lunes, 12 de febrero de 2018

Mi historia. (Decimocuarta parte).Mi peor pesadilla.


  Ya de lleno en el 2016, hubo problemas con los chips (no habían llegado), y vivíamos en un cierto descontrol, en lo que a palomas  pasadas y no pasadas se refiere. Se anotaban en una lista a medida que se iban enjaulando en todas las sueltas, con el fin de ganar tiempo para cuando llegaran. Aquello fue un sainete.
 Debo reconocerlo, no me sentía nada a gusto en el club. La "labor" de Pedro y sus adláteres ya comenzaba a dar sus frutos. 
Mientras tanto, en las sueltas desde Mallorca, como cada año, los había que recibían serios mordiscos (pérdidas de palomas). Repartían, fruto del miedo,  milimétricamente sus palomas en el grupo de pasadas. 
Para que no hubiera dudas porque me miraban con "lupa", me presenté con todas las palomas. Todo. Nada de pasadas y no pasadas. Y la mayoría fueron enjauladas en el bando de no pasadas. ¿Resultado? Vino todo. Si enjaulé 140, regresaron en el día 132. Ni un sólo rasguño. Para mi, las sueltas desde Mallorca e Ibiza, nunca han sido un problema, al revés, son donde edifico todo lo que después suele suceder.
Esto es como el salto de altura. Si te cuesta pasar el listón al principio, no llegarás muy lejos. Iba holgado. Mallorca es salud y preparación, no calidad.
 La solidez que he demostrado en 10 años, sin altibajos tiene un secreto. Cuando uno sabe lo que hace, es que lo sabe hacer. Entonces no suele ser un problema repetirlo. No es ni chulería ni presunción, son hechos.

  La temporada siguió su curso. Por mi cabeza no circulaba la idea de competir en campeonatos, pero mi alma competitiva comenzaba a despertar. Casi sin quererlo, después del primer península en muchas clasificaciones iba segundo, y en otras, primero. Esto para mi, era sumamente difícil de digerir. 
Mis intenciones iniciales fueron no llevar el reloj, de este modo: "Ojos que no ven, corazón que no siente". Pero no, no lo hice, y comenzaron a brotar dudas en mi cabeza.
Tenía muy claro que mi objetivo era la suelta de Marbella, pero de reojo no perdía de vista la clasificación. Sin forzar, estaba arriba, como siempre. Mi cerebro comenzaba a desdoblarse. Error, pero humano.

Por otro lado, la temporada, para mi, estaba siendo insoportable. Todo estaba muy condicionado por el singular hecho de con que pie se había levantado Pedro ese día. Esto, fuera de la isla cuesta horrores entenderlo, pero dentro de ella, la gente, en general, comenzaba a darlo por normal. Lo que diga Pedro. Aunque no es del todo cierto. La mayoría sí te da la razón en privado, en público se callan.

Aquí, me gustaría explicarme. En mi colombófila ideal, yo seguía descartando los día malos, porque en esos, las sueltas son siempre. a muerte, pero me negaba a dos cosas:

  Una, que sólo se soltara con viento de poniente (Oeste), incluso se buscarán especialmente los días de ponientes fuertes.

 Dos, que "nadie" en la isla, salvo Pedro, supiera cuando íbamos a enjaular, o peor, ¿que suelta sería la próxima?, o ¿cuales?. Agruparíamos un posible retraso en... ¿dos sueltas?,  ¿tres sueltas?. Aquello me sacaba de mis casillas. No había fechas, no existía un calendario, ni tan siquiera uno que se moviera. El Oeste en estado puro, y nunca mejor dicho, por lo de Oeste, naturalmente.

Una semana podíamos tener un Ibiza, y la siguiente tocar un Ibiza, Calpe y Baza, y no saber cual de ellas íbamos a hacer. Eso NO es colombofília. No, no lo es. Por un tema de transporte , puedo entenderlo, por una cuestión de mal tiempo, también, pero estar en la cabeza de Pedro tratando de imaginar qué haría, era muy incómodo. Bastante tenía con estar en la mía.

En Mallorca por ejemplo esto no sucede porque decide una comisión, la cual comunica a los clubs la toma de decisiones, pero en  éstos la vida es más sencilla, porque no hay nadie que maneje esa información, tome esas decisiones, o que se le de la libertad que haga y deshaga a su antojo. 

Del mismo modo que podia entender a la mayoría de compañeros, y aceptar su postura. Mucha gente llevaba años pasándolo mal, y ahora llegaban palomas. Disfrutaban. El problema es que cuando la mayoría venía, yo ya me había ido. Y personalmente venía observando graves deficiencias en nuestra colombofília y sobre todo un monopolio peligrosísimo en manos de Pedro. 
El poniente es un aliado puñetero. "Pan para hoy, hambre para mañana". Tiene, debe haber sueltas con todo tipo de viento. No se pueden marcar las cartas tan descaradamente, y que además, sólo una persona o sus cercanos, sean los únicos que dispongan de esa información. Lo siento, si soy tan explícito, pero lo siento así.

   Os voy a contar una anécdota que viene ni que pintada. Un socio en  el Club, al que le había costado horrores marcar de gran fondo toda la vida. Ahora ya lo hacía. Marcaba alguna. Hace unos años yo le decía que no todas las sueltas desde la península seleccionaban buenas palomas. Él, por si acaso, las pasaba a la reproducción. Algo normal y lógico, la gente sólo ve de donde vino y no cómo lo hizo.
Hace un año, nos encontramos un día por casualidad, y me dice: Tenías razón Pablo, aquellas palomas no dieron nada. Nos creamos unas expectativas porque esa paloma u aquella otra ha volado una distancia. Y el poniente desvirtúa. ¿Que tardó?, ¿horas de vuelo?, ¿% de llegadas, cuántas llegaron?, ¿fue capaz de repetirlo? . Esto es básico y fundamental para valorar a una paloma. ¿Que ello no significa que después sea una gran reproductora?. Naturalmente que no, pero, a buen seguro, estaremos más cerca. Ni lo dudéis.

Tras el primer Calpe, estaba arriba como siempre, y eso me confundía. Ya teníamos grupo de WhatsApp por entonces. En un momento, determinado Pedro ya nos tenía "parados" (una vez más), y desorientados, por lo menos a mi.
 En el grupo, para poder organizarme, le pregunté si sabía que suelta íbamos a hacer la semana que viene...pero mejor, copio la conversación con unas capturas de pantalla.




 La conversación, como puede observarse, se desarrolla en unos parámetros de educación lógicos. Fijaos que mido mis palabras al milímetro, o por lo menos, hasta donde me fue posible. Sé exactamente en que aguas me movía, pero vaya, ni con esas. 
  Algunos compañeros como el propio Pedro, me tildan de conflictivo, por cosas como ésta. En fin, que se lo hagan mirar.
La respuesta final de Pedro, me dolió. Su hipocresía, puede llegar a límites insospechados. Es de los que si se siente respaldado, es valiente, de lo contrario, nada de nada. Cosas de manadas de lobos. No, yo no pierdo los nervios por gente como él, y me di de baja del grupo. Sin más.
  En la conversación, simplemente pregunté qué iba a suceder con las sueltas de la próxima semana. Ya veis la respuesta, como el "Cholo", semana a semana. Señores, esto es colombofília, no un coto privado. Volar nos cuesta dinero tiempo y esfuerzo a todos nosotros. Parece que lo olvidamos.

Para que os hagáis una idea, ayer, día 11 de Febrero de 2018 hubo suelta aquí desde Inca e Ibiza, pues bien, ayer mismo por la tarde Pedro se sacó un Ibiza de la chistera para enjaular hoy y soltar este miércoles o jueves. El sábado que viene hay otra suelta de Ibiza, por lo que este miércoles habrá otro enjaule. Resumiendo...hay cinco Ibizas, y tres de ellos los van a hacer en 7 días. ¿Cómo se puede organizar la gente?¿y el colombófilo que maneja pocas palomas? Está claro que para pagar cuentan con todos, para organizarse un campeonato a medida....NO. 
El Club de Ciudadela depende del de Mahón a partir de las sueltas de Ibiza. Las decisiones las toma Pedro. En Ciudadela se enteraron ayer de tan repentina decisión. El descontento es generalizado, pero....El pan nuestro de cada día.

