Hacia el año 607 d.C., el Príncipe Shotoku, sobrino de la Emperatriz Suiko y a la sazón regente del gobierno japonés, envió una misión diplomática a China, país que admiraba y del que buscaba copiar su sistema burocrático, con una carta de saludo que comenzaba:
"El Emperador del país en que nace el Sol envía una carta al Emperador del país en que se oculta el Sol. ¿Cómo está usted?"
Este saludo trataba de establecer una relación de igualdad entre
ambos países en lugar de una de tributación, y a su vez trataba de
borrar el nombre con que Japón era conocido en China, Woguo,
que significaba “país enano”. Japón era el país en que nace el Sol (al
este) y China aquel en que se oculta el sol (al oeste), por lo tanto
eran igual de importantes.
En
esta vida suele haber explicación para casi todo. En el caso que nos
atañe hoy ya sabemos la procedencia de la expresión, Japón país
del sol naciente.
Probablemente
Japón nos quede muy lejos literalmente; de hecho nos queda lejísimos
en todos los sentidos. Tengo muy buenos amigos en ese país. Conviví
unos meses con algunos nipones en el Reino Unido; de hecho uno
de ellos visitó la isla hace unos años y en ese mismo viaje le
acompañe más tarde por la península. Nada que ver con las palomas,
pero llegué a conocerles algo y mantengo el contacto después de
casi 20 años.
Leo
lo que escribo y me viene un aroma vetusto, a viejo, a que el que
escribe se está haciendo mayor, jajaja.
El
artículo de hoy nos acerca algo más la colombofilia que se
practicaba en aquel lejano Japón hace más de 40 años.
Interesante
la reseña que nos cita de palomas comprobadas de 1800km a los 6
días, lo cual revela ni más ni menos que no son los kilómetros lo
que debemos analizar sino la calidad de los mismos. ¡Pensad que
estamos hablando de hace casi medio siglo!.
Sin
obsesiones, pero 400 km en la isla de Lanzarote no se asemejan en
casi nada a cualquier suelta de la misma distancia en cualquier otro
localidad de la geografía peninsular, y mucho menos más allá de
los Pirineos. El que no quiera verlo....
Siguiendo
con el texto, nos enumera una gran cantidad de accidentes geográficos
y dificultades pero no me hago una idea de la colombofilia de
aquellas islas. Me da la misma sensación que en Cuba, donde
efectivamente hablamos de una inmensa isla pero su vuelo no deja de
ser terrícola. El texto nos habla de nieblas, altitudes de 3000
metros, etc....de todos modos esos 1800 km pesan y mucho en mi
sensación global. Seguiré investigando.
A
veces escucho, leo a colombófilos con una línea de vuelo muy
"blandita" refugiarse en los calores del verano para
fortalecer sus argumentos, pero da lo mismo, cada uno con su ombligo
que a estas alturas cuesta hasta verlo. Las llegadas y los % de
recepción hablan por sí mismos. Todas las líneas de vuelo ofrecen
dificultades a las palomas pero no todas son iguales ni se parecen.
Si
algo me caracteriza es que trato de conocer la colombofilia de mis
amigos y la de los que no lo son tanto. Lo hago siempre, trato de
hacerlo. Esto me ofrece una visión de las cosas más redonda, más
fidedigna y útil. No me gusta quedarme encerrado en el
caparazón de lo que sólo sucede en mi casa. Para valorar hay que
conocer que sucede en el mundo. Los hay que precisamente piensan que
el mundo empieza y acaba en su entorno.
En
una ocasión, hace ya más de 10 años, con motivo de unas vacaciones
en Tailandia, país al que solía acudir cada año en mi versión más
mochilera, tuve la oportunidad de esperar palomas de una sofocante
suelta (la humedad era terrible) de 500km en casa de unos adinerados
tailandeses (pasta por un tubo), que a su vez volaban también el
Barcelona desde Bélgica. En aquel lugar había ostentación
por las cuatro esquinas. Cuanto más ves, más abres los ojos. Lo
contrario es exactamente lo mismo.
Al
final todo esto no te da la clave para ser un buen colombófilo, pero
ayuda y refuerza esa idea.
Para
finalizar. Estos días en algunos grupos de whatsapp de algunos clubs
(Islas) se cuestiona a sus socios que cambiarían o si cambiarían
algo para la temporada que viene. ¡El silencio preside la sala, el
silencio como respuesta!. ¡Manda huevos!. Luego llega la temporada,
y éstos mismos que callan ahora, y que desde luego no otorgan,
saltan cuando ya no toca, como auténticas fieras que les fuera la
vida en ello.
El
momento es AHORA, no mañana, aunque por otra parte les entiendo;
estoy harto de ver por doquier que lo firmado ahora es papel mojado
más tarde. Así que no sé si es buena idea o no, reflexionar y
cambiar de idea.
Lo
cierto es que no, no somos capaces de cambiar de opinión pero
deprime que ni nos lo planteémos.
Como
decía Kant
Immanuel:
"El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca".
Os
dejo con esta visión de la colombófilia nipona de 1970.
Pabs.