetición de actos, o porque el vocabulario no nos da mas de sí. 
Es cierto, algunos tratamos de cercar el rebaño y que más del  90% de lo criado, e incluso más, tenga un denominador común, una base firme, pero eso no da para hablar de líneas de palomas. Quizás no se sostiene.
Probablemente es más fidedigno hablar de individuos y de su influencia. En un gran palomar hay parejas y parejas. Todas no son iguales. Todas pueden dar más o menos , pero su criador sabe de cuales existen mayor número de posibilidades de "cantar bingo" . No tengais dudas de eso. Tengo un Koopman puro afirma orgulloso uno, un Gaby puro dice el otro. Habría que preguntarles de que pareja. 
Recuerdo como Jos Thoné me daba un papelito con dos números de anilla, poco antes de hacer una visita a otro grande. Él no vendría con nosotros pero estaba interesado en adquirir descendencia de esas dos palomas. Esa es la política. No hubo suerte. 

Otra reflexión. Tengo una o dos hembras en mi palomar, y ya advierto que no son los padres de los Marbellas de los que dificilmente saldrá un hijo de mi casa. Alguno ha salido, pero muy pocos. ¿Por qué? Obvio. Uno sabe que en esa paloma está todo el pastel. Una gran capacidad para transmitir, hembras de las que obtener bastantes animales de valía con el que construir el castillo. Y no uno de naipes precisamente, uno consistente. 
Puedo ponerme en la piel de la vedette de turno. Dudo que se desprenda de alguno de ellos.
Al final incluso cuando hablamos de líneas de palomas estamos haciéndolo de cruces abiertos. Y cuando alguien se dedica a vallar su finca y centrar los focos en un animal determinado es lo más aproximado a hablar de una línea de palomas. Tarde o temprano requerirá de cruces abiertos, así que, como campaña de marketing es una buena opción, pero poco más.

Leía estos días un archivo de pdf del outcroos de los boxers. Un reportaje imperdible. En él nos habla de la problemática que ellos padecen como raza. Nada que ver con nosotros. Ellos, fruto de las modas, algo que salpica a cualquier deporte relacionado con animales, han perdido genes de perros que jamás se recuperarán.


 Aquí debemos hacer un inciso. La voluntad de los jueces y de quienes dictan o actualizan las normas tiene mucho que ver con ello.  En colombofilia disponemos de un arma que es mucho más ecuánime. La cesta. Ellos no tienen esa suerte.  
Nosotros podemos acercarnos o alejarnos de determinadas teorías o modas, pero la cesta nos pone a todos en el lugar que nos corresponde. 
Nuestras palomas han evolucionado y lo seguirán haciendo aunque determinadas palomas y su fuerza genética hayan ido desapareciendo. Y lo han hecho porque la realidad de la cesta no admite de romanticismos.
Al hilo Ad nos relataba los gustos y el distinto proceder de los compradores de palomas en Bélgica y Holanda. En una brillante explicación sobre las diferentes nacionalidades y sus gustos en la cesta de la compra, nos narra de la inocencia de los americanos, y de sus gustos por las rabadillas y esas colas para abajo. A lo que Ad respondía: La paloma moderna es más bien pequeña, tiene una rabadilla más bien estrecha y su cola, definitivamente no señala hacia abajo.
No puedo estar más de acuerdo. La cesta me ha dejado claro que esa afirmación es absolutamente cierta.
  
En el mundo canino es más complejo. Al ser exposiciones de belleza, y aunque está la vertiente de trabajo, si alguien con poder e influencia suficientes comienza a premiar perros con una determinada cualidad, el resto no tendrá más narices que seguirle. Porque la gente quiere lo que quiere. Los premios, el ego y el dinero.
En colombofilia afortunadamente estamos a salvo en ese aspecto.  Podemos leer a todo tipo de filósofos, ayatolás, cantamañanas y  perturbados. Que de hecho, si echamos un ojo o mejor los dos hacia atrás, está lleno de teorías de lo más inverosímiles, que si el ojo, la cola, el ala, salto del ala, la ventilación de la misma, la rabadilla, etc...pero al final es la cesta. Siempre es la cesta. ¿Que sería de nosotros sin la cesta? No quiero ni pensarlo.



Pabs.