jueves, 5 de octubre de 2017

¿No sirven las palomas viejas? Por Bellani.

   Naturalmente que sirven las paloma viejas. Sería de auténticos necios ponerlo en duda. En términos generales son mejores animales. El enigma, no muy bien resuelto desde tiempos inmemoriales, consiste en caer en el pegajoso disparate de llegar a suponer que por el mero hecho de ser "viejas" se transformen, por arte de magia, en buenas palomas. Y esto hay muchos que lamentablemente lo llevan grabado a fuego en sus manos.
  Cualquier animal, con el paso del tiempo, se restaura en uno mejor, pero es indudable que las palomas, como animales inteligentes, tienen sus límites naturales. 
Existen, a mi juicio, dos cartuchos imaginarios: El psíquico y el físico. 
El primero, y más en líneas de vuelo exigentes, es de mayúscula importancia. Quizá por ello el bueno de Bellani no lo entendía entonces  y tampoco lo haría en nuestro tiempo. No hay más que leer sus marcadas y las pocas palomas que perdía seleccionando. Me encantaría, pagaría por poder tener un face to face con Bellani, sería de lo más interesante. En el contraste de opiniones reside la mejor solución, al menos la menos mala.
El segundo cartucho tiene más margen de actuación. Haciendo bien las cosas conduce a conclusiones menos problemáticas. Hay mayor maniobrabilidad por nuestra parte. 

  Resulta  muy cierto, que aquí en España, tenemos mucha prisa, Acabamos de encender la cerilla y ya nos quema, pero todo tiene su explicación. El gran problema de raíz es tratar de ofrecer soluciones desde tan lejos. Se pierden por el camino muchísimos detalles.
La meteorología, la orografía, los arrastres, la presión rapaz en la línea de vuelo, o en el día a día en casa, los calendarios deportivos, las distancias a recorrer, etc...todo es importante. Y en función de unos y otros, disfrutamos de una colombófila u otra.
Con el dilema de pichones y adultas sucede algo similar que con el cuasi inmortal debate de palomas del lugar o  palomas de fuera. Quizá éste es  ya es menos popular, pero sin duda alguna, existió en su momento y sigue dando coletazos, porque a muchos su único propósito no es seleccionar sino presumir.
 Lo que resulta innegable, es que las palomas que se adquieren o se adquirieron todas estas décadas pasadas, sin entrar si funcionaron o no, NO dieron un rendimiento parecido de donde procedían en un porcentaje altísimo. Esto son hechos. La respuesta está en que no es lo mismo volar aquí que allá. Con las adultas sucede lo mismo. Y algunos, inflexibles en sus rígidos pensamientos, deciden "hacer adultas" con una suelta. Una cosa es no quemar el cartucho psíquico, otra muy distinta hacer el idiota.

Dejemos que Bellani nos relate lo que él piensa.





PabS.

miércoles, 4 de octubre de 2017

¿Usted adiestra o mata a sus pichones?. Por Rodolfo Bellani


¿Adiestrar o matar? Vamos a ponernos en situación. Soy el responsable de haber despertado a Bellani de su obligado letargo, de hecho, reconozco que le estoy haciendo trabajar más de la cuenta, pero esa es la magia de la literatura. Ésta jamás muere. 
La colombofília es extraordinariamente rica por lo variado de sus opiniones, y es por ello que hoy no estaré del lado de Bellani.
  Si le daré la razón en algo. Hay muchísimas formas de adiestrar a un grupo de pichones. Muchos métodos, senderos y caminos. De todos los colores y texturas. A cualquier edad, con diferentes estados de pluma, con muchas o exiguas ayudas, de uno en uno, en bando, de golpe, de noche. Algunas de ellas conducen al éxito, otras no. Y depende de factores que son inabarcables, pero sin duda hay unas líneas maestras que seguir.
 No hay una fórmula única. Cuando comencé en colombófila una de las primeras cuestiones que puse sobre el tapete en aquel maravilloso Foro de Márquez, estaba relacionado con los primeros entrenamientos de pichones. Recuerdo cada una de las respuestas que gentilmente me ofrecieron. Por aquel tiempo, el foro era fuente inagotable de riqueza cultural colombófila. Como un entusiasta novel, las leí todas, una a una, muy atentamente. La mayoría eran contrarias a lo que yo, ingenuamente, proponía como ejemplo. Llegue a pensar cuan equivocado estaba al proponer semejante post. Con el tiempo, uno con su pensamiento, al que hace trabajar sin cesar, moviéndolo en el calendario, para adelante, hacia atrás, arriba y abajo, pues en más de una ocasión, en mis eternas elucubraciones mentales, regresé a aquel primer debate, y debo decir que a mi me parece que ellos, si no estaban equivocados, estuvieron muy cerca.
  