 Retrocedamos algo en el tiempo. Había ido a Mallorca en Noviembre del 2015 a cribar un grupo de pichones, los que por muda, podían ir. En Febrero del 2016, me entero de que Mir, había dejado dar de alta 40 palomas a Torres. ¿Queeeeé?, ¿en Febrero?. Pues claro que me enfade. O todos o ninguno. Para más inri, Pedro, había omitido este minúsculo detalle en el Club.  Le hice saber mi sorpresa y mi malestar, y lo dejé pasar, total, siempre soy el conflictivo, pero me pareció algo muy injusto. ¿Su respuesta?. Bloquearme el WhatsApp. Me había convertido en un grano en el culo para él. A los demás los manejaba a su antojo.

 Os cuento todo esto, para que os hagáis una idea del panorama. Unos teníamos la obligación de poner chips, entregar listas definitivas de palomas a volar el día 15 de Diciembre, y otros podían dar de alta palomas, meses después. Yo mismo tuve que moverlas desde Mallorca en Noviembre muy a mi pesar. En fin....que no.

  Tras el percance en el grupo de WhatsApp, decidí que se había acabado. Enjaulé para Baza y para Marbella. 
En la primera con un extraordinario 19/26, récord histórico de la isla en número de palomas marcadas de gran fondo en una única suelta. 
En el Marbella obtuve un 5/26. Aquí se vio la diferencia de dificultad de un Baza y un Marbella, porque no todas las palomas me servían.  Palomas capaces de volar tres Bazas, quizá no eran capaces de regresar de Marbella. 
 A la  isla,  de la suelta de Marbella  llegaron 10 palomas, 9 en Mahón, 5 de ellas mías, y 1 en Ciudadela. 
En esta suelta fue cuando Jusue me felicitó en el grupo, en el que yo ya no estaba, y Florencio le afeo, recordándole que lo mío no tenía mérito porque yo era un profesional. Joroba.

Tras eso, 15 días más tarde había un Baza y un Calpe, en los que participé. Hacia dos semanas que ya había desconectado de las palomas. Para mi se había terminado, pero como estaba tan sumamente enfadado, y había demasiadas palomas en el palomar me lo repensé y enjaulé en ambas. Aquí debo añadir que no entregue el reloj, y si lo hubiera hecho, ese año habría sido Campeón  Insular de España de Medio fondo (hice los cálculos). Me preguntaréis, ¿y por qué no llevaste el reloj Pablo?. Fácil. Mi enfado era enorme, mayúsculo, y un puñetero nacional, no me iba a cambiar nada. Hablo con total sinceridad. No, no llevé el reloj. Ningunas ganas de acercarme al Club.
  Tras eso, decidí zanjar la temporada para mi. Todo el esfuerzo del año anterior, tirado a la basura por Pedro. Sentí mucha frustración y rabia.
 A pesar de sólo acudir a la mitad de las sueltas de la península, marqué 50 palomas de 85 enviadas desde allí, siendo por enésima vez, el palomar con mayor número de marcadas en la isla.


(Continuará...)



PabS.

domingo, 11 de febrero de 2018

Mi historia. (Decimotercera parte). Nuevo rumbo: Marbella.




El año 2015 había sido un buen regreso. Mi forma de proceder  no recordaba a cómo solía hacerlo, porque desde el principio, tuve en cuenta que debía iniciar un nuevo ciclo de yearlings, adultas, etc...todo ello de vital importancia a la hora de competir. Disponer de un buen equipo de adultas para el año próximo, volver a comenzar en definitiva, y todo ello exigía ciertos sacrificios.

El hecho de comenzar la primera mitad del 2015 a un ritmo tan alto,  tuvo incidencia en el número final de adultos que quedaron. Quedó un grupo muy seleccionado para poder afrontar un buen 2016.

Echando hoy la mirada hacia atrás, los problemas de verdad, comenzaron a partir de entonces. Todo aquel esfuerzo por equilibrar y formar un nuevo equipo, con jóvenes y adultas, en el 2015 no había servido de nada. ¿Por qué? Enseguida lo comprobaréis. 

En primer lugar, las temporadas ya eran algo imprevisibles. Imposible saber qué suelta sería la próxima. Aquello había degenerado de una forma flagrante. Como cuando uno no ha tenido dinero nunca y súbitamente dispone de él, pero no tiene ni puñetera idea de cómo gestionarlo. Sólo Pedro sabía que haríamos a continuación. Una cosa era ser consciente de las grandes dificultades que tiene volar en la isla, por el transporte, la climatología, el mar, las noches de cesta,  y demás; y otra, bien diferente, que una competición quedara adulterada de aquella forma tan dramática.

Todo ello me condujo a tomar una decisión aquel verano. No competiría más. Sólo prepararía las palomas para un nuevo y mayúsculo reto. Marbella, casi 900 km.
 Aquello implicaba ciertos cambios. Dentro de mi línea de palomas, debía buscar aquellos ejemplares que me pudieran dar lo que buscaba. Los que no, aunque magníficas palomas, de esas que te dan campeonatos, pero quizás no, lo que yo buscaba en ese nuevo escalón tan específico, fueron vendidas poco a poco.

Esas palomas que podía repetir cada semana, que optaban a AS paloma, que podían perfectamente comerse 20 ó 25 noches de cesta en una temporada, ya no eran mi prioridad.

Hasta ese 2015, Pedro y yo escuchábamos la misma canción, misma frecuencia, pero nuestros caminos comenzaron a separarse, de una forma progresiva. Quizá, él había vivido toda su vida colombófila entre tinieblas. Recordad como funcionaba aquí la colombofília. Supongo que estaba convencido de que habíamos descubierto la piedra filosofal. Tengo emails de Pedro anteriores al 2008 donde me manifestaba su tristeza por la colombófila menorquina actual, y una profunda desesperación por no poder desarrollar su afición.
Eso cambió, llegó, todos aportamos nuestra cuota, pero esa nueva colombofília no la provoco un club entero y sí, una serie de personas.
El nuevo mundo era sin duda, otra cosa. Su fragancia desprendía optimismo. La diferencia era notable. Ahora ya regresaban palomas a Menorca. Había cierta lógica y cierta recompensa en el esfuerzo que supone dedicarse a esto. Y debíamos estar muy satisfechos por todo ello.

Fundamentalmente, yo era de la opinión que habíamos cambiado la colombófila de la isla, pero esa obsesión que para él se había convertido la búsqueda del viento a favor, no nos beneficiaba. Ya no. Su obsesión comenzó a ser enfermiza. 
Los edificios se construyen desde abajo, pero subiendo hileras. Esa es y sigue siendo, en la actualidad, mi opinión. 

¿Ayudar a las palomas?. Sí, naturalmente que sí. ¿Engañarnos, y depender del viento a favor?. No, y mil veces no.
 Hay una serie de vientos que en Menorca son fatídicos. Las sueltas se convierten en un calvario. Como buenos "marineros" debemos ser conscientes de ello, pero lo que no se podía ser,  era convertir aquello en un camarote de los hermanos Marx.

Hubo un tiempo en el que sí debimos buscar ese viento porque lo necesitábamos, después terminó por  convertirse en dañino.
Las palomas comenzaron a entrar siempre por la misma zona de la isla porque los días de suelta eran todos "gemelos". Se tuvo hasta que cambiar el sistema de clasificación, buscando la seguridad pura y dura, porque había zonas enormemente beneficiadas. Todo ello sumado a que el calendario estaba sólo en la cabeza de Pedro me hizo cambiar mi rumbo.

En el fondo entendía a Pedro, y a aquellos que toda la vida habían vivido una colombófila terrible, pero lo que estaba sucediendo en la isla no era colombófila, era otra cosa. Me aburría, pero también me indignaba. Había sido la antorcha para cambiar aquello, pero el presente, y peor aún, el futuro, no me gustaba.

En esas estábamos, y comenzó el 2016. Para mas inri, Pedro cada vez adelantaba más y más el  inicio de temporada, como si de forma cirujana tuviera estudiado hasta donde lo fijaría en el futuro. En lo personal, aquello me perjudicaba enormemente. Tuve que pasar de hacer Mallorcas a pelo de mediados de Enero, a verme obligado a soltar el 15 de Noviembre, un mes terrible en la isla por diferentes razones. No sé, ¿que puedo decir?  De esas situaciones en las que te van arrinconando, en las que te sientes que te obligan sin necesidad, pero sé y conozco el porqué . Él también lo sabe. 
Como cuando montaron un Ibiza oficial en Noviembre del 2008, cuando en realidad por aquella época los Ibizas debían dar comienzo en Marzo del 2009, todo ello para obligarme a hacer la "tardor". Historias para no dormir.

  Tanto en el 2015 como siguientes, me incorporé en el cuarto (4) o quinto (5) Inca, con lo que ello suponía. Estamos hablando ya del mes de Enero,  teniendo ya al equipo mudado o con la muda parada.
Hasta esas fechas, me había manejado siempre en el mismo número de palomas, que rondaban las 100. Las temporadas 2016 y 2017, fueron diferentes. Hice lo que a muchos de nosotros nos sucede en alguna ocasión en la vida. Perder la cabeza, jajaja. Volé más de lo que debía, pero había una razón oculta tras ello, y que he adelantado un poco más arriba. El nuevo reto me exigía buscar los ejemplares sobre los que desarrollar mi nueva colombofília, y no todo me valía. Esa nueva forma de proceder, no fue una decisión muy acertada.

Regresemos al Mallorca a pelo. Solté muy cerca de Alaró en la falda de la preciosa Sierra de Tramontana, que ya de por sí, quizá fue el primero error, pero nunca me obsesionó el tema halcón, y menos soltando de una en una.
 El segundo, y éste sí, fatal error, obligado por las circunstancias, fue hacer esta prueba durante el mes de Noviembre. Recuerdo que me lleve unos 50/55 pichones, los números me bailan un poco en mi cabeza, y como siempre, sólo, los que por muda podían ir. Los solté de uno en uno. Y al finalizar la jornada en casa sólo había 4. Fueron llegando los días siguientes, no recuerdo con exactitud, pero creo que la cosa quedó en 13, tres días después. 
  Una buena "leche" en toda regla. Esa fue la diferencia de hacer las cosas cuando uno está convencido de hacerlo, a cuando te ves obligado a ello. Por cierto en el palomar, todavía hay varias de aquellas palomas que regresaron. Las supervivientes fueron muy sólidas en el futuro. Eso no cambia. 


(Seguimos esta noche...)


PabS.

sábado, 10 de febrero de 2018

Mi historia. (Decimosegunda parte). El regreso.




  Y, parte a parte, vamos llegando al final. Hoy nos toca abordar el año 2015. El panorama estaba cambiando. Tal y como os comenté antes, los años 2013 y 2014 me había dado de baja, pero no por nada especial, sino por ahorrarme los casi 300 "euracos" que estar federado me suponían durante ese tiempo. Por lo tanto, esos dos años, Torres me consiguió anillas para que pudiera criar. Ya a finales de Enero, cuando nuestra relación no estaba todavía deteriorada, comienza a recibir llamadas, de alguien supuestamente de Mallorca que no se identifica, sugiriéndole y amenazándole para que me hiciera devolver las anillas correspondientes al año 2014, que todavía no había usado. Algo, que desde luego, no hice.

Por aquellos meses hice una subasta en la web de Ledesma (Canarias) . Y hubo cierto movimiento por evitarla, dado que esas anillas 2013, no las había obtenido siendo socio. Todo aquello, teniendo su lógica, que respeto, me parecía una locura. 
Todo procedía del mismo sitio. Algunos en Menorca ya sólo tenían un objetivo. Ya que en el terreno de juego, en los fondos y en las webs, era intratable, me "buscarían" en otros terrenos. Lamentable.

El año 2015 suponía mi regreso a la competición en casa, desde aquel mágico 2012. Hice las paces con quien las tenía que hacer, fundamentalmente por mi amor a volar palomas mensajeras, no por otra cosa.

Sigamos. No disponía de adultas ni de palomas cribadas de Mallorca a pelo, ni nada por el estilo. De hecho en el 2014 no comencé a criar hasta casi comenzado el verano. No, no tenía claro si volvería o no. 
 Muy probablemente, si no hubiera sido por mi amigo Lluc Llabrés (Mallorca), quizá aquel 2015 tampoco hubiera volado. ¿Por qué, os preguntaréis? Había conocido a Lluc en mi estancia en Mallorca con motivo de la entrega de trofeos del 2012, gracias a Guiem. Ahí quedo la cosa. 
  Dos años mas tarde, en el 2014, Lluc buscando cambiar su destino, le preguntó a su amigo Guiem: ¿Quien es el mejor?. Éste lo respondió: Pablo.
Personalmente no entro en lo de mejor o peor. Tan sólo cuento, cómo sucedió. Lluc me telefoneó y comencé a ayudarle. A partir de ahí, ganó tres (3) Campeonatos seguidos en su Club La Palmesana, y la segunda temporada acabó 7º de toda Mallorca contra 200 tíos, muy muy cerca en la última suelta de tocar la gloria.  
  Así que si no hubiera sido porque en el 2014 comenzamos a hablar y le crié unos pichones , entre los cuales se encontraba su AS paloma social 2016, que vino a buscar, no sé si me habría decidido a arrancar de nuevo porque ya estaba un poco harto de tanta "mierda".

   Aquella temporada 2015 disponía de un equipo de jovencitos. Todo tardíos, salvo alguna paloma vieja no volada. 
En un 99% hablamos de palomas que al comenzar en el mes de Diciembre tenían 6 meses los más mayores (nacidos en Junio), el resto, 3 y 4 meses (nacidos en Julio, Agosto y Septiembre).
  Al dar los primeros pasos la campaña deportiva, me hallaba en una situación extraña, entre dos aguas, como el conocido tema del genio, Paco de Lucía. Por una parte, mi ánimo competitivo no se había apagado en absoluto, y por otra, era plenamente consciente, que en lo que a competición se refiere,  si dispones de un buen equipo de adultas, éste es fundamental para la consecución de objetivos. Me faltaba una pata, y lo sabía. 
 Mis rivales, disponían de buenos equipos de adultas fruto de las dos últimas temporadas. Mucha desventaja. Así que tome una decisión:   Si aquel año quería recoger frutos, debía ser más radical si cabe en la selección de mis palomas. Sin respiro desde el comienzo. 

Volar sólo pichones tiene el serio inconveniente, que en la primera parte de la temporada vas algo más a ciegas en las designadas, porque hay un periodo de despejar incógnitas.

No competía en casa desde el 2012, así que había los nervios propios de volver a actuar. El escenario siempre impone. En Enero, diez días antes de empezar, le mandé a Biel Antich 13 pichones para que me los soltara desde Palma (150 km). No envié más por el precio (Mrw ya se había "columpiado"), y porque tenía dudas, para que negarlo. No recuerdo la cifra, pero regresaron 8 ó 9 en el día, lo cual fue una magnífica señal. De entre todos ellos, salió la "As" paloma social e insular de velocidad 2015, que a su vez era hija del "As" paloma Social e Insular 2012. Todo queda en casa. Desde luego eran palomas de gran fondo, pero en la isla este tipo de campeonatos no se ganan por velocidad, sino por regularidad y seguridad.

Un inciso. Biel Antich me telefoneó un año después de que Lluc lo hiciera. Iba a empezar y hacerlo erguido. Le asesoré hasta donde pude. Muy buen rollo. La colombofília entre buena gente, es más fácil. Y con ambos surgió una gran amistad, y lo que consiguieron lo hicieron ellos por méritos propios.
Biel, tal y como Lluc hizo, voló extraordinariamente bien tres campañas, con dos fabulosos Campeonatos absolutos seguidos en su Club La Rápida,  en uno de ellos acabando entre los ocho primeros de toda Mallorca, y acabando este año 2017 con una extraordinaria paloma marcada de Ayamonte. Lamentablemente, nos ha dejado, y no me extraña. ¿Qué puedo decir? Primero tristeza, y segundo, que da ganas de seguirle, pues estoy en las mismas, y quizá mi amor por este deporte, demora algo, que mi cabeza cree saber  sucederá, más pronto que tarde. 
Mucha rabia que este preciosa pasión que son las palomas esté rodeada de  personajes tan oscuros. Lo veo por muchos lugares de España.

  Regresemos. Comencé la campaña, a ver que tal se comportaban mis nenes. Todo fue más o menos según lo previsto. En aquella época Pedro ya se había encargado de que la temporada comenzara cada vez más pronto. Aquello trastocaba mis planes, así que no me incorporé hasta el 3º o 4º Inca. Recuerdo que me las soltaron a mi solo, porque la gente iba pasando las palomas poco a poco en el bando de pasadas. Envié unas 50 y regresaron en bando unas 46. Empezábamos bien.
  Y así llegaron  los fondos, ya situado en segunda posición pegado al primero a menos de una paloma designada. No fue una temporada de excesos. Al revés, me tuve que medir como nunca antes lo había hecho.
  Volé dos Bazas, enviando sólo 5 palomas en cada uno de ellos, y en ambos casos marque 4/5 y 4/5. En uno de ellos, suelta del 20%, meto mis 4 antes que nadie, y con un 80% en casa. En el otro Baza, del 19%, también meto 4/5 también, todos en el día, y en ambos grandes fondos con el mejor % del Club, y marcando todas mis palomas antes que nadie. Todo con pichones.

 Llegábamos al tramo final de la película. Quedaban dos sueltas para acabar la temporada, e iba segundo a una paloma del primero. En la penúltima suelta, no marqué, algo que no me sucedía desde el 2009. Aunque no marcar es algo más que habitual en la isla, aquello me echo algo para atrás, aunque hubiera sido en una suelta del 18% y sólo hubiera enviado 5 palomas, pero en esas sueltas o llevas la paloma, la buena, la que lo puede hacer, o...
  Ahora quedaba una suelta, y estaba a sólo dos palomas del triunfo. El no marcar no fue por una cuestión de estado de forma, sino porque yo sabía que tenía 3 o 4 palomas extras, no más, a las que les había dado un "tute" importante, pero es que esas no me las quería jugar, primero porque  yo estaba ya pensando en el año siguiente, y segundo porque algunas de ellas iban directas a la reproducción. Petronio y Petronia estaban entre ellos. Los dos habían volado dos Bazas cada uno, del 19% y 20%, uno sin mudar el otro sólo unas plumas. Me los podía jugar tranquilamente en la penúltima o ultima suelta, pero a pesar de que soy un seleccionador nato, siempre pienso en el futuro. Y dí por concluida la temporada, quedándome a dos palomas de ganarlo todo.

  Sabía, y lo escribí en su momento, que Petronio sería importante en el futuro, lo que no podía imaginar era cuánto.
  Mi reflexión  fue que para ponerme al nivel de mis competidores que manejaban equipos de adultas muy potentes, tuve que apretar desde el principio. Me faltaron esas adultas que la primera parte de la campaña te hacen la vida más agradable.
Un reflejo de que había ido muy fuerte desde el principio, fue la consecución de ese As paloma de velocidad, o el Subcampeonato Nacional Insular de Medio fondo y el Subcampeonato Regional de Medio fondo.
De todos modos fue un año pensando en el siguiente, como demuestra que a la península sólo envié 42 palomas,  marcando 30, 29 de ellas en el día. Un 71% en sueltas desde la península. ¡Brutal! Mis porcentajes seguían siendo inigualables. 
 Ese año fue el único en 10 años que no fui  el colombófilo que más metió de la península, por una sola paloma. Teniendo en cuenta que iba con el freno de mano echado para competir con plenas garantías al ejercicio siguiente, que todo eran yearlings, y que no fui a la última suelta,  fue un excelente resultado.


(Continuará...)



PabS.

viernes, 9 de febrero de 2018

Mi historia. (Decimoprimera parte). El año del tándem.



  El  2014 fue el año del tándem. En esta vida hay que tratar de aprender de cualquier experiencia. Volar en otro lugar, otro palomar, otras circunstancias, fue sin duda una oportunidad para expresarme en un entorno muy diferente, a conocerme, a explorar otros límites. Me lo tomé como eso, como una prueba personal y deportiva.

  Torres se inició en el 2011, venía del mundo de los buches, pero de mensajeras estaba verde, muy muy verde, pero como es espabilado, rápidamente pregunto quien era el mejor, y llegó a mi. Irme por las ramas, sí sería mentir.
Me compro un lote de palomas, luego otro. No sólo fui totalmente honesto con lo que le vendí, pues se llevo palomas extraordinarias, sino que además le ayudé a arrancar. Instalaciones, palomas, manejo. Comenzar así no tiene precio. Se ahorró años. Y eso, se noto en sus resultados rápidamente. Su estreno en el 2011 había sido terrible, para olvidar, como la de todo el Club. Le costó hasta marcar desde Ibiza.
 En el 2012, ya con mis palomas, y sobre todo, con mis consejos, en el primer Baza que tuvimos, Torres marcó 4 de 4, y 3 de aquellas palomas eran "puras", hijos de las parejas que me compró. También le dije como cruzarlos entre ellos.  El 2012, luego se le fue complicando. Los comienzos de un novato están siempre repletos de dificultades. 
 Fijaos en la diferencia de cuando comencé yo, y la ley de los 7 años, y cómo lo hizo él. Todo el enorme trabajo que algunos hicimos, cristalizó en todos aquellos que a partir de entonces se incorporaron al Club. Y porque no decirlo, no es lo mismo empezar  sin ayudas, que con alguien que te ayuda de verdad. 

  En el 2013, y os recuerdo que ese año no volé, esperaba las palomas de concurso en su casa, y él ya ponía en práctica todos mis consejos. Acabo como un toro en sueltas como un Baza (650 km) del 8%, marcando tres palomas, dos de ellas mías, y siendo el colombófilo que más palomas marcó del último Sangonera (520 km) muy jodido. Cualquier duda, cualquier nuevo movimiento, mi teléfono estaba a su disposición cuando él quisiera. Ahí fue surgiendo una amistad, y la posibilidad de asociarnos el año que le seguía, el 2014.

Toni estaba encantado con la idea, pues era una oportunidad única de aprender. Y en aquel momento, para mi fue una solución. Algo nuevo que probar.
Torres era un tipo que manejaba en verano unas 300 palomas. Aquello era nuevo para alguien como yo, y adquirió ciertos tintes de locura . Tenía muchas palomas mías, pero también un infinito surtido de palomas de mil orígenes. Todo un reto, por la magnitud del palomar, y el desconocimiento del entorno.

Nos sentamos, y le sugerí como deberíamos hacerlo. Nos repartimos el trabajo, y compartimos algunos sábados, y sobre todo, los días de suelta. Creo que los tándems si hay bueno rollo, o ganas de trabajar en equipo, son una excelente opción. Si van surgiendo asperezas y fricciones, entonces, mejor dejarlo. Conozco tándems donde hasta el hijo se enfada con el padre y viceversa.

Esta alianza fue vista como una amenaza en toda regla para los que movían los hilos en el Club (los de siempre), o al menos así fue interpretado tan inusual enlace. No, no tenía esos pensamientos tan oscuros. Venía de hacer historia en el 2012, mi única intención era poder disfrutar de las palomas tras una año sin hacerlo.
 Les intimidaba los recursos de Torres, guiados por mi mano, y la contundencia y fiabilidad de mis resultados. Hicieron todo lo que fue posible para que aquello acabara mal, y lo consiguieron. ¿Cómo? Bien, esto fue relativamente sencillo. No iba para nada por el Club, porque me había dado de baja. Me negaba a pagar por nada.  No era un buen momento para mi, y cada euro contaba, por otra parte, las fricciones ya eran evidentes. 
  En mi ausencia, los días de enceste o de apertura de relojes, lo "machacaban",  haciéndole ver que él era el peón y yo el jefe. Sabían como hacerlo. Personalmente nunca lo vi así, porque, de hecho, no fue así. Obviamente hacíamos lo que yo decía, porque como he dicho, y es del todo lógico, él estaba verde, y la idea era hacer un buen papel, y de paso que se fuera aprovechando de mis enseñanzas. ¡Queríamos ganar!

A mi, me llamaba la curiosidad, como nos desenvolveríamos con tanta paloma de origen tan diverso. ¡Parecía un Derby! Debo decir, que en el verano de 2011, incorporé unos pichones a su cuadro de vuelo, con la intención de reforzar aquello. El reto era interesante y me motivaba.

Y así comenzó la temporada, y lo hizo mal. Nos entró la viruela en pleno mes de Dicimbre/ Enero. Nunca antes la había tenido. No habíamos vacunado, porque al manejarme en un entorno nuevo, uno tiene la cabeza en muchos sitios. Poner orden en aquel palomar no fue cosa de dos días. Cuando llegué, encontré muchas de las cosas que le había aconsejado, pero también otras, que había que erradicar con celeridad, como coger las palomas con un salabre, o tirar cohetes para que volaran. 
  Volvamos al lío. Salvado ese percance, la temporada comenzó "torcida". Un Inca de unas 900 palomas, sólo llegaron 18 en el día. Las jornadas que le siguieron fue un goteo, pero no se superó el 25% en la suelta. Nuestras palomas salían de un virus como es la viruela, pero aquello no fue una excusa. Fue una suelta muy mala, y nos cogió con el pie cambiado.
  En ese momento mi labor "vigilando" el tiempo meteorológico con Pedro seguía su curso, pero cada vez menos. No obstante nuestra relación seguía siendo buena.
El 2014 fue una temporada que nada tuvo que ver con el espejismo del 2013. Los Calpes por ejemplo, fueron del 15/20 %, sueltas de 500km del 18%, y Bazas duretes.  Los inicios fueron difíciles. Y para mi en concreto,  designar se convirtió en una locura. Escoger entre casi 300 palomas que no conocía. Designar para un Ibiza, un Calpe y un Baza el mismo fin de semana, teniendo que coger muchísimas palomas, y con tan pocos datos, como su historial, o su estado de forma, fue un reto.
Esos días de enjaule, me metía en el palomar encerrado en aquellas cuatro paredes,  y acababa exhausto. Las metía sin ayuda de nadie en las cestas. Enjaules de más de 100 palomas. Tenía por aquel entonces mis caderas ya más que jodidas, para que negarlo, fue agotador. Más tarde llegaba él, y se las llevaba al club. Él no entendía que esos días de enjaule estuviera horas metido en el palomar. La ignorancia del que empieza. Ante aquella avalancha de palomas, y con tan poco tiempo en el palomar en el día a día, había que tener los ojos muy abiertos. Yo volaba las hembras al medio día, y él los machos por la tarde.

 Las buenas noticias es que logramos que las palomas volaran como nunca lo habían hecho allí.  Un auténtico espectáculo disfrutar de su vuelo. Lo recuerdo muy bien. Un bando tan grande con aquella fuerza. De hecho jamás le han vuelto a volar así. Torres disfrutaba como un enano, y yo estaba satisfecho en ese sentido, porque lo habíamos conseguido.
¿Las malas noticias? Que al cuadro reproductor le faltaban varios hervores y un mundo y medio de selección, y como consecuencia de ello, en muchas sueltas, llegaban las buenas, las que necesitábamos, pero otras no lo hacían, por falta de calidad. Todo eso, en mi palomar no sucedía ni en la misma medida ni proporción, y podía encender alguna duda, especialmente en él. Debíamos tener calma, pero me resultaba realmente complicado convencerle de ello. Convencerle que esas pérdidas eran necesarias para un hipotético triunfo final.

Poco a poco fuimos subiendo en la clasificación. En el mes de Marzo ya estábamos situados entre los 4 primeros, muy cerca del "bacalao". Todo por decidir en la recta final del campeonato,  y con todas las posibilidades intactas.

  Como os comenté antes, nuestra relación se fue deteriorando, en gran medida porque a él, lo torturaron hasta que gritó (es una forma de hablar), y comenzó a hacer lo que los demás. Tener dos caras. Y eso es algo que llevo mal, muy mal. Quizá porque no soy así y no me entra en la cabeza.
Algunos amigos en el Club me advirtieron de lo que estaba pasando, de su nueva actitud, y finalmente decidí dar por concluida la temporada. Se acabó. Me hubiera ido algunas semanas antes, pero me daba rabia hacerlo, porque había colocado a las palomas en un estado de forma perfecto para "dar la puntilla". Me las había trabajado. En el palomar de vuelo en una inmensa mayoría, sólo había ya buenas palomas. Se habían perdido las "tontas", y ahora se trataba de ver resultados, de recoger frutos.

El día que me fui, era el día del enjaule de Sangonera. Las palomas ya habían sido escogidas, pero yo ya no volví nunca más a aquel palomar. En esa suelta, hicimos un 10/10, algo que no sé si ha sucedido en alguna ocasión en Menorca en un fondo. Quedaban 4 carreras, pero el trabajo ya estaba hecho, tanto en su preparación, como, y no menos importante, en su selección. Tuvimos que perder muchos animales para llegar a esa situación. Esto le costó mucho entenderlo como dije antes, pero con el final que tuvo, creo que lo entendió, vamos, vaya  si lo entendió.
  Torres acabó como brillante Subcampeón Absoluto Social e Insular, Subcampeón Nacional Insular de Seguridad, y algunos premios más que no recuerdo, creo que también Campeón de fondo. Y en el Social perdió por la diferencia más corta de toda nuestra historia colombófila. Media nariz. Jamás  se había visto en esa zona noble. De todos modos, en mi opinión, un auténtico éxito.
Él se llevo la gloria, yo los "palos".

Después de eso, de lo aprendido, de lo visto,  los años siguientes ha mezclado sueltas  buenas con otras  malas. Indudablemente tiene palomas para los fondos, pero le falta solidez y selección. Supongo que la adquirirá con el tiempo, ... o no. 
Así da gusto, empezar con buen pie y con alguien que te conduzca por la puerta correcta. Él aprendió muchas cosas, pero yo también. Mi sensación es que la gente, en general, es desagradecida.

  La historia del tándem acabó en enfado, pero años después, porque no soy una persona rencorosa, y él tampoco, hicimos las paces. Detesto, aunque parezca lo contrario, todo lo que tenga que ver con conflictos, pero llevo aun peor, que la gente haga gala de una hipocresía enfermiza, y, como todas las personas "normales", soy de los que el tiempo le ayuda a limar asperezas. Lo contrario, sería terrible.

  ¿Que me molestó de él? Lo que echo de menos en muchos. Falta de personalidad, y dejarse llevar por lo que dicen los algunos, pero especialmente que se dejara "adoctrinar" y mintiera por detrás, sobre mi, o sobre mis palomas, una vez roto nuestro vínculo.  Básicamente porque eran mentiras tras mentiras. Yo había estado y "mamando" aquel palomar, ayudándole de verdad, de corazón. 
Mis palomas eran base indiscutible en él.  De hecho, ha marcado los dos últimos años  de Marbella con esas palomas, con un magnífico 1º de Marbella Social e Insular 2016, con un descendiente de un Petronio que tiene, el 800, hermano de aquel 799, del que os conté su historia. 
 No le guardo rencor, simplemente fue un capítulo más en mi vida deportiva. 
¿Qué habría sucedido si aquello hubiera tenido continuidad?. Probablemente ese palomar se habría instalado en lo más alto bastante tiempo, pero como dije antes, aquel enlace fue visto como una seria amenaza.
En definitiva, lo pasé muy bien aquel año, pero también descubrí lo difícil que es volar en tándem. Aprendí que, tal y como logro cada año en mi casa, en otras circunstancias más adversas, también fui capaz de ponerlas en en un estado de forma fantástico.


Quedan 4 capítulos para finalizar. 
(Continuará...)



PabS.


miércoles, 7 de febrero de 2018

Mi historia. (Décima parte). El descanso del guerrero.





   La temporada 2012 tocó a su fin. Momento de tomarme un largo descanso. El origen del mismo lo hallamos en el nacimiento de mi hija Maya a finales del mes de Octubre. Las palomas pasaron a un tercer plano. 
  Tomarme un receso habiendo tocado la gloria no era un plato de fácil digestión, pero, ¿por qué no admitirlo?, el desgaste también había sido mayúsculo. No ya sólo por volar y competir, sino especialmente por el inmenso caudal de energía que suponía cambiar las cosas. Era el momento perfecto para decir hasta luego. Y así fue.

En el año 2013, no estaba para "Mallorcas a pelos", ni para nada por el estilo. Aquel frío mes de Noviembre me encontré en casa cuidando un bebé recién nacido. Toda mi energía y sus reservas, estaban centradas en lo más importante que me ha sucedido jamás en toda mi vida. El gran milagro de la naturaleza.

  2013 fue una temporada atípica. La seguí desde la distancia, y fue probablemente, la más prolífica de toda nuestra historia. No me puedo imaginar si ese año hubiera volado, la de palomas que habría marcado. Creo que me habría aburrido mucho, ya explicaré mis razones. 
  Una cosa era evitar días malos, y otra, en lo que estaba comenzando a convertirse aquello. Cuando vamos a comer a un Buffet, gestionar nuestra panza tiene su dificultad, pues es muy fácil no medir nuestra propia capacidad de engullir. Somos muy optimistas cuando vemos tanta variedad de platos.  Si además, llegas con hambre, como nos sucedía a nosotros, pasa lo que pasa.

  Para hallar una temporada de tantas marcadas a nivel colectivo, en realidad se amontonaron varios factores. El club ya había comprendido cual era el camino, y todo el esfuerzo de unos pocos acabo cristalizando en el resto. La unanimidad estaba muy próxima, y la mayoría sacaba las palomas del palomar casi cada semana, y al mismo tiempo, y con un peso absolutamente decisivo en el devenir de los acontecimientos, fue un año en lo meteorológico, extremadamente bondadoso. Cabría añadir un tercer factor, que paso a desarrollar para la comprensión del capítulo.

  En el Club la piedra angular sobre la cual discurre el funcionamiento del mismo tiene nombre y apellidos: Pedro Mir.
Hasta ese año 2012, desde la sombra, me había encargado de ayudarle en todo lo que a lo meteorológico se refiere, y a otras cosas,  como algo tan sumamente importante como lo ideologico, o mejor aun, los resultados. Algo sólido en lo que apoyarse. Antes de creer, hay que ver.

 La ardua búsqueda del buen tiempo se convirtió en algo obsesivo. La decisión siempre correspondía a Pedro, pero formabamos un binomio muy apañado. Seguir la evolución del tiempo, en el contexto en el que nos encontrábamos, era muy intenso.
  Aquí debo destacar la inmensa labor que Pedro hizo en muchos sentidos. El problema vino después, y en eso, la historia del mundo tiene mucho que mostrarnos. Cuando el poder ejecutivo, legislativo y judicial, acaban recogidos en la misma persona, ésta acaba por vivir en una burbuja. Si no hay controles, comienzan los excesos. Esto, es aplicable en cualquier área de la vida.

  Ese 2013, Pedro, no tenía mi contrapunto, e hizo lo que le vino en gana, y aquello fue creciendo. Búsqueda indiscriminada del poniente (viento del Oeste) sin rubor alguno. En el equilibrio reside el éxito. Hasta tal punto fue bien la temporada, que hasta se organizaron varios Calpes fuera de concurso, Calpes (400km) de entrenamiento. ¡Ver para creer!. Aquello fue irreal, pero se vivía un momento extraño. En el último Calpe de entrenamiento la castaña fue de consideración, vinieron poquísimas palomas. No todo vale, y el respeto al mar no se debe perder jamás. 

  El final de temporada fue duro, como siempre acaba siendo. Que fuera una temporada más sencilla, no significa que no hubiera sueltas complicadas. Al final, claro que las hubo, pero en su conjunto, jamás han regresado tanta paloma, como en aquella temporada.

  Seguí su desarrollo a través de Torres. Éste había formado su cuadro reproductor basado en mis palomas. De hecho al año siguiente, 2014, volamos en tándem, pero ello corresponde al próximo capítulo.

  Continuemos con Pedro. Cuando un club tiene a una persona como él, todo es más fácil. No soy de inventar o mentir, eso lo dejo para otros. Al César lo que es del César. La labor de Pedro fue brillante.  ¿El problema?. Ni más ni menos que la ausencia total de control. Algo que fue creciendo en el tiempo. La misma persona decide el día que se enjaula, suspende sueltas en el mismo día, incluso varias veces en cuestión de horas. Ya no hay control.  Barra libre. Se llego (este año también) a inventarse sueltas que computaban, que ni estaban contempladas en el calendario. Lo malo es que se nos informaba una semana antes de que ésta tuviera lugar.   
 Cuando esa información sólo es manejada por la misma persona, y puedes llegar a estar parado más de 15 días sin una razón de peso. Cuando tus intereses personales son más importantes que los del colectivo, cuando te aprovechas de esa información, y la moldeas a tu antojo, y aun peor,  proteges esa situación de privilegio con mentiras y calumnias. Ahí, comenzamos a tener un serio problema. Cuando tu propia ego te impide ver la realidad. Cuando enjaulas en el momento adecuado porque ya las tienes acostadas sobre huevos, y los demás, esperamos y esperamos, sin saber nada, ni tan siquiera que suelta realizaremos la semana siguiente, es cuando, uno se da cuenta, que hasta aquí podíamos llegar. Cuando decides retrasar una suelta, porque las tienes bajo tratamiento...y un largo y copioso etc.
La información debe ser pública, o al menos compartirla con los demás de alguna forma. Cuando a mi me tocó estar en el otro lado de la barrera, muchos compañeros se enteraban por mí, en lugar de por los habituales cauces sociales. No, no había WhatsApp.

Puede parecer una soberana estupidez, pero un colombófilo, tiene que poder organizarse. No estoy hablando de que dispongas de toda la información al minuto, y menos en vuelo marítimo, donde los días "medio malos", simplemente no regresan palomas, se trata de poder saber si el Domingo habrá un 270km (Ibiza) o un 650km (Baza), o peor, si habrá triplete, doblete o vaya usted a saber.¿ Cuál es la próxima suelta del calendario?. Algo tan simple como eso. 
Y llego un momento, en que esto fue del todo imposible. La segunda parte de la temporada se suele  transformar en una desorientación total, un kaos bien medido, en el que algunos están muy cómodos, y el resto sufre viéndolas venir.
  El calendario era Pedro, sólo él manejaba el tempo. Obviamente esa fue una de las razones por la que para mi, los campeonatos dejaron de ser una prioridad, porque en cierto modo, estaba muy manipulado, muy manoseado. Muy injusto todo. Al final, uno se adapta a todo, y sí, podía vivir sin competir, pero no a lo que vino después. A ver , todo, tiene un límite. Y el mío, llegó unos años más tarde.

   Dije en uno de los capítulos anteriores, que aquello de la búsqueda del buen tiempo, tratar de evitar los días malos, cribar los días de suelta en definitiva, sin distinción de si caían en Lunes o en Sábado, era algo imprescindible y necesario en ese momento. Volar en Menorca toda la vida había sido durísimo. Veníamos de las tinieblas, de 70 años de oscuridad. La isla necesitaba aquello. ¿Qué cambió?. Eso también lo desarrollo en otro de los años que siguen, porque debe entenderse en el momento preciso.



(Continuará...)



PabS.


martes, 6 de febrero de 2018

Mi historia. (Novena parte). Conseguimos cambiar el rumbo.




   Aquel verano de 2011, unos cuantos meses antes de que mi año mágico fuera tomando cuerpo, justo aquí, donde estoy sentado y os escribo estas líneas junto al fuego de mi chimenea, un día cualquiera del mes de Julio, le comentaba a mi amigo Xec lo que, con un poco de ganas, podríamos hacer.
Los envíos de Mrw en aquel momento rondaban los 16 euros. Nada de peso volumétrico como ahora. El envío en una jaula de las grandes, de las azules, 16 euros. Aquello era un "chollo" que no podíamos desaprovechar. 
  Os recuerdo los problemas que habíamos tenido en el 2010, con la mentalidad y resistencia de algunos. Pero lo logramos, volamos dos grandes fondos la misma temporada.  Desafortunadamente,  la línea a seguir en el futuro, no estaba nada clara. Demasiados intereses encontrados. Recuerdo incluso como Mir me dejo caer un día, la posibilidad de montar un Club nuevo.  Él también necesitaba cambiar todo aquello. Seguir en el pasado ya no era una opción para casi nadie. En todo este proceso, lo cierto es que Pedro y yo fuimos de la mano. Lo que pasó después , lo desvelaré en próximos capítulos.

Mi idea fue la siguiente. Unos cuantos, los que quisieran adherirse al nuevo plan, volaríamos con el club, como siempre, pero una vez superados las Ibizas, organizaríamos Bazas, tres, cuatro, los que fueran, para disfrutar de lo que realmente nos apasiona. No era nada descabellado. Así, de este modo se trataba de que cada uno hiciera lo que más le gusta. Nadie perdía. 
  En lo personal, me encanta, (encantaba) competir, pero me apasionaba más si cabe, disfrutar de las grandes carreras, aquellas citas señaladas en el calendario como imperdibles. Resumiendo, una vez preparadas las palomas, ya con velocidades bajo sus alas, organizaríamos todos los Bazas que nos fuera posible. Si había que sacrificar campeonatos, sin problemas.

  A las dos semanas de este proyecto de idea, me telefonea Pedro Mir, y me dice que se le ha ocurrido algo. ¡Vaya por Dios, pensé, al escuchar su novedosa idea!. ¿Qué me dijo?. Exactamente lo que os acabo de comentar, pero a nivel de Club. Para seros sincero, me daba lo mismo a quien se le hubiera ocurrido. Tampoco íbamos a patentarlo, pero pensé, mejor, mejor que se le haya "ocurrido" a él. Así se hará seguro, y no había necesidad de ir paralelamente al club. Creo que me habéis leído perfectamente entre líneas.

Así fue como se gestaron los tres (3) Bazas que realizamos en el 2012, y años siguientes. En el 2015 se añadió Marbella (880km) al calendario, y como os dije en otro capítulo, el pasado 2017, tres Bazas, un Almuñecar (770km), y un Marbella.

Amigos míos, logramos colocar tres (3) bazas en el calendario, algo impensable tan sólo dos años antes. Hubo un "pero"(siempre lo hay), y es que sólo uno de ellos, y no dos como en el 2010, valdrían para el campeonato. Pedro Mir se invento el supercampeonato, en el que valían todas las sueltas de la temporada como medida para contrarestar a la oposición .
En definitiva, logramos ubicar esos tres Bazas, pero sólo uno era el oficial. Florencio fue uno de los grandes opositores a todo esto. De hecho, lo curioso es que los puntos obtenidos de esos dos Bazas no puntuaban, pero en cambio los kilómetros que recorrían las palomas en esos especiales, sí lo hacían  para el campeonato As paloma. Jamas entendí eso. Así fue como SANBA (hija del "77" y medio hermana del 92, padre de los Petronios), 1º social e insular de 520km1º social e insular de 640km, algo realmente complicado de lograr, se la aparto del premio que merecía. De todos modos, debo decir que si hubieran computado todas las sueltas, tenía palomas más voladas, como después veréis.
La paloma que se llevo el As paloma, había volado un Baza especial, no valedero para el campeonato, pero al mismo tiempo esos puntos obtenido por esa paloma no valían para el dueño. Era una forma de poner palos a las ruedas. Los cambios, cuando la gente cierra las puertas, son pequeños progresos, diminutas victorias que te acaban conduciendo a la victoria.
Mi sensación es que estábamos rompiendo el cascarón, pero, madre mía, lo que estaba costando "abrir mentes". 

En el anterior capítulo, lo dejamos, cuando Lágrima (hija del "77"y medio hermana del 92, padre de los Petronios) acababa de llegar, trayendo consigo la gloria al palomar.

Siempre digo, que lograr un Campeonato de Baleares, en el que estén incluidas sueltas desde la península, y lograrlo desde la isla de Menorca, es el mayor logro de mi carrera deportiva. Nada que ver con nacionales, donde realmente es relativamente sencillo acceder a ellos. Si en tantos años no había pasado en Menorca  y a día de hoy, no ha vuelto a suceder, es porque hablamos de una dificultad supina. ¿Os imagináis en Canarias, un campeonato Regional ganado por alguien de la isla de la Palma?. Pues eso.

Esto es simplemente una medalla, que guardas en un cajón, de hecho, el trofeo es precioso, y es de los  pocos que conservo. Le tengo mucho cariño, y yo en este aspecto, no soy nada materialista.
 Podría haberlo logrado sin haber "roto" registros ni récords ni nada por el estilo, por lo tanto, lo que quedará, es mi forma de entender este deporte, del cómo prepararlas, y de mi forma de seleccionar animales superiores. Al final, son las palomas, la línea que uno mismo esculpe, lo que merece la pena en todo este maravilloso esfuerzo.

   Os dejo con una fotocopia que he encontrado rebuscando papeles para que os hagáis una idea de la esencia de la gesta. Este listado corresponde a las palomas más voladas en aquel 2012, el AS paloma social de toda la vida. De entre las primeras 25 palomas más voladas, 16, son mías. Esto es algo simplemente salvaje. 
  Aquel año Mir y unos cuantos me doblaban en numero de palomas al comenzar la campaña, pero nada me podía parar. 
 En la primera página de las primeras 18, 12 son mías. O entre las dos hojas, de las primeras 51, 20 son mías. Siendo objetivo, es algo brutal.




Entre otras cosas, porque hubo más, obtuve: 

 CAMPEON absoluto Social, CAMPEON absoluto Insular, CAMPEON de Fondo Social, CAMPEON de Fondo Insular, CAMPEON DE ESPAÑA INSULAR DE FONDO, 4º en el CAMPEONATO DE ESPAÑA INSULAR DE VELOCIDAD,  3º en el CAMPEONATO DE ESPAÑA INSULAR DE MEDIO FONDO, SUBCAMPEON NACIONAL DE SEGURIDAD INSULAR, 4º AS PALOMA NACIONAL DE FONDO, 4º PRESTIGIO NACIONAL INSULAR DE FONDO DE DOS AÑOS, 3º PRESTIGIO NACIONAL INSULAR DE FONDO DE TRES AÑOS , 3º COPA S.A.R PRINCIPE DE ASTURIAS, 3º CAMPEONATO REGIONAL DE VELOCIDAD (desempatado con el 2º por coeficiente), 4º CAMPEONATO REGIONAL DE MEDIO FONDO, CAMPEON REGIONAL DE FONDO/GRAN FONDO,  CAMPEON REGIONAL  de BALEARES ""ABSOLUTO"", etc etc...  


   Y para concluir, y es algo con lo que me he tropezado hoy, rebuscando y volviendo a vivir aquellos meses a través de documentos y emails del pasado, pero creo que es importante añadir, para entender en cierto modo la película, y poco a poco ir dándole forma a la historia y a su final. 
Email de Jusue enviado al resto de socios en el año 2012: 

   "Será para unos pocos y más, si más de la mitad pasa de todo.
No obstante a mi lo que me preocupa es que la gente ( son pocos ) hablen mal de algún compañero por algún motivo y si no lo tragas o eres amigo del que te lo dice tanbién lo das por bueno sin estar presente el afectado que se podría defender . 
Hay que oír siempre las dos partes afectadas y sacar conclusiones y veríamos cómo la mayoría de las veces no es culpa de uno sino de dos o más .
Cuando haya un buen rollo en el Club volveré , mientras tanto no quiero perder el tiempo y oír cosas que no quiero oír . SI voy contento al Club y regreso a casa triste , hay algo que va mal y por supuesto no hay buen rollo ....
Las personas de buen hacer deberían cortar las conversaciones negativas hacia algunas personas y parar ese vicio. 

 No hace mucho se volvió a hablar mal de una persona que aprecio mucho y la verdad es que creo hay mucha envidia y no aceptamos que alguno de nosotros veamos algo añadido que el resto ni había caído en ello estos más de 50 años de colombofília menorquina .

Las palomas las tenemos para hacer buenas amistades , no para hacer grupitos que no se tragan entre ellos" .


Sigue haciendo mucho calor , Juanjo Jusué.



(Continuará...)


PabS.

lunes, 5 de febrero de 2018

Mi historia. (Octava parte). Un año mágico.



  Tras unos días de vacaciones fuera de la isla, retomamos el relato.  
  
   ...y así fue como llegamos al año 2012, uno mágico por muchas razones. Esa fue, en conjunto, y si se contempla desde un punto de vista competitivo, mi mejor temporada. Para acabar de pulirlo, a finales de año, fui padre por primera vez. Inolvidable.
   
  El calendario decía que estábamos en un mes de Enero. Tenía un equipo de treinta (30) animales cribados del año anterior desde Palma, y mi intenciones eran claras. En Enero iría a seleccionar la mayoría de pichones a Mallorca. 
  Los Incas con el Club, comenzaban en Febrero, así que todo estaba medido. A través de Paco Llamas, pude realizar esta selección. Le envié las palomas a Algaida a través de MRW. Unas 70. Él las fue soltando de 10 en 10 (por jaulas), y apuntando los números de anilla, para que  pudiera comprobar sus llegadas.
 Generalmente cuando van por primera vez con el Club, ésta, es una suelta en la que las palomas tardan casi dos horas. Cuando repiten, lo hacen en hora y media, hora y tres cuartos. En solitario, muchas veces, es otra historia.

  Todo estaba preparado para que llegaran. Las manecillas del reloj avanzaban, primero muy lento, esperando la llegada de alguna, y, cuando la cosa se torció, vertiginosas, muy muy rápido.
 Habían transcurrido ya casi 4 horas de vuelo, mis ojos trabajaban a destajo, y no, no había llegado ninguna paloma. Para que negarlo, estaba preocupado. Pensad que ir sólo a Mallorca uno se juega la temporada, vas sin colchón, y si sale mal, se acabó. Aunque mi alma de seleccionador es como es, eso no quita que los tuviera de corbata.
 Tras muchas idas y venidas, estaba dándole vueltas a cosas en mi cabeza, y de repente, en un abrir y cerrar de ojos, llego un grupo, de 6 ó 7 palomas de la nada, bien picadas, desde muy alto.¡Buenoooo, me dije!. A partir de ahí, fue un sufrido goteo, que se alargó durante todo el día. Con los últimos rayos de sol, tenía la mitad de lo enviado. Satisfecho y contento por una bonita jornada colombófila. Buen equipo.
  A la mañana siguiente, me acerqué al palomar y oh, ¡sorpresa!, y mayúscula además. Alrededor del sputink , había 11 palomas, muy pegaditas, con el traje de dormir,  y empapadas por la humedad de la mañana. O bien habían llegado de noche, o muy temprano . Por su aspecto, me atrevería a apostar que llevaban horas posadas ahí, pero nunca lo sabré. Aquello, fue un subidón en toda regla. Al final de aquella increíble jornada debí acabar con casi 50 palomas, alguna menos quizá.  Tan sólo había quedado sin mover un reducido grupo de  muy tardíos, a los que no me había dado tiempo de arrancar en aquel Mallorca a pelo.

  Ya con el Club, en todos los Incas (Mallorca) que realizamos, no perdí ni una sola paloma, ni tan siquiera los que no habían sido seleccionados previamente. Todo fue a las mil maravillas.

  Aquel inolvidable 2012, me salí del mapa literalmente. ¡Marqué 69 palomas desde la península!. Una orgía colombófila. El hecho de manejar mucho adulto, no castigado emocionalmente del año anterior, provoco muchos primeros premios. Este detalle, es algo que tengo claro, pero que no he vuelto a hacer más, porque no fue nunca una prioridad.
  Recuerdo un Sangonera (520km) donde marque 15 palomas en el día de 23 enjauladas, récord histórico en un fondo, logrando un 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º y 7º, y 9º...Social e Insular. El resultado en cuanto a llegadas, a nivel de club, fue del 35%. 
 Un Baza (650 km) con 7 de 12 enviadas, otro con 6 de 14 enviadas. En uno logro un 1º, 2º, ... en el otro con 1º,3º, etc... 
Tened en cuenta, por ejemplo, que en uno de esos, Bazas, el Club de Ciudadela no marcó, ninguna paloma. En Mahón fueron sueltas alrededor del 20% .
La temporada estaba siendo mágica. A título personal, sólo Mir me seguía, y  muy de lejos en todos los sentidos. Una apisonadora.

  A pesar de semejante demostración de fuerza, y de ir en todas las clasificaciones primero, llego la última suelta, esa en la que se deciden siempre las cosas, esa que me ha negado algunas veces un botín que bien tenía merecido. Las normas, los números, las clasificaciones, su forma de medirlas. Ganar siempre es difícil, es más, puedes acabar perdiendo, siendo inmensamente mejor. A veces pasa.

 El día amaneció con aires históricos para mi. Me las prometía felices. Suelta de 520km que se preveía dura, como así fue. 
  El día se me hizo muy largo. Sobre las 18 horas de la tarde, no lo recuerdo con exactitud, llegaron dos palomas juntas a Pedro. Y nada más en el día en toda la isla. Me sentí  triste. Aquella noche, no pude dormir. 
  A la mañana siguiente, café en mano, renací de mis propias cenizas, y trate de darle otro enfoque.¡Que remedio.! Una sola paloma me daba todos los campeonatos de la isla, y si marcaba tres, algo impensable en ese momento. La gloria, los regionales y nacionales, estaban muy cerca, pero tan lejos al mismo tiempo. En aquel momento, era una prioridad absoluta para mi.
 Había realizado una temporada sublime, pero necesitaba esa paloma. Sobre las 9 de la mañana merodeaba el palomar. Estaba dentro, ya más nervioso que al despertarme, y volví a escuchar ese mágico zaaaaas de las uñas de una paloma al posarse sobre la uralita. Me quedé petrificado, escondido  junto al reloj. Inmóvil, siete, ocho, nueve segundos que parecían horas, esperando ese sonido tan apreciado por nosotros. Y llego....¡un piiiiiiit!.
 "Lágrima", hija del 77, acababa de llegar. Aquella paloma me hizo llorar de la emoción. Imposible contener aquel caudal de emociones encontradas.
 Sobre las 11, otra más, y al medio día, marqué a Granito. Tenía tres (3), dos (2) de ellas designadas. A día siguiente, llego otra más, y designada, y casi cerrando el tercer y último día de concurso marque a España, otra designada más. Tenía 5 palomas, 4 de ellas designadas, de diez que enjaulé. Ciudadela no marcó, y en mi club la mayoría, tampoco. Había 10 palomas en la isla en tres días de control, de las cuales, 5 eran mías. Todo ello resultó, simplemente, mágico. Un cuento de hadas colombófilo que no pude compartir con Carlos, fallecido dos años antes.

Ese 2012 volamos, por primera vez, tres grandes fondos, y en ellos marqué la friolera de 16 palomas, que fue algo increíble, números inalcanzables incluso hoy, para el 99% de los colombófilos de la isla. 
 Llegados a este emotivo punto, tenemos que parar a explicar algo, que exige remontarse al verano de 2011. Sólo así se entenderá la historia en su conjunto.




(Continuará...)



PabS.