  Leyendo a un osado Bellani corregir a Stassart, yo me atrevo a hacer lo propio con él. Estoy de acuerdo en que no se pueden traspasar ciertos límites, hay que respetar la muda, y otras serie de cuestiones, pero, si en una suelta regresan 14 de 30, no tengas ninguna duda que en la mayoría de esos 14 está tu futuro, y no en los 16 que perdiste. Por otro lado, Bellani nos revela como lo hace él. Viendo sus perdidas, está claro que su educación llegaba hasta la universidad. Demasiado dulce para mi. 
  En definitiva, todo esto tiene que ver con lo que uno cree. Y el que os escribe, cree profundamente en la selección, pero no en la gesticulada, no en la escrita, no en la narrada ni en la contada, cree en la que uno hace con las ganas suficientes para que de ese proceso, al final del mismo se note un gran vacío en el corazón. Supongo que me seguís. 

Algún detalle en el tintero que nos susurra nuestro incombustible Bellani: "Ahora bien;Iniciados los concursos, viajo con todos menos con 4/5 que he separado por mejor tipo".
 Y otro que nos deja caer un susurro de aplastante significado es el gran Stassart:"Detengo mis pichones en los 300 km y continuo con el resto hasta 655km, pero detengo a los mejores y sigo con los que menos me gustan. Y agregaba:De estos últimos salían los campeones.

Tras leerles, ni uno ni el otro me convencen en absoluto. Uno se contradice y el otro es demasiado mimoso, muy probablemente porque le toco volar en un lugar donde la presión rapaz debió ser un juego de niños.

No obstante, interesante lectura que os recomiendo leáis con atención. Debo añadir, que siempre tuve ese poso de cuestionarme las cosas. Llega un momento que uno discute o defiende su postura incluso con su sombra, o como me sucedió a mi, con mi propio maestro. Algo que no fue aislado en el tiempo.  Márquez, en más de una y de dos ocasiones, tuvo que sufrir la firmeza de mis pensamientos ... que osado era, jajaja. ¡Juventud divino tesoro!

Dos últimas cosas. Mientras redacto estas líneas a esta última hora de la tarde, el halcón acaba de presentarse puntual a su cita vespertina. Lo he notado porque tengo protegiendo la entrada de mi casa, una impresionante acacia y en ella, varios pichones han tratado de refugiarse.  Hace dos días, uno murió estampado. Esto es naturaleza, la selección también se produce teniéndolos todo el día sueltos. Ahí no tiene sentido establecer un debate, porque no lo hay. Es el río de la vida.

Por último, agradecería compartierais estos artículos que voy colgando, ya sea por whatssApp, Facebook  etc...Agradecido.    





PabS.

martes, 3 de octubre de 2017

PICHONES TARDIOS.

   Desde hace ya algún tiempo, mi temporada de cría tiene lugar casi 6 meses después que la de la mayoría. La concentro premeditadamente en verano por convicción y otras razones, pero las  puñeteras"normas", sus apartados y demás, me arrinconan año tras año. Cada día que transcurre, uno se siente menos libre para poder practicar su colombofília. 
Como la mayoría, tengo mis propias herramientas, mis ideas, convencido por hechos y vivencias, pero cuando la voluntad de algunos quiere extenderse más allá de lo razonable, y tu esfera de actuación queda tan empequeñecida que ya no recuerdas libertades de las que antes disfrutabas,  es cuando uno acaba por decir ¡basta ya!.
 Sí, te sientes sólo, maltratado, caminando en un inmenso bosque de preocupaciones y despropósitos colombófilos. Te cuestionas otra vez más, y ya son muchas, ¿pero de verdad necesito todo esto?, pero a ver, este tinglado, ¿no era para divertirse?. En un estado de notoria incomodidad,  al no hallar una salida que me convenza, el corazón suele decidir en estas situaciones tan irritantes para el cerebro, pero todo tiene un límite.




  Paseando por la primera semana del mes de Octubre y entrando en el palomar de reproducción, todavía se pueden observar algunos pichones en sus tazas. Ellos, con aquellos grandes ojos, no te pierden de vista, vigilando cada uno de tus movimientos pero ajenos al porqué de los mismos.
  Los primeros nacieron  durante el mes de Junio. El mes que viene, un mes de Noviembre, siempre malo en lo colombofilo, me obligan a poner chips a todas las palomas a precio de diamante Bostwana. Curiosamente la temporada 2018 empieza eso, en el 2018, y el primer vuelo en el que participo generalmente es el 15 de Enero, es decir, debo indicar que palomas voy a volar dos meses antes, cuando todavía son unos incipientes imberbes, colocarles chips a todas dos meses antes de lo que sería deseable. De hecho en las sueltas de Mallorca no hay campeonato, así que la primera suelta valedera es en Febrero (Primer Ibiza). 
  Resumiendo: Tres meses antes si tienes 100 palomas en el palomar, hay que censarlas, pagarlas (se pagan en tres meses), y pasarlas TODAS por el reloj con sus 100 chips. Un gasto enorme para NADA.
  Por otro lado, coartan la libertad de seleccionar los pichones en el año de nacimiento, tengo que descartar mis "sagrados" Mallorcas a pelo, y para colmo en Noviembre todos mis alumnos deben llevar su traje en forma de chip y ya "pagados". ¿Por qué?. Todo para que el calendario deportivo, se pueda cumplir en términos de costes, para que esos dobletes y tripletes puedan digerirse adecuadamente. Incluso si uno tan sólo quiere participar  en un número determinado de sueltas debe pagarlas todas, y acatar cada una de la normas, muchas de ellas auténticas estupideces. Amigos somos pocos y seremos muchos menos. Es un hecho. Yo ya no quiero cambiar la situación, ya no, pero nada impedirá que no me queje. En mi caso preferiría pagar más por paloma (y ya es caro) pero poder mandar  sobre lo que es mío.Siempre debe existir un marco adecuado donde desarrollemos nuestra colombófila, pero estoy cansado de esta manía por obligar que no conduce a nada.
 Con este panorama, me queda algo más de un mes para tomar decisiones, pero me inunda una gran pereza al ver como funcionan las cosas. Hastiado de tantos años en los que uno debe cumplir esas obligaciones, acatar lo que se tiene que hacer. Quieren mandar en tu casa y sobre tus palomas, y todo ello acaba por desgastar. Verdadera obsesión por comenzar tan pronto por unos inaguantables nacionales de pichones. Estamos en pleno proceso de muda, y ya hay que comenzar la temporada, y a ser posible finalizarla en Marzo. De acuerdo que los tiempos cambian y que en lo meteorológico ha habido cierta evolución llámenle cambio climático si quieren, pero estamos provocando que llegué un día que hasta Marzo se convierta en un mes malo. Abril nunca fue malo, ahora sí lo es, pero es que antes las temporadas empezaban en Enero no en Octubre.

  Estos días en Mallorca se avecinan movimientos. Los hay muy pesimistas, yo uno de ellos, porque el verano lo tapa todo, y porque los que mandan van a hacer, una vez más, lo que les plazca. El mayor problema es que el resto, estando de acuerdo en lo esencial, no está unido, y los otros, y si esto fuera un película, serían sin duda alguna "los malos", se aprovechan de que el verano  dejo adormecidos a sus opositores, y esa falta de unión hace pupa. 
  Se escuchan en esa isla gritos de separación, muy de  actualidad por cierto. Nunca estuve de acuerdo con eso. Somos pocos, siempre falta gente. No deseo que nadie abandone este maravilloso deporte, ni que la colombófila se disgregue, pero reconozco que hay días que uno se levanta y piensa, mejor sólo, o unos pocos, que mal acompañados. En Mallorca percibo ese aroma.
Hoy, un artículo de José María Ballester Vigo, los pichones tardíos.



PabS.

lunes, 2 de octubre de 2017

1.300 kilómetros en el día de la suelta ya no es barrera insalvable.

"...Y fue a las veintidós cuarenta y siete que ocurrió...ninguna vuelta....el descenso lento que es común en la oscuridad y la paloma que se aplastó en la plancha de entrada, con las alas bajas..."
 Con esta alegría y emoción contenidas, Bellani nos describía el preciso y mágico instante en el que su "INCREIBLE" cubría la distancia de 1300km en el día. Macho, como otras de sus palomas, que leeréis después, también había volado la distancia de 1.200km anteriormente.

Este capítulo de hoy pone fin a la trilogía del gran Bellani. Os dije que leyerais entre líneas. No es oro todo lo que reluce, aunque lo parezca, pero sin duda alguna estos tres artículos de nuestro amigo merecen ser perpetuados.


Por cierto, he habilitado en cada una de las entradas que a partir de ya se publiquen, la sección de comentarios, por si os apetece dar vuestra opinión.  






PabS.

domingo, 1 de octubre de 2017

Selección y dureza.

  Año 1972, Orestes Cendrero nos acerca un breve texto pero dirigido fulminantemente a la yugular del colombófilo.¿Por qué? Porque en unas escuetas líneas nos sitúa en un lugar desconocido por muchos, colombófilos que viven eternamente soñando. Este año sí, o esta pareja sí, o este huevo sí. Indudablemente necesitamos de las buenas manos de un piloto, pero sin un coche con garantías, uno adecuado  que incluso  nos mejore, nos conduce a un final previsible.
Existen muchas clases y tipos de colombófilos y todos tenemos aspiraciones  propias. Mi cuadro reproductor está basado en el vuelo, en sueltas donde muy pocas palomas regresan, y donde hay cinco y seis generaciones de gran fondo voladas en casa. Progresivamente van desapareciendo las fundadores, y consolidándose los herederos de aquellos pioneros. Yo elegí este tipo de colombofília y voy escribiendo una bonita página mientras los hechos van desarrollándose. Es mi elección, y todas son respetables. La tuya también.
  En la actualidad, pero ya desde hace años, uno se da una vuelta por casa y encuentra muy pocas palomas que no tienen nada que ver con lo mío. Necesarias también obviamente, pero en su justo porcentaje. El 90/95% de lo que hay en casa es mío, nacido en mis instalaciones, muy seleccionado, y con muchas generaciones de cepillo detrás. El resto, palomas que se incorporan para probar, para explorar nuevas vías,  para abrirme y jugar, pero no en exceso. Y muy pocas de estas acaban incorporándose. Creo que es una maravillosa fórmula, pero para ello tuve que sufrir mi propia travesía por el desierto hasta encontrar un vehículo que se adaptara a mi agresiva forma de conducir. Para poder llegar a esto, y os aseguro que después, todo es más fácil, hay que poseer manos y palomas, o en su defecto, una inmensa ilusión por acercarnos a ese magnífico binomio de éxito.

  Mañana, el último artículo de la trilogía de Bellani y su experiencia con los 1.300 km.



PabS.

jueves, 28 de septiembre de 2017

El truco final (El prestigio) (2006)

  Como si se tratara de la película El Truco final (El prestigio) (2006), donde la cinta comienza en sus primeros fotogramas, por el final de la historia, hoy, me permito, en un improvisado ejercicio cinematográfico barato, algo similar. 
Si ayer os narraba, con nuestro familiar Bellani como protagonista, como éste superaba la barrera de los 1200km en el día hace casi 50 años. Hoy os acerco el cómo empezó todo. El origen de la historia.
 Un enorme y osado Bellani, con su Cómo y porqué pretendo ganar el concurso de 1200km, completa el puzzle de ayer, atreviéndose a vaticinar su gran victoria antes de que ésta  tuviera lugar.
En el fondo, me sirvo del generoso Bellani (éste aún sin saberlo), que sin lugar a dudas poseía nombre de ilusionista, de aquellos que en otros tiempos en los que tablets, televisiones y demás, ni imaginábamos llegaran a existir, sí sí, de aquellos magos que uno podía seguir embelesado hace unas décadas, pues bien, el gran  Bellani,  disfrazado de héroe de aventuras, nos ayuda desde su tumba para que la gente se empape de HISTORIA,  pero hay también otro fin oculto en ello,  pues es casi una obligación vital estimular la imaginación del personal,  reflexionar sobre la colombófila. Muy positivo formularse preguntas, cuestionarse las cosas.
Sin ningún género de dudas, Bellani es mucho más aromático que yo, así que os dejo con el principio de la historia que él mismo diseño por ese orden.



PabS.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

La barrera de los 1200 km.

   Nuevamente Bellani nos sorprende con una de sus innumerables vivencias. Los últimos meses he colgado algunos artículos que dejan  huella de las líneas maestras para triunfar en la colombófila, sin embargo, algunos de esos textos han pasado de puntillas. Pues sí, me sorprende enormemente el criterio de la gente. En cambio, hay entradas muy populares en este blog que su celebridad y aplauso me pesca despistado. Yo los escribo, los comparto, los sugiero,  pero no os lo puedo masticar todo.


   De la lectura de esta joya de 1972 trascienden varias leyes no escritas. La primera, estamos hablando de 1972 y de 1200 km en el día, y todavía, TÚ, colombófilo, te cuestionas por qué unas palomas funcionan en algunas latitudes y en otras no? No, no se trata de calidad, que también, sino de donde vuelan.

  ¿De veras no os llama la atención que en el año 1972 Bellani marcara SIETE palomas desde la magnífica distancia de 1200 km y lo hiciera en el día? ¡14 de 16 que enjauló!. Sí, muy probablemente Rodolfo fuera un adelantado a su tiempo o fuera un tuerto en el país de los ciegos. No lo puedo saber, sólo lo imagino. Lo que sí tengo claro es que era un tipo cabal, y lógico. Dos cualidades fundamentales para llegar a alcanzar el calificativo de CAMPEON.
 Buenas palomas las hay en todos los lugares del mundo, pero cuando compramos una paloma deberíamos aplicar los pertinentes filtros, equivalencias y handicaps, pues de lo contrario, muchas de las buenas dejan de serlo en otras ciudades .... De veras,  ¿tan difícil es comprender esto?. Me sorprende una y otra vez la ingenuidad de algunos. Yo mismo soy capaz de admirar la belleza de una fotografía, e incluso lo excepcional de una paloma en las manos, pero ¿y?. Ahí concluye mi borrachera de embelesamiento.

Y por otra, Bellani, nos ofrece en forma de regalo, como se deben preparar las palomas en citas para la leyenda. Lo corrobora un servidor,  alguien que ha explorado los límites, y que con el tiempo ha encontrado el equilibrio, pero sobre todo ha estado muy cerca, muchas veces, de la línea sin retorno, incluso llegué a traspasarla en alguna ocasión. Hoy, me resulta algo más sencillo predecirla.

Os dejo con nuestro padrino Bellani.







PabS.

martes, 26 de septiembre de 2017

¿Cómo presentaban las hembras a los viudos en aquel 1980?

  Casi cuarenta años contemplan al texto de hoy. Y en el juego con nuestras amigas siempre anduvo la serpenteante línea que separa al éxito del fracaso. Señores, esto es un juego que jamás dejará de serlo, y aquel que demuestre mayor habilidad moviendo sus cartas, ese que haga bailar con mejor swing sus manos, saldrá vencedor. Ya sea jugando al natural, viudaje o sus múltiples variantes, etc. 
   El colombófilo deberá profundizar en su sistema, y llegar a descubrir dónde nacen y mueren sus límites. Sólo de ese modo amigos, acotándolos,  podrá doctorarse en lo que sí y en lo que no se pude hacer. Mucha cintura. 
Nuestro método ideal debería alejarse del barroquismo, y florecer en él un rico surtido de variadas posibilidades "b", "c", "d", etc...porque sobre el papel todo es más sencillo. Afortunadamente, cuando los hechos se declaran,  es cuando se produce el nacimiento de los errores y en ese soplo de aire, debemos alimentar nuestro ingenio.
En lo personal, me he topado con todo tipo de curvas, y ya iniciada la temporada deportiva existe lo que yo denomino como la línea sin retorno. Una vez cruzada, si el calendario no te ofrece tiempo suficiente para retroceder, las posibilidades se reducen exponencialmente. Así que resulta de suma  importancia, disponer de un plan inicial, conocer lo que no se debería hacer para no traspasarla, y abrir los ojos de par en par.

Os recomiendo su lectura.




PabS